Commodities

Soja en caída mientras se empalman cosechas

Emilce Terré

El mercado internacional de soja ha perdido la fortaleza que mostraba hasta las semanas previas, frente a un reporte del USDA que fue percibido como bajista por los operadores. En efecto, el mercado había dado por descontado que, con exportaciones norteamericanas comprometidas por el total de lo que se esperaba embarcar en todo el año comercial (que concluye recién el 31 de agosto), el Departamento de Agricultura revisaría al alza su proyección de ventas al exterior. Sin embargo, si bien éstas últimas aumentaron 0,5 millones de toneladas a 41,6 M ton, al mismo se recortó la estimación de crushing de soja en 0,3 millones de toneladas a 46 M ton, siempre respecto al informe de febrero. Como resultado de lo anterior, la estimación de stocks estadounidense al final de la campaña 2013/14 bajó menos de lo que el mercado esperaba, a 3,9 millones de toneladas.

En particular, se asume que pasada la época donde las exportaciones norteamericanas de soja son estacionalmente más fuertes, de aquí a agosto los compradores internacionales privilegiarán el abastecimiento desde el Hemisferio Sur, donde está comenzando la cosecha. De este modo, pese a que el ritmo de embarques estadounidenses fue superior a lo normal hasta aquí, ello se revertiría en lo los próximos seis meses.

En lo que hace al panorama global, el USDA recortó la estimación de producción sudamericana de soja 2013/14 pero menos de lo que esperaba en promedio el mercado, con lo que se vio reforzado el efecto bajista sobre los precios. Para el caso brasileño, la producción prevista por el organismo pasó de 90 a 88,5 millones de toneladas, cuando en promedio los operadores descontaban un guarismo más cercano a los 88 millones. En lo que hace a la producción argentina 2013/14, el USDA mantuvo sin cambios su estimación de marzo en 54 millones de toneladas, cuando se creía que ésta también sería revisada a la baja.  

Es interesante notar que, a contrario de lo que ocurría campañas pasadas, esta vez las previsiones del USDA parecen más pesimistas que las locales en lo que respecta a las cifras de producción. El informe mensual de estimaciones de producción de GEA dado a conocer esta semana reportó que en base a una superficie sembrada estimada en 20,3 millones de hectáreas y una superficie no cosechada de 440.000 hectáreas (debido fundamentalmente a los excesos hídricos del mes de febrero), la cosecha argentina sería de 54,7 millones de toneladas.

En este sentido, el informe destaca la notable recuperación del cultivo tras el pulso seco y caluroso que infligieron un notable ajuste de las reservas de agua en el suelo durante diciembre de 2013 y enero de este año. En este sentido, la situación es la opuesta a la experimentada la campaña anterior cuando la aguda falta de precipitaciones durante enero y febrero del 2013 pudo sortearse, y con grandes dificultades, en base a las reservas de agua que había dejado un diciembre de 2012 extremadamente lluvioso.

Por otro lado, para el área de seguimiento de GEA en la zona núcleo las siembras tempranas de soja ya están culminando su ciclo sin problemas generalizados por las enfermedades que caracterizan a esta etapa, en contrario de lo que se esperaba. Con ello, se dará inicio al grueso de la cosecha a fines del mes de marzo, manteniendo perspectivas optimistas de rinde. En lo que hace a la soja de segunda, en pleno período crítico, se hace más foco en enfermedades de fin de ciclo y chinches, aunque todo apunta a que la brecha de rindes entre la soja temprana y la de segunda se encontraría por debajo de lo normal durante esta campaña.

En lo que respecta Brasil, el organismo oficial de estimaciones Conab dio a conocer el jueves último sus proyecciones de marzo, donde recortó la producción de soja que prevé para la campaña 2013/14 de 90,01 a 85,4 millones de toneladas ante las adversidades climáticas que sufrió el cultivo durante su desarrollo. Esta menor oferta redundaría tanto en menores exportaciones como procesamiento interno en relación a lo que se preveía inicialmente, pese a lo cual no debe perderse de vista que esta cifra continúa representando una importante mejora respecto a las 81,5 millones de toneladas cosechadas el año anterior.

En efecto, tanto en Brasil como en Argentina la producción de soja seguirá siendo récord esta campaña, a lo que se suma en nuestro país particularmente la adición de un importante volumen como stock inicial. Ello, sumado a las perspectivas de un importante aumento en el área sembrada en Estados Unidos en septiembre (incluso a costa de cultivos alternativos como el maíz), continúa siendo uno de los principales limitantes a la suba de precios.

Ahora bien, la mayor oferta comentada ha sido mayormente descontada en los precios internacionales, por lo que a menos que suceda algo muy inesperado el mercado climático va perdiendo efecto. Sin embargo, esta semana se hizo tangible el temor por un desaceleramiento de la demanda china, quien representa más del 60% del total de compras del comercio internacional sojero.

Sucede que se esperaba que China pudiese hacer algunas cancelaciones de compras Estados Unidos en favor de las provisiones desde Sudamérica, más competitivas en época de cosecha. Frente a ello, la noticia acerca de cancelaciones de importaciones pactadas con Brasil por al menos 600.000 toneladas. Considerando que ya había comenzado a generar resquemores un dato de exportaciones desde el gigante asiático   para el mes de febrero muy por debajo de lo previsto, el debilitamiento de los márgenes brutos de procesamiento en China suma al pesimismo por el ritmo de demanda a futuro.

Este panorama explica la presión ejercida sobre las cotizaciones del mercado internacional, que se tradujeron al mismo tiempo en un debilitamiento de los precios negociados en el mercado local. En efecto, las ofertas abiertas en el recinto del Mercado Físico de Granos se ubicaron por debajo de las escuchadas la semana anterior, tanto para la entrega corta como para los negocios a cosecha con descarga entre los meses de abril y julio. Al mismo tiempo, se hace tangible el empalme de las cosechas con una caída proporcionalmente más aguda en las ofertas más cortas.

Por otro lado, los Mercados a Término tampoco lograron sostener las cotizaciones en la semana, frente a lo cual los precios Pizarra de referencia establecidos por la Cámara Arbitral sufrieron una notable corrección: de la ilusión de algunos por ver una Pizarra a $ 3.000/ton, ahora preocupan valores que rondan los $ 2.500/ton.

En el corto plazo, resta ver el flujo de venta de esta abultada cosecha sudamericana 2013/14. Es sabido que Brasil atravesó graves problemas logísticos la campaña pasada para embarcar una producción incluso menor a la que se espera para este año, mientras que en Argentina el transporte fluvial se vio interrumpido en la semana por un buque varado en el Up River, que afectó sensiblemente la operatoria en momentos donde la baja del nivel del río comienza a preocupar. Por otro lado, habrá que seguir con atención el ritmo de ventas de la cosecha luego de un arranque más lento que el promedio en lo que hace a los negocios a plazo para la cosecha nueva. En este sentido, la logística y el ritmo de negocios digitarán desde nuestras latitudes el mercado en las próximas semanas, siempre suponiendo que no haya importantes interrupciones en las compras de nuestros principales socios comerciales.