Commodities

Soja avanza fuerte al cerrar la semana

Guillermo Rossi

La soja finalizó la semana con una fuerte recuperación, tanto a nivel local como externo, en respuesta al resurgimiento de la demanda cuando los precios en Chicago intentaron quebrar a la baja los u$s 10/bushel. La cosecha en Estados Unidos ya finalizó, pero el inverso que persiste en el mercado de harina de soja ilustra que todavía hay escasez de este producto para consumo norteamericano durante el invierno y exportación hacia Europa, por lo que las fábricas continuarán trabajando a todo vapor para alcanzar sus compromisos de entrega y abastecer el mercado. Sobre el cierre de la semana los rumores de que las autoridades de China podrían limitar las restricciones a la importación de residuos secos de destilería de maíz (DDGs) brindaron sostén adicional a los precios de la harina, ante la posibilidad de que la demanda doméstica se traslade a este producto en la búsqueda de raciones de alta proteína para alimentación animal.

El comportamiento del mercado sigue particularmente volátil, en la medida que en todo tipo de especulaciones respecto del futuro de la demanda impactan sustancialmente en los precios. Si bien las previsiones de stock final son igualmente holgadas, los precios mantienen una prima de riesgo a la espera del mercado climático sudamericano. De cumplirse las expectativas de cosecha en Brasil, Paraguay y Argentina probablemente emergerá una importante presión bajista y la demanda tendrá menor poder para levantar el mercado hasta los niveles de precio observados en los últimos años.

Hasta el momento las perspectivas productivas son relativamente optimistas en Argentina y Paraguay, pero un tanto inciertas en Brasil. Si bien el grueso de los analistas coincide en que las demoras en la siembra tendrán poco impacto en el potencial de rendimientos en este país, podría eventualmente reducirse el área destinada a siembras de segunda, especialmente en aquellos distritos que han regulado las fechas de implantación para prevenir la amenaza de la roya asiática. En el estado de Mato Grosso, por ejemplo, en el marco del "Vazio Sanitario" no se permiten cultivos de soja a campo entre el 1 de mayo y 15 de septiembre, limitando fuertemente la implantación de soja sobre soja en una misma campaña, una práctica que -con una regulación menos restrictiva- ocupó unas 120.000 hectáreas el año pasado. A nivel nacional se especula con un incremento del área implantada de más de un millón y medio de hectáreas, pero habría que ver si se confirma. De ser el caso, esta superficie daría lugar a una cosecha superior a 90 millones de toneladas. Las cifras de comercialización muestran una gran disparidad regional, pero en general se encuentran por debajo de los registros a la misma altura del año pasado.

En Argentina el avance de la siembra llega al 60% del área proyectada según los cálculos del Ministerio de Agricultura, que toman una superficie a ocupar de 20,13 millones de hectáreas. Sin embargo, fuentes privadas manejan cifras más elevadas, en el rango de 20,5 a 20,7 millones de hectáreas para todo el país. Si bien las condiciones climáticas son muy favorables hasta el momento, el potencial de rendimientos es incierto por el predominio de planteos con baja tecnología o sin una deseable rotación de los cultivos. En función de lo comentado, la mayoría de los participantes de la cadena comercial ha formulado proyecciones de producción cercanas a la cifra del año pasado.

La comercialización de soja nueva está repitiendo el comportamiento de los últimos años y no termina de despegar, pese al avance que muestran los planteos de la campaña. Los valores de referencia para la entrega en abril se encuentran en la zona de los u$s 250/ton, exhibiendo una caída cercana al 15% respecto de los forwards negociados a la misma altura del año pasado. Una de las razones del escaso flujo de negocios -se ha comprometido la entrega de apenas un poco más de un millón de toneladas- es que esta cifra implica convalidar quebrantos en regiones muy alejadas de los puertos o con altos costos de arrendamiento. Cabe señalar que el costo variable del cultivo oscila entre u$s 350 y 400 por hectárea, a lo que deben sumarse el alquiler y flete.

Por su parte, el segmento disponible continúa al compás de los vaivenes externos, reactivándose recién sobre el cierre de la semana cuando los precios se acercaron a los $ 2.500/ton con descarga en terminales portuarias de la zona Up River. Entre las ruedas desarrolladas el jueves y viernes en el recinto de esta Bolsa se negociaron unas 80.000 toneladas, respondiendo a la mayor necesidad de mercadería que tenían algunas fábricas que salieron a mejorar sus ofrecimientos cuando el mercado de Chicago les permitía tomar las coberturas necesarias.

Los márgenes de la industria continúan en rojo para la producción del aceite y demás subproductos, aunque ayuda el hecho de que el ritmo de industrialización continúa su marcha por encima de los registros a la misma época en los años 2012 y 2013, atenuando la incidencia de los costos fijos. A lo largo de la semana hubo muy poca actividad en el mercado FOB, ya que la demanda mundial está crecientemente concentrada en las provisiones norteamericanas. Sin embargo, Argentina será un proveedor importante de harina de soja en el mercado internacional en el futuro cercano, reportándose un programa de embarques desde terminales del Up River por 1,3 millones de toneladas hasta el 24 de diciembre.