Commodities

Comenzó la cosecha de maíz con mercado expectante

Guillermo Rossi

Los futuros del cereal en Chicago comenzaron la semana con fuertes bajas, recuperándose levemente en jornadas posteriores que limitaron el saldo negativo. De este modo, el contrato con entrega en mayo frenó una serie de siete subas semanales consecutivas, aunque igualmente se mantuvo en el rango de valores más elevados del último semestre, encontrando un soporte en su media móvil de 200 ruedas.

La tendencia positiva del mercado, apoyada en la buena marcha de las exportaciones de Estados Unidos y las perspectivas declinantes de la cosecha en Brasil, se interrumpió en parte por el despegue en el ritmo de ventas de los productores norteamericanos, en el marco de mejoras climáticas el medio oeste y un inminente comienzo de los trabajos de implantación en las zonas más adelantadas. En igual sentido actuó la reducción en la actividad de las plantas de etanol en las últimas semanas, con la producción del biocombustible cayendo hasta un mínimo de dos meses a comienzos de marzo.

Los temores por la evolución de la demanda de China, que impactaron de lleno sobre los precios de la soja y su harina a lo largo de la semana, también ejercieron cierta influencia sobre el mercado del cereal. Al parecer, la caída en el consumo forrajero en el gigante asiático, golpeado por brotes de gripe aviar y cierto debilitamiento en la marcha de la economía, permitiría a las agencias del estado en cabeza de Sinograin acumular una cantidad récord de inventarios durante la presente campaña. Frente a este panorama, se desvanece el potencial de crecimiento de las importaciones de China durante los próximos meses, aunque dependerá en gran medida de cómo evolucionen las siembras para la campaña 2014/15.

En Chicago, los futuros del cereal con entrega a cosecha continúan compitiendo fuertemente con los de soja en plena definición de la cantidad de hectáreas a sembrar con cada cultivo. En este sentido, cabe monitorear la evolución del diferencial de cotizaciones entre el maíz con vencimiento en diciembre y la soja a noviembre, puesto que la situación de abastecimiento global conduce a que las señales de precio "compren superficie" en favor de la oleaginosa. De hecho, las relaciones stock/consumo en Estados Unidos para ambos productos se encuentran en 10,9% y 4,4%, con gran ventaja para el forrajero.

Los guarismos de oferta y demanda del USDA publicados el lunes también impactaron sobre la acción del mercado, condicionando el panorama de la semana. Si bien la nueva previsión de stocks finales en Estados Unidos se ubicó en 37 millones de toneladas y quedó por debajo de la estimación promedio de analistas privados, a nivel mundial el organismo proyectó un inventario bien superior al que anticipaba el mercado. Esto último obedeció que el consenso mayoritario apunta a una cosecha en Argentina y Brasil inferior a los números del USDA. En el caso del país del norte, la situación de abastecimiento cobrará más certidumbre tras la publicación del informe de stocks trimestrales al 1 de marzo, que se conocerá a finales de este mes.

Bajo la mirada del USDA, la campaña 2013/14 en nuestro país se avecina con una cosecha de 24 millones de toneladas -fruto de un rinde promedio nacional de 72,7 qq/ha con superficie cosechada de 3,3 millones de hectáreas- y stocks iniciales por 1,4 millones. Este volumen de oferta se distribuirá aproximadamente en un tercio para consumo interno y dos tercios para exportación, manteniendo prácticamente sin cambios el inventario de principio y final de la campaña.

Fuentes privadas locales y del exterior advierten que incluso mediando un gran desempeño de los maíces tardíos -que dependerá de que no se presenten heladas tempranas- difícilmente la producción alcance las proyecciones del USDA, puesto que los episodios de calor extremo de diciembre y enero causaron enormes daños sobre los cultivos sembrados con mayor antelación, que son justamente los de mayor potencial de rendimiento.

Sin embargo, el devenir de las últimas tres campañas obliga a tomar cautela al formular estimaciones de producción, puesto que tanto en 2011/12 como en 2012/13 las previsiones iniciales subestimaron el resultado final al no ponderar adecuadamente el considerable peso que habían ganado las siembras de los meses de diciembre y enero. En otras palabras, si hace unos cinco años era posible estimar la cosecha a finales de febrero, ahora recién puede conocerse un número definitivo en abril o mayo, siendo crecientemente importante su contraste con el flujo comercial.

La pequeña ventana de clima seco de los últimos días en la zona núcleo permitió un pequeño avance de los trabajos de recolección, a pesar de la elevada humedad del grano. Aún así, continúa observándose un importante retraso de la trilla en términos interanuales. Los rindes relevados hasta el momento en la zona núcleo por el servicio GEA - Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario se encuentran en línea con las expectativas de los últimos días, destacándose partidas de entre 70 y 100 qq/ha en los mejores casos y otras inferiores a 50 qq/ha sobre el noroeste de la provincia de Buenos Aires.

Al margen del retraso en la colecta, también se destaca una importante disminución del volumen comprometido a través de contratos forward frente a la pauta usual. Hasta la semana pasada, los exportadores acumulaban declaraciones de compras por unas 3 millones de toneladas, volumen que no llega al 15% de la producción y representa aproximadamente la cuarta parte del que ya se encontraba negociado a la misma altura del año pasado. También en forma inédita, el 60% de la mercadería ya negociada se acordó bajo la modalidad "a fijar", quedando un grueso muy significativo de ese volumen a la espera de una mejora de los precios para cerrar la fijación y cobro del negocio.

Sin embargo, los valores de mercado muestran gran debilidad para quebrar con fuerza la barrera de los u$s 170/ton, zona donde un importante flujo de oferta espera para cerrar operaciones. A lo largo de la semana, el grueso de los negocios se acordó a valores ubicados entre $ 1.280 y 1.300 por tonelada, quedando en u$s 165/ton en operaciones con entrega diferida desde marzo hasta junio sobre diversas terminales portuarias de la región.

El panorama de trabajo en los puertos ha despegado levemente en los últimos días, aunque se mantiene muy por debajo de los niveles normales de mediados de marzo. Entre jueves y viernes repuntó levemente el ingreso de camiones a las terminales, pero sin llegar a las 1.500 unidades diarias. El accidente que sufrió un buque que se encuentra varado en el kilómetro 407,9 del Paraná todavía no impactó en el mercado de maíz, a pesar de haber interrumpido el 80% de la circulación. En función del movimiento comercial y la carga programada en las terminales, cabe esperar embarques por menos de 500.000 toneladas en el mes de marzo, volumen que representaría una caída superior al 50% frente al promedio de los últimos cinco años.