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Soja: los factores externos profundizan la tendencia bajista de la soja


Los factores externos profundizan la tendencia bajista de la soja

La tendencia bajista prevaleció durante toda la semana para los precios de la soja, que mostraron una disminución acumulada cercana al 6%. Tanto los fundamentals como las influencias externas explicaron y justificaron el deterioro de los valores, no sólo de la oleaginosa sino de todas las commodities agrícolas. De hecho, de los granos negociados en Chicago, la variación de la soja fue la menor ya que el maíz cayó un 9% y el trigo más del 14%.

Desde los fundamentals, cada vez es más evidente la presión que ejerce el inminente avance de la cosecha en Brasil y en Argentina mientras que desde el frente externo, existe incertidumbre por la salud de la economía global.

Respecto a los primeros factores, esto es, los propios de oferta y demanda, el jueves el USDA publicó su reporte mensual. El informe mostró dos tipos de información relevante, una concerniente a los stocks finales en Estados Unidos y otra relacionada con la producción mundial. Respecto al primer dato, mientras que en el mercado se anticipaba un aumento de las reservas estadounidenses (el primero en los últimos once meses), el USDA mantuvo su estimación sin cambios respecto al informe previo. Esto tiene ciertas influencias alcistas en el sentido de que al haber menos grano disponible hay más competencia que se traduce vía precios.

En relación al segundo dato, el referido a la producción mundial, el efecto fue mayormente bajista para los precios. En el sentido esperado por el mercado, el USDA revisó al alza su estimación de la producción de Brasil, que alcanzaría los 70 millones de toneladas desde los 68,5 millones previstos en febrero. La corrección superó a los 69,8 millones que en promedio esperaba el mercado. Incluso los pronósticos locales son más optimistas. Por ejemplo, la agencia brasilera estatal Conab proyectó la produc-ción en el récord de 70,3 millones de toneladas, por encima de los 70,1 millones que había fijado en febrero. No hubo modificaciones en las proyecciones argentinas ya que el USDA mantuvo su estimación de 49,5 millones de toneladas, contrario a la disminución que se anticipaba entre los operadores. La abundante producción que se espera desde Sudamérica ayudará a satisfacer la demanda en un contexto de ofertas ajustadas.

Este mix de resultados llevó a que los efectos del informe sobre los valores fueran prácticamente neutrales, aunque continuaron predominando las bajas sustentadas en factores macroeconómicos y en la ralentización de la demanda. Si bien el reporte del USDA no aportó ningún dato nuevo, recuerda a los operadores y consumidores la severa escasez que existe en el mercado de maíz norteamericano en la actual campaña, lo que es uno de los factores cruciales detrás de la eventual competencia por acres entre los cereales y las oleaginosas que se observará en meses venideros.

Desde el frente externo, ciertos datos macroeconómicos reavivaron los temores respecto al estado de la economía global y sus consecuencias sobre la demanda de productos agrícolas: disminución por parte de la agencia Moody´s del rating crediticio de España; el inesperado déficit comercial que reportó China en febrero; el aumento en los reclamos por desempleo en Estados Unidos y los efectos del mayor terremoto en 140 años que afectó a Japón. Este contexto suma incertidumbre a un mercado global que ya viene siendo afectado por las crisis políticas del Medio Oriente y del Norte de África y lleva a los inversores a reducir su exposición al riesgo y a realizar parte de sus ganancias.

Por el lado de la demanda, también las cifras semanales de exportaciones reforzaron la tendencia bajista, ya que tanto los compromisos como las ventas efectivas cayeron respecto a la semana pasada. Esto señala el comienzo de la transición estacional de las operaciones desde Estados Unidos hacia Sudamérica. En el informe mensual, el USDA mantuvo sin cambios su proyección de las exportaciones de todo el ciclo comercial en 43,3 millones de toneladas. Actualmente, atravesamos la semana número 27 de la campaña y siendo casi la mitad de la misma el total de compromisos (ventas pendientes + exportaciones efectivas) ya representa el 92% del saldo proyectado. Esto muestra un gran avance de las ventas respecto a campañas anteriores.

