Economía

Situaciones que pueden complicar a la economía mundial con posible impacto en el mercado de granos

Julio Calzada - Franco Ramseyer
Según la mirada del FMI, el devenir de la economía mundial dependerá en gran parte de la evolución de ciertos factores, que a su vez pueden impactar en los mercados de granos.

 

El Fondo Monetario Internacional identifica una serie de situaciones que pueden complicar a la economía mundial y que podrían implicar que, en caso de concretarse, las estimaciones de crecimiento tengan que ser revisadas a la baja en los próximos informes de Perspectivas de la Economía Mundial. Ellos son: 

  1. Las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos de América y el aumento en las barreras arancelarias.
  2. Amenazas puntuales en economías con importancia sistémica como es el caso de elevadas tasas de interés en Italia y el Brexit en el Reino Unido. 
  3. El posible aumento en las tasas de interés de referencia fijadas por la Reserva Federal de los Estados Unidos.
  4. Riesgos de puedan existir ciberataques a la infraestructura financiera, lo que podría afectar gravemente los sistemas de pagos y los flujos de bienes y servicios.
  5. La Incertidumbre Política y los conflictos geopolíticos en Oriente Medio y en Asia Oriental. 
  6. El cambio climático y su impacto sobre la producción agropecuaria. 
  7. La pérdida de confianza en las instituciones y en los partidos políticos. 

Según la mirada del FMI, el devenir de la economía mundial dependerá en gran parte de la evolución de las negociaciones entre China y los Estados Unidos, las dos mayores economías del mundo. También se identifica como riesgo la probabilidad de que el nuevo tratado entre México, Estados Unidos y Canadá se someta a algún proceso de ratificación interna. Además, se analiza el riesgo de que Estados Unidos eleve los aranceles sobre todos los automóviles y repuestos importados, afectando a dicha industria. Todas estas contingencias, de cumplirse, podrían generar un aumento de las barreras arancelarias superior al previsto, lo que tendría consecuencias adversas sobre las cadenas de abastecimiento, el aumento de la productividad y la inversión.

Un segundo factor de riesgo viene dado por amenazas puntuales en algunas economías de importancia sistémica. En Italia, por ejemplo, un período prolongado de elevadas tasas de interés podría trabar la actividad económica de dicho país, con impacto sobre la Europa. Otra cuestión que resulta amenazante es la probabilidad de que el Brexit se produzca sin mediar un acuerdo entre las partes, que tendría duras consecuencias sobre todo en el Reino Unido y en la Unión Europea, al elevar los costos del comercio. 

Por el lado de los Estados Unidos, el riesgo predominante es que la Reserva Federal opte por elevar las tasas de interés de referencia en mayor medida de lo que espera el FMI, lo que podría provocar una apreciación del dólar, generando un potencial impacto negativo en las economías de mercados emergentes y en desarrollo, como es el caso de Argentina, ya que se endurecerían las condiciones de financiamiento externo.  

En tercer lugar, se mencionan otras vulnerabilidades financieras. No está descartado el riesgo de que puedan existir ciberataques a la infraestructura financiera, lo que podría afectar gravemente los sistemas de pagos y los flujos comerciales de bienes y servicios.

En cuarto lugar, se habla de la incertidumbre política. No hay certezas acerca de los programas de políticas que aplicarán los nuevos gobiernos y tampoco hay certidumbre en los países que se encuentran en procesos eleccionarios. Los conflictos geopolíticos en Oriente Medio y en Asia oriental se suman a los factores de riesgo. De acuerdo al Fondo, estos factores no constituyen una amenaza considerable analizándolos en forma aislada, pero una combinación de sucesos adversos podría tener efectos negativos sobre la economía y el comercio mundial.

Por último, el informe destaca los riegos a mediano plazo, es decir, aquellos que tardarían un poco más en surtir efecto. Entre estos se encuentran el cambio climático y la pérdida de confianza en las instituciones y en los partidos políticos. El primero podría provocar fenómenos extremos de temperatura, precipitación y sequía, con graves consecuencias tanto humanitarias como económicas. El segundo factor, es decir, la pérdida de confianza, hace difícil que se puedan ejecutar reformas estructurales para estimular las economías y para combatir los riesgos mencionados.