Economía

¿Qué cantidad de alimentos se necesitará en el 2050?

Rogelio Pontón

Según la última y reciente estimación de las Naciones Unidas la población mundial llegaría a 9.600 millones de habitantes en el 2050 y a 10.900 millones en el 2100. En junio del corriente año llegaba a 7.200 millones.

La población de los países en desarrollo pasaría de 5.900 millones en el corriente año a 8.200 millones en el 2050 y a 9.600 millones en el 2100.

Para los países más desarrollados del mundo no habría gran cambio, pasando de 1.250 millones en la actualidad a 1.280 millones en el 2050.

En América latina y el Caribe, la población alcanzaría a algo más de 737 millones hacia el 2100 comparado con los 613 millones actuales. La población alcanzaría un máximo de 781 millones hacia el 2050, comenzando desde allí una pronunciada baja y llegando a los mencionados 737 millones en el 2100. El declive en la población de Brasil sería la principal causa. Brasil pasaría de 200 millones en la actualidad a 194,5 millones en el 2100, tras un pico de 231 millones en el 2050.

México pasaría de los 122,3 millones actuales a 139,8 millones a final del siglo y Venezuela llegaría a 42,7 millones contra 30,4 millones en la actualidad.

Cuba pasaría de 11,2 millones en la actualidad a apenas 5,45 millones en el 2100.

La población de Guatemala pasaría de 15,4 millones en la actualidad a 46,4 millones en el 2100. En Honduras se duplicaría pasando de 8 millones a 15,6 millones.

La población europea bajaría un 14% con fuertes caídas en Bulgaria, Croacia, letonia, Lituania, Rumania y Serbia.

La India superaría a China como el país más poblado del planeta hacia el 2028 con 1.450 millones. En el 2100 habría 1.500 millones de hindúes y 1.100 millones de chinos.

La cifra anterior para el 2050, de 9.600 millones de habitantes, es mayor a la que habíamos proyectado en un Semanario anterior (9.000 millones), pero hay que tener en cuenta que todas estas son proyecciones que en muchos casos están sujetas a errores. De todas maneras, todas las proyecciones son acordes en estimar una disminución en la tasa de crecimiento de la población hacia el futuro. Hacia mediados de esta centuria el crecimiento de la población se haría más lento. Desde el año 2000, cuando la población llegaba a alrededor de 6.120 millones, hasta el 2011 cuando llegó a 7.000 millones, es decir en once años, el crecimiento fue de 880 millones de personas. Desde el 2050 hasta el 2100, es decir en cincuenta años, el crecimiento sería de 1.300 millones de personas. En el primer caso el crecimiento anual fue cercano a 80 millones de personas. En el segundo caso el crecimiento anual se estima en 26 millones.

La tasa de crecimiento demográfico depende en primer lugar de la tasa de fertilidad neta: es decir cuántas hijas tiene una mujer en el período de fertilidad (desde los 15 años a los 49 años). Esos niveles de fertilidad varían marcadamente de país en país.

Desde un punto de vista cuantitativo, y teniendo en cuenta el incremento de la población mundial hacia el 2050 de 33% con respecto a los 7.200 millones del corriente año, la producción de alimentos tendría que tener una aumento equivalente. A este incremento habría que agregar que el consumo debería aumentar también por el incremento del nivel de vida de las poblaciones y especialmente por el incremento del consumo de carne. En este sentido, estamos de acuerdo con lo que manifiesta en «Investigación y Ciencia» de enero del 2012, Jonathan A. Foley, director del Instituto de Medioambiente de la Universidad de Minnesota, en su   artículo titulado «Alimentación Sostenible».   Dice dicho autor que «hacia 2050, la población mundial habrá aumentado en 2.000 o 3.000 millones de habitantes, lo que probablemente doblará la demanda de alimentos, según diversos estudios. A ese aumento contribuirá el mayor nivel de vida de muchas personas, que consumirán más, sobre todo carne».

Para estimar el consumo de alimentos actual partamos del estudio «FAO Statistical Yearbook 2012. World Food Agriculture», del cual extraeremos una serie de datos estadísticos que están referidos al año 2010.

La superficie de las tierras emergidas es de aproximadamente 13.003 millones de hectáreas, siendo la tierra arable y bajo cosechas permanentes de alrededor de 1.950 millones de hectáreas, es decir el 15% de las tierras totales.

Los países desarrollados cultivan alrededor de 630 millones de hectáreas, de las cuales 530 millones corresponden a tierras arables y 100 millones a cosechas permanentes.

En Asia del Este se cultivan 500 millones de hectáreas, de las cuales 230 millones corresponden a tierras arables y 270 millones a cosechas permanentes.

En Latinoamérica y el Caribe se cultivan 260 millones de hectáreas, de las cuales 170 millones corresponden a tierras arables y 90 millones a cosechas permanentes.

En el sur de Asia se cultivan 310 millones de hectáreas, de las cuales 230 millones corresponden a tierras arables y 80 millones a cosechas permanentes.

En África al sur de Sahara se cultivan 250 millones de hectáreas, de las cuales 200 millones corresponden a tierras arables y 50 millones a cosechas permanentes.

Las posibilidades de incorporación de nuevas tierras se encuentran en un 90 por ciento en América Latina y el Caribe, y en África, en el sur de Sahara. Estas tierras potenciales ascienden a alrededor de 2.290 millones de hectáreas.

La mitad del área de cultivo potencial se encuentra en los siguientes países: Brasil, República Democrática del Congo, Angola, Sudán, Argentina, Colombia y Bolivia.

De los cultivos (en su mayoría cereales, y también legumbres, aceites vegetales, hortalizas y frutas) el 60% se destina para consumo humano. Otro 35% corresponde a piensos y forrajes para ganados y el 5% restante corresponde a biocombustibles y otros productos industriales.

La producción mundial del 2010, según la FAO,   se estima de la siguiente manera:

Arroz: 672 millones de toneladas.

Trigo: 651 millones de toneladas.

Granos gruesos: 1.100 millones de toneladas.

Semillas oleaginosas y otros: estimamos 450 millones de toneladas (estimación propia).

Legumbres: 68 millones de toneladas.

Tubérculos (papa, mandioca, etc.): 726 millones de toneladas.

Frutas: 600 millones de toneladas.

Vegetales: 1.000 millones de toneladas.

Azúcar: 166 millones de toneladas.

Leche: 720 millones de toneladas.

Carne: 293 millones de toneladas.

Peces y frutos de mar: alrededor de 122 millones de toneladas.

La suma de las producciones anteriores ascienden a alrededor de 6.568 millones de toneladas.

Una parte importante de los granos gruesos, de las semillas oleaginosas y de los tubérculos se utilizan para la alimentación animal y para la producción de biocombustibles, restando alrededor de 5.000 millones de toneladas para el consumo humano. De las cifras anteriores de la proyecciones demográficas podemos deducir que para el 2050, es decir dentro de 37 años, la producción conjunta de alimentos tendría que estar en alrededor de 10.000 millones de toneladas para cubrir las necesidades de la población de ese entonces y de los mayores niveles de vida. Nos parece un objetivo difícil de cumplir salvo que la tecnología produzca el gran cambio. Lo que sí creemos probable, es el incremento de los precios de los alimentos a nivel mundial, lo que ya se ha venido produciendo en los últimos años.