Commodities

Soja sin mercado, ni precios

Guillermo Rossi

Pocos mercados de commodities de nuestro país funcionan mejor que el de la soja en Rosario. La gran cantidad de compradores y vendedores que participan diariamente de la operatoria, sumada a la amplia disponibilidad de información que circula en la plaza y la relativa homogeneidad del producto negociado, genera un mercado de estructura competitiva y con formación de precios representativos de las fuerzas de oferta y demanda. Esta Bolsa de Comercio, que aloja al mercado de físico con mayor desarrollo institucional de América Latina, es justamente el centro de gravedad de esa comercialización.

Sin embargo, pocas de esas virtudes se pudieron observarse en el recinto de la Bolsa durante los últimos días. El mercado de la oleaginosa sufrió una virtual paralización cuando a partir de esta semana se intensificó el bloqueo en los accesos a las terminales de la zona norte de Rosario, que concentran el grueso de la capacidad de procesamiento y son el destino mayoritario del tráfico de camiones que arriba a la zona. Según los informes diarios que los entregadores relevan hasta las 7am, los camiones estacionados en las playas de los puertos desde Timbúes hasta Arroyo Seco se encontraron por debajo de las 1.500 unidades entre el martes y jueves, cifra que representa aproximadamente un tercio de los ingresos reportados en la primera quincena de mayo.

Las consecuencias del conflicto entre los trabajadores aceiteros, las empresas y el estado escalaron más allá de las pérdidas sufridas por las partes involucradas. La salida de acción de la demanda de granos interrumpió buena parte del flujo de mercadería desde los campos y centros de acopio hasta los puertos, incrementando los costos de almacenamiento para los vendedores e implicando pérdidas para los transportistas. Afortunadamente, no es esperan para los próximos días complicaciones climáticas de magnitud que generen costos adicionales, aunque podría haber lluvias dispersas durante el fin de semana.

Más grave aún, fue el quiebre del circuito financiero del negocio. Un volumen significativo de mercadería en depósitos de los compradores que había sido entregada en condiciones "a fijar" no pudo establecer su precio en los últimos días, ya que los compradores no tenían actividad en el mercado ni concedían valores de referencia. Esto causó demoras en el cobro que se trasladaron a la cadena de pagos de las economías del interior.

La inversión en la que se incurrió para sembrar, proteger y cosechar 20 millones de hectáreas, excluyendo gastos de comercialización e impuestos, requiere de la venta de al menos 30 millones de toneladas de soja a los precios actuales. Sin embargo, hasta el 20 de mayo el volumen de soja "con precio" ascendía a sólo 14,5 millones de toneladas según datos oficiales. La proximidad de los vencimientos pone en apuros a muchos de los actores involucrados en el financiamiento de la campaña. Este factor podría ejercer influencia en la evolución de los precios de los "mercados de comprador" una vez resuelto el conflicto, ya que mucho "pricing" tendrá lugar en muy poco tiempo .

A lo largo de la semana sólo aquellos compradores que exportan el grano sin procesar permanecieron activos en la operatoria, buscando soja en condiciones Cámara en posiciones sin descarga sobre Rosario y Arroyo Seco. Los precios fluctuaron desde $ 1.830 hasta $ 1.900 por tonelada, dependiendo de las condiciones de entrega acordadas entre las partes. Para negocios diferidos se concedía en algunos casos el pago anticipado. En situaciones normales, los exportadores tienen menor competitividad que las fábricas para sostener en el tiempo su participación en el mercado, ya que la harina de soja cotiza en los mercados internacionales casi en paridad con el poroto y la carga por derechos de exportación que paga la industria es menor.

El panorama exportador del complejo oleaginoso se vio complicado también por el obstaculizado tránsito de buques cargados saliendo hacia el Atlántico. En la madrugada del martes quedó varado el Dubai Energy en el km 289 del Paraná, a la altura de San Pedro, obstruyendo el canal principal y dejando habilitada la navegación sólo a través del canal secundario para buques de menor tamaño. Se trata de la cuarta embarcación que queda varada en el mismo lugar en menos de un mes. Afortunadamente, el buque logró zafar en el mediodía del miércoles y por la tarde se reabrió la navegación.

La situación descripta llega en un momento poco favorable desde el punto de vista de los mercados externos. Los futuros de soja en Chicago finalizaron el mes con una caída cercana al 4,5% respecto de los valores de cierre de abril, en un marco de rápido avance de las siembras en Estados Unidos y demanda externa relativamente floja. Sin embargo, un rebalanceo de carteras de los fondos estabilizó la tendencia bajista a lo largo de esta semana y coberturas de posiciones vendidas permitieron una leve recuperación de los precios. A esto se sumó el buen desempeño de los futuros de aceite de soja, favorecidos por la recuperación del petróleo y los nuevos mandatos de utilización en Estados Unidos patrocinados por la Agencia de Protección Ambiental.

Los inventarios globales son abundantes en términos históricos y las perspectivas de crecimiento de la oferta se extienden hasta la próxima campaña, dejando pocas posibilidades para una escalada fuerte de los valores. Las primeras evidencias en Argentina y Brasil para 2015/16 plantean una probable suba de la superficie destinada al cultivo, pese a la caída de los precios y las dificultades financieras. Dicho incremento del área, por cierto limitado, estaría motorizado principalmente por la baja rentabilidad de producciones alternativas. Solo la llegada del mercado climático norteamericano en las próximas semanas podría generar nuevas oportunidades para el deprimido mercado local.