Las jornadas pasadas dejan atrás hechos más que relevantes para el ánimo inversor pero que no resultaron motivo de sobresalto para los operadores.

Comenzando por el Lejano Oriente, el lunes se dio a conocer que la economía china creció durante el segundo trimestre del año a razón del 7,5%. Este dato representa una desaceleración en la actividad, pero se presenta en línea con los pronósticos de los principales analistas. En este sentido, es un dato que se encontraba ya ampliamente descontado por el mercado.

Adicionalmente, el anuncio de medidas tendientes a ampliar el crédito disponible en el sistema financiero chino fue tomado como una buena señal, al interpretarse como un compromiso de las autoridades para que el gigante asiático recupere algunos pasos en su crecimiento.

Además, y como viene sucediendo semana tras semana, las declaraciones provenientes de la Reserva Federal marcaron el pulso de las cotizaciones. El pasado miércoles, el presidente de la Fed hizo su habitual exposición ante el Senado de los Estados Unidos. En sus declaraciones, Bernanke sonó algo más laxo que en instancias anteriores, reiterando que si bien existe una vocación de reducir las inyecciones de fondos que la autoridad monetaria viene realizando en el mercado (a través de su programa de compra de activos), esto no sucedería en la medida que los niveles de desempleo permanezcan elevados y la inflación controlada.

En forma prácticamente simultánea, se publicó el informe conocido como “Beige Book”, que recoge la percepción de la evolución de la economía por parte de los referentes de los 12 distritos que integran el sistema de Reserva Federal. Este documento tampoco dio pie a nuevas inquietudes, al repetir su habitual conclusión: expansión de la actividad a ritmo moderado.

Como un tercer aspecto relevante, la temporada de balances continúa su curso en línea con lo esperado. Los resultados de las empresas del sector financiero resultan favorables, sobrepasando en la mayoría de los casos los registros comparables anteriores e incluso las previsiones de los inversores.

En contraste, las empresas tecnológicas no presentan hasta el momento saldos tan favorables. De hecho, los balances de gigantes como Microsoft y Google no cumplieron con las expectativas, causando caídas en las firmas del rubro.

En resumen, los principales índices de Wall Street terminan la semana levemente en positivo, con la excepción de Nasdaq. En este último, la elevada ponderación de empresas del rubro tecnológico llevó a que el índice anote una caída respecto del nivel del pasado viernes.

Las bolsas europeas tuvieron un comportamiento alcista, aunque siguen con cautela la evolución de la delicada situación política e institucional imperante en España.

A esto se agrega que se dieron avances en la implementación de las medidas de restructuración del Estado que fueron impuestas a Grecia, alejando fantasmas de cesación de pagos de los bonos helenos. Al cierre del viernes, los principales índices accionarios de Europa registraban mejoras del orden del 1,5% al 4,5%.

Pasando al plano doméstico, el mercado vivió ruedas de efervescencia impulsadas, principalmente, por acciones del sector petrolero y los cupones vinculados al crecimiento.

El anuncio de un programa de incentivos para las inversiones en exploración hidrocarburífera, acompañado por la materialización del acuerdo entre la restatizada YPF y la estadounidense Chevron para llevar a cabo en forma conjunta el desarrollo de yacimientos, fueron ampliamente festejados por los inversores. Los papeles de Petrobras Argentina e YPF coparon el ranking de subas entre las acciones más negociadas de la bolsa porteña y apuntalaron al índice Merval que trepó un 5,7%.

A las subas de Petrobras Argentina (+17,3%) e YPF (+13,5%), se agregaron Telecom (+9,8%), Petrobras Brasil (+8,5%) y Banco Macro (+5%).

Con la mejora en las cotizaciones experimentadas esta semana, las acciones de YPF trepan un 44% en lo que va del año. Si se observa la evolución de la acción en New York (donde se negocia bajo el esquema de ADR) a fin de aislar el efecto de la variación en el tipo de cambio, la suba en lo que va del año es del 18%. Si bien el papel se encuentra aún lejos de sus máximos históricos, la recuperación presentada en las últimas semanas entusiasma a los inversores.

En terreno negativo estuvieron las acciones de la Sociedad Comercial del Plata (-5,8%), Pampa Energía (-1,8%) y Edenor (-0,3%).

Entre los títulos públicos, los cupones vinculados al PBI reafirmaron la recuperación del brillo que habían perdido durante los primeros meses del año. Las expectativas de que el crecimiento del año en curso genere un pago para los tenedores de este instrumento se muestran cercanas a la confirmación tras conocerse el estimado de variación en la actividad del mes de mayo. El indicador, publicado por el controvertido Indec, arrojó una mejora del 7,8% y validó las previsiones sobre las cuales algunos grandes jugadores tomaban posiciones.

De esta forma, los cupones anotaron ganancias de hasta el 11% en la semana y se consolidan como una de las inversiones más rentables de este 2013.

Los bonos en dólares también ganaron dinamismo a la suba, impulsados por la cotización del billete verde en el mercado informal y noticias favorables en la evolución de la causa por la deuda en default. Estos títulos experimentaron subas que llegaron al 8,8% para los bonos Discount regidos por Ley del Estado de New York. Sin quedarse atrás, el Bonar X y el Global 2017 marcaron variaciones positivas del orden del 7%.