Finanzas

Los balances bancarios animaron el Merval

Leandro Fisanotti

Sin cambios de relevancia en el horizonte de la agenda macro de la economía estadounidense, Wall Street tuvo una sana toma de ganancias y baja un peldaño desde los niveles máximos alcanzados la semana pasada. Europa, sin salir de su laberinto, mantiene un moderado optimismo tras datos alentadores de Lejano Oriente. El mercado local vuelve a mirar el dólar y los balances.

En el plano internacional, con una agenda de informes más aliviada que las semanas anteriores, lo más relevante pasó por reportes que se dieron a conocer respecto de la actividad en comercio exterior y producción de China. El gigante asiático incrementó fuerte tanto importaciones como exportaciones, a la vez que mejoró indicadores de producción industrial e informó una desaceleración en la evolución de los precios, que aleja temores de una escalada inflacionaria que obligue a las autoridades a poner paños fríos al consumo.

En este contexto, las bolsas europeas operaron con mayoría de alzas, en un ámbito de mayor optimismo. Esto dista de ser señal que la crisis ha quedado atrás. Sin ir más lejos, el día jueves se supo que el nivel de desempleo en Grecia alcanzó un nuevo récord al tocar un nivel del 27,6% en el mes de mayo. La economía helena recibió recientemente un nuevo tramo de ayuda financiera pero debe acelerar el ritmo de reconversión del sector público introduciendo nuevas pautas de austeridad tendientes a reducir el déficit fiscal. Estos próximos pasos siembran dudas respecto al curso que podrá tener el nivel de actividad en el país balcánico.

De este lado del Atlántico, los operadores de Wall Street siguen con atención toda declaración que provenga de los referentes de la Reserva Federal. Esto no es ninguna noticia, puesto que desde hace meses los mercados financieros operan pendientes del momento en que la autoridad monetaria norteamericana anunciará un plan de reducciones paulatinas de las inyecciones de liquidez que realiza mensualmente. Este contexto dio pie a una sana toma de ganancias en los principales índices accionarios neoyorquinos, que tuvieron caídas marginales desde los niveles récord anotados siete días antes.

Antes de adentrarnos en el mercado local, vale una mención para una exitosa colocación de bonos a 10 años realizada por el vecino país de Uruguay. El gobierno de Mujica captó fondos por 1.000 millones de dólares convalidando una tasa del orden del 4,5%. Esto representa un competitivo spread – alrededor de 190 puntos básicos – por sobre los bonos del Tesoro de los Estados Unidos de igual plazo. Los fondos frescos permitirán a la administración charrúa recomprar títulos con vencimiento en 2015, 2017 y 2022, prorrogando el perfil de vencimientos. Antes de esta nueva operación existía deuda uruguaya en circulación por unos 1.900 millones de dólares.

Pasando a nuestro país, las últimas jornadas sirvieron también para que las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos salgan al mercado a la busca de pesos. La propuesta que los gobiernos pusieron sobre la mesa, para atraer inversores, estuvo en bonos que ajustan su capital según la evolución del tipo de cambio oficial. Esto ofrece a los ahorristas una interesante cobertura frente a una eventual aceleración en la tasa de depreciación de la moneda.

Los bonos “dollar-linked” tuvieron su apogeo en emisiones privadas meses atrás, pero las colocaciones más recientes realizadas por empresas marcan una mayor inclinación a tomar deuda en moneda local (y en lo posible a tasa fija, como fue el caso de la colocación de ONs de Tarshop para financiar la implementación de la Super Card). Claro está, los inversores presentan mayor recelo ante esta alternativa.

Entre las noticias corporativas más relevantes correspondientes a las cotizantes locales, avanza la temporada de presentación de balances para las empresas domésticas. Entre los papeles que más se negocian, las acciones de las entidades bancarias animaron el panel líder al conocerse buenos resultados de los balances trimestrales del Banco Macro y el Grupo Financiero Galicia.

El banco controlado por la familia Brito informó ganancias por 460,4 millones de pesos durante el segundo trimestre del año, lo que supera levemente los registros del primer parcial de 2013 y anota una variación interanual del 39%. Este resultado superó las expectativas de los analistas y habilitó fuertes subas para el papel, que lideró las alzas entre las cotizantes más negociadas.

Otra de las cotizantes más activas del recinto porteño, el Grupo Financiero Galicia, también dio a conocer sus libros para el período abril-junio del año en curso. En el caso del Grupo Galicia, las ganancias también se presentaron mejores a lo esperado, aunque no sorprendieron del modo que lo hicieron las de Banco Macro.

Este escenario permitió que el índice Merval vuelva a escalar posiciones y gane un 4,5% respecto del nivel alcanzado el viernes pasado.

Las principales subas estuvieron en Banco Macro, como se mencionó antes, al ganar un 12,3%. Le siguen de cerca Siderar, que mantiene el movimiento alcista iniciado por el buen balance trimestral presentado la semana pasada, que mejoró un 9,5%.

Las principales subas se completan con Telecom (+7,5%), Tenaris (+7,3%) y Aluar (+6,9%).

Del lado de las bajas estuvieron solamente dos de las integrantes del lote más líquido. Se trata de la Sociedad Comercial del Plata (-0,6%) y Petrobras Argentina (-0,5%). En ambos casos, las caídas resultaron apenas modestas.

Los títulos públicos emitidos en dólares también presentan una tendencia alcista que se sostiene. Esto se explica por el hecho de que, en ausencia de otras ventanillas para acceder al billete verde, tanto bonos como acciones aparecen como cobertura frente al tipo de cambio y operan en forma correlacionada con el dólar “blue”. En la previa a las PASO, la divisa norteamericana presentó una mayor presión compradora y esto empujó las cotizaciones.

Entre los bonos en dólares, resulta válido destacar una particularidad. A pocos días de la amortización final del Bonar VII (AS13), algunos grandes jugadores del mercado se desprenden de ellos para posicionarse en Boden 2015. El motivo detrás de esta jugada es que, al estar limitada la operatoria con liquidación en dólares en la bolsa, se complica la reinversión del pago en billetes. Esto aparece como una oportunidad para pequeños inversores que pretenden obtener los billetes con el retrato de Franklin sin convalidar operaciones en el mercado paralelo.