De esta forma, los precios de todos los gra-nos y subproductos finalizaron en baja el viernes. Teniendo en cuenta los futuros más cercanos, la caída fue del 1,7% para la soja, que cerró a 487,4 dólares la tonelada y del 1,8% y 0,9% para el aceite y la harina respectivamente.

El inicio de la trilla y la escasa demanda presionan aún más a la soja local

La mayor parte de los cultivos de soja se encuentran finalizando la etapa de desarrollo de semillas o, en los lotes más avanzados, en la última fase de madurez. Algunas provincias ya comenzaron con recolecciones puntuales, como es el caso de Entre Ríos y del centro - norte de Santa Fe, fijando el inicio formal del período de trilla, cuyas actividades se agilizan a finales de marzo.

Durante la última semana se registraron lluvias dispares en las regiones productoras y las temperaturas fueron elevadas, lo que provocó cierto desmejoramiento en las condiciones hídricas del suelo en algunas zonas. Según el servicio GEA de nuestra institución, las reservas son escasas en el noroeste de Buenos Aires, en el sudoeste de Santa Fe y en el sudeste de Córdoba. Sin embargo, las lluvias registradas durante febrero aportaron suficiente humedad a los suelos y además, se anticipan precipitaciones para este próximo fin de semana que serían favorables para los cultivos.

El jueves el USDA publicó su informe mensual de oferta y demanda, cuyas revisiones tuvieron un efecto casi neutral sobre los precios en Chicago. En lo concerniente a Argentina, el Departamento de Agricultura mantuvo sin cambios su estimación de la producción 2010/11 en 49,5 millones de toneladas. Esto fue contrario a lo que se anticipaba en el mercado ya que, en promedio, los operadores y analistas aguardaban una reducción hasta los 49,2 millones de toneladas. La proyección del USDA es mayor a ciertas estimaciones locales, como la de nuestra institución, que en su último informe mensual fijó la cosecha en 49,1 millones de toneladas.

Los precios locales están siguiendo la tendencia bajista del mercado externo de referencia. En Chicago, la presión estacional frente al inminente ingreso de la cosecha desde Sudamérica junto a ciertos factores macroeconómicos como el terremoto en Japón fueron los responsables de la caída del 6% que se registró esta semana.

Las perspectivas más optimistas respecto a la cosecha, la presión directa que comienza a ejercer el inicio de la recolección y la menor demanda de los compradores llevó a que los precios cayeran $65 o un 4,8% desde el viernes pasado.

El primer día de operaciones después de los feriados por el carnaval hizo propias las bajas que venía registrando el mercado externo y las fábricas pagaron $1.330, representando una disminución de $40 desde el viernes. El jueves el informe mensual del USDA tuvo poco impacto en los precios locales y encontrando presión en el avance de la cosecha, los valores desatendieron ciertas mejoras externas y cayeron entre $10 y $40 según la fecha de entrega y el comprador, oscilando el precio ofrecido entre $1.320 y $1.290. El viernes, la caída se profundizó y los valores ofrecidos para la soja con descarga inmediata apenas si alcanzaron los $1.275, mientras que por la mercadería con descarga hasta el 20 del corriente, el precio que pagaban las fábricas fue de $1.305. El precio fijado por la Cámara Arbitral el día jueves fue de $1.315, siendo el más bajo desde finales de noviembre. Durante la semana el volumen informado fue escaso e incluso con jornadas sin operaciones relevadas. No obstante, prevalecieron los rumores de mejores valores por lotes importantes, por hasta $1.350.

Los precios de la soja nueva también se acoplaron a la tendencia bajista y desde la semana pasada cayeron más del 5%. Los compradores ofrecieron el jueves u$s 322, pero sin negocios relevados en el recinto mientras que el viernes disminuyeron sus ofertas hasta los u$s 320. También los precios futuros negociados en el Rofex cayeron esta semana y la posición mayo se negoció a valores similares a los ofrecidos por operaciones forward en el recinto. El viernes, el futuro mayo del ISR cerró incluso a valores inferiores, rondando los u$s 318 la tonelada.