Economía

Se debilita el panorama del maíz nuevo

Guillermo Rossi

Los futuros de maíz en Chicago volvieron a operar con mucha debilidad en los últimos días, cerrando la semana con pérdidas del 1,2% en los contratos con entrega en marzo. Nuevas controversias comerciales entre Estados Unidos y China se situaron en el centro de la escena, convirtiéndose en el principal factor bajista de una plaza que contó con pocos datos "fundamentales" y bajo volumen operado debido a la interrupción de la actividad por Navidad. Contrariamente, el clima seco registrado en algunas regiones productoras de Sudamérica brindó cierto sostén a los precios, al igual que las coberturas de posiciones vendidas llevadas a cabo por los fondos especulativos.

A diferencia de lo que ocurre con la soja, la curva de futuros de maíz muestra una empinada tendencia alcista para los próximos vencimientos. El panorama productivo en Sudamérica es más débil que el del año pasado, fruto de una caída en la superficie y una mayor proporción de cultivos sembrados en forma tardía, una vez cerrada la ventana de siembra óptima de comienzos de primavera. Igualmente, el escenario todavía no está cerrado y es posible que en esta parte del continente la producción supere los 90 millones de toneladas si el clima de las próximas semanas se vuelve menos adverso.

Asimismo, las primeras perspectivas apuntan a una caída en el área sembrada en Estados Unidos de cara a la campaña 2014/15, aunque las evidencias son aún muy prematuras. El esquema de subsidios consagrado en la Farm Bill, así como la necesidad de rotaciones y las perspectivas climáticas determinarán el nivel de siembras, en una decisión que probablemente estará condicionada por los atractivos valores que mantiene la soja, fruto de la voracidad de la demanda de países asiáticos.

Sin embargo, el panorama de abastecimiento luce relativamente holgado para los próximos meses, ya que la producción creció con fuerza el último año y la demanda no está respondiendo en igual proporción. Por estos días se plantean interrogantes a futuro respecto de las exportaciones y el uso para etanol, aunque los números oficiales reportados hasta el momento dan la pauta de que ambas variables han conservado su dinamismo. Por ejemplo, los compromisos de ventas al exterior acumulan 24,2 millones de toneladas desde principios de septiembre, más del 80% del saldo proyectado por el USDA para todo el ciclo y prácticamente el doble del volumen vendido a la misma altura de la campaña pasada.

Por otro lado, la producción de etanol se estabilizó cerca de los 930.000 barriles como promedio diario, el nivel más elevado del último año. El abaratamiento del maíz -la materia prima principal- y la suba del petróleo, que superó el viernes los u$s 100 por barril por primera vez en las últimas diez semanas, contribuyeron a mejorar los márgenes de producción del biocombustible. Si bien los precios del etanol se encuentran lejos de sus niveles de mediados de año, a lo largo de los últimos días se ha percibido una pequeña recuperación de los valores que potencia la actividad de las más de 200 plantas que operan en el interior de Estados Unidos.

En el plano local, el ciclo comercial ingresa en los últimos tramos con un fuerte debilitamiento de los precios. Estos cayeron hasta $ 1.000/ton con descarga inmediata en distintas localidades de la región, entre 10 y 15% menos de lo que se llegó a pagar hace varias semanas atrás con descarga directa desde los campos. La demanda de los consumos se ha desacelerado luego del pico que experimentó entre los meses de octubre y noviembre, mientras que los productores urgidos con compromisos financieros han comenzado a liquidar sus inventarios, previendo que las cotizaciones cuentan con menor potencial de suba que en otros cultivos.

La exportación se encuentra prácticamente retirada de la operatoria y cuenta con abundantes stocks para cumplir con sus compromisos asumidos hasta el cierre de la campaña. El volumen acumulado de compras supera las 19 millones de toneladas, de las cuales ya se embarcaron 16,2 millones. El remanente se distribuirá entre futuras ventas al exterior, al mercado interno y stock sobrante para la próxima campaña. La carga programada en terminales de la zona de Rosario hasta el 9 de enero asciende a 98.500 toneladas, mientras que otras 58.000 toneladas serán despachadas en el mismo período desde otros puertos.

En cuanto al maíz de cosecha nueva, los precios continúan fluctuando entre u$s 150 y 155 por tonelada, dependiendo de las cláusulas acordadas entre las partes. Algunos compradores ofrecen operaciones "a fijar" y otras modalidades de negocio, en la búsqueda por despertar atractivo entre los productores. Las mejores condiciones se escuchan para la entrega anticipada hasta los meses de marzo y abril, período para el que se avizora que la mercadería disponible en la plaza será muy poca debido al retraso de las siembras y la firmeza del consumo interno. Hasta el momento se ha comprometido la entrega de menos de 2 millones de toneladas de maíz nuevo, frente a las casi 11 millones de la misma altura del año pasado.

En tanto, el panorama climático ha complicado todas las previsiones de cara a la campaña 2013/14. Los cultivos sembrados con mayor antelación han ingresado en su período crítico con altísimas temperaturas y sometidos a gran stress, mientras que las siembras tardías se encuentran prácticamente paralizadas debido a la falta de lluvias y los escasos estímulos que brinda el mercado. De extenderse la ola de calor que afectó a las regiones productoras durante los últimos diez días las consecuencias podrían comenzar a impactar en los precios externos, aunque muy tímidamente. Por lo pronto, en el mercado de semillas se advierte que habrá sobrantes para el próximo año, ante las pocas perspectivas de que el área de intención inicialmente proyectada se acabe concretando. Los precios de algunos híbridos han caído hasta valores cercanos a u$s 100 y los semilleros han reducido la superficie destinada a líneas madres. La falta de incentivos para sembrar ha sido el gran flagelo del maíz durante este año.