Finanzas

Proyecciones negativas en china

Carina Frattini

A diferencia de las semanas anteriores, en las que la tendencia alcista observada en los mercados financieros internacionales parecía a prueba de fundamentals, el cierre del viernes pone fin a una semana en la que las bolsas se vieron fuertemente impactadas por expectativas en relación a los estímulos monetarios y datos de la agenda macro. En tanto que la plaza doméstica se mostró disociada del comportamiento global y todos operaron mirando la cotización del dólar.

Los principales factores que operaron a la baja pasaron por el análisis de las minutas de la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal. De las mismas se desprende que varios de sus integrantes estarían dispuestos a analizar una reducción en las acciones de estímulo económico que la autoridad monetaria lleva adelante. Si bien las palabras de Ben Bernanke – Presidente de la Fed – se enfocaron en priorizar el mejoramiento sustentable del nivel de actividad y empleo como principal eje de análisis de la conveniencia de iniciar una paulatina reducción en las medidas de relajamiento cuantitativo, esto no fue recibido de la mejor manera por los inversores. Una tendencia al fortalecimiento de la moneda norteamericana traccionó a la baja los principales índices bursátiles.

El principal temor de los inversores pasa por la evolución de la economía mundial sin el impulso que representa la actual política monetaria en los Estados Unidos. En este sentido, se duda si la alicaída Europa está en condiciones de resolver un cambio de escenario de estas características. Un análisis similar aplica a las economías emergentes, que no logran consolidar las mejoras en su panorama de mediano plazo.

En este último punto, la publicación de un índice privado de actividad manufacturera en China, que estuvo por debajo de las expectativas de los analistas, fue catalizador de fuertes bajas en los mercados. El índice PMI proyectado para el mes de mayo pasó al terreno contractivo por primera vez en siete meses para el gigante asiático, al arrojar un valor de 49,6. Esto contrastó con las previsiones de los operadores que esperaban una consolidación por sobre el nivel de abril, cuando registró 50,4 puntos, recordemos que un valor por encima de 50 implica expansión del sector industrial, mientras que valores por debajo de ese nivel dan muestras de una contracción del mismo. Tras conocerse este dato, las bolsas asiáticas encabezaron las pérdidas, el índice Nikkei se destacó al recortar un 3,47% semanal, y al anotar la mayor caída diaria desde marzo de 2011, cuando el efecto del tsunami y la crisis nuclear hundieron los mercados.

En la plaza europea, España fue la más afectada con una caída semanal del Ibex del 3,7%. Las pérdidas en las Bolsas Norteamericana fueron más moderadas, el DJ bajó sólo un 0,33% mientras que el Nasdaq también cerró la semana cayendo un 1,25%

El mercado local se divorció por momentos del mercado internacional operando, a excepción del jueves, en baja durante toda la semana. El principal driver continúa siendo la volatilidad del dólar. Luego del retroceso que experimentó el dólar blue, se vio afectado por las mayores restricciones de los plásticos a sacar adelantos en dólares desde el exterior -en especial, los países limítrofes- y consecuentemente volvió a subir. Todo esto en el marco de reservas en baja, contraria a toda tendencia esperada en este momento de liquidación de exportaciones y con tasas subiendo lentamente.

Por otro lado, el juez Griesa volvía a estar sobre el tapete, esta vez, por la petición que le hizo el Citibank, en donde solicitó que clarifique si ante un fallo contrario a la Argentina, podrían verse afectados los pagos futuros de la deuda con legislación local. Por otro lado, dando una mano al país -sin quererlo específicamente- se conoció durante la semana que el FMI advirtió sobre posibles problemas que generaría una convalidación del fallo de Griesa sobre los procesos de reestructuración de deuda y desalentaría a los acreedores a participar de ellos.

Finalmente, el INDEC aceptó lo que las consultoras privadas vienen mostrando desde hace unos meses e informó ayer que la economía destruyó puestos de trabajo por primera vez desde la crisis financiera internacional. La tasa de desempleo subió al 7.9% en el primer trimestre, su mayor nivel desde el 2010 y un punto por encima del guarismo alcanzado en el último trimestre de 2012.

La suma de factores como volatilidad de divisa, reservas en baja, tasas en alza y datos negativos del mercado laboral, en medio de un agitado clima internacional, llevaron al índice Merval a registrar una caída del 5%.