Finanzas

Con selectividad y a contramano de los mercados internacionales, el Merval sigue en alza

Leandro Fisanotti

Noticias corporativas e indicadores de la agenda macro global presionaron a la baja los mercados de referencia a nivel internacional, que terminan la semana anotando fuertes caídas. En Wall Street, el índice Nasdaq sufrió su peor caída diaria en más de dos años al retroceder el jueves un 3,1%. En lo que respecta a la plaza local, se sostiene el impulso alcista motivado por el renovado interés de los inversores por los activos argentinos, aunque comienza a prevalecer un mercado más volátil y selectivo.

El inicio de la temporada de balances para las cotizantes estadounidenses se da con un sesgo negativo. Los inversores no se muestran convencidos de que los resultados que presenten las empresas respalden las subas experimentadas en las cotizaciones y dieron inicio a una toma de ganancias, especialmente en los sectores que mayores subas acumularon en el primer trimestre.

Este vaticinio parece confirmarse en las primeras publicaciones de los estados contables. El banco JPMorgan decepcionó a sus accionistas al anunciar ganancias un 20% por debajo de las registradas un año atrás. La caída en los beneficios fue incluso superior a las previsiones de los analistas y llevó pesimismo a las plazas financieras.

Un sondeo realizado por una consultora privada reflejó que de las 500 empresas que integran el índice S&P500, 93 han revisado a la baja sus previsiones de ganancias para el trimestre. Así, los principales índices bursátiles de los Estados Unidos terminan la semana con caídas del 2,4% para el Dow-Jones de industriales y 2,7% para el Standard & Poor’s 500.

En la semana próxima se esperan los balances de gigantes como Google, Johnson & Johnson, Citigroup y Coca-Cola, lo que promete ser el principal driver de los mercados.

Fuera de los Estados Unidos, la economía china no deja de ser motivo de preocupación entre los inversores al arrojar nuevas señales de debilidad. El nivel de precios al consumidor en el gigante asiático volvió a marcar una variación por encima del objetivo expresado por las autoridades, impulsado principalmente por los precios de los alimentos. Esto pone nuevamente sobre la mesa de discusión una política de enfriamiento de la economía que presionaría la demanda global y siembra dudas respecto al impacto que tendría sobre el sistema financiero chino.

En este contexto, las bolsas europeas experimentaron una semana bajista, con caídas para las principales cotizantes del bloque continental que promediaron el 3,5%. En Tokio, el índice Nikkei – que replica el comportamiento de las principales 225 acciones de Japón – retrocedió a un mínimo de seis meses.

El repaso internacional de la semana no puede pasar por alto la colocación de deuda que realizó Grecia en los mercados de deuda. La economía helena estuvo en el epicentro de la crisis financiera que golpeó a Europa a partir de 2008 y se enraizó en un contexto de bajo crecimiento a nivel del bloque continental. En este escenario, Atenas debió embarcarse en un proceso de rescate y restructuración de sus pasivos, alcanzando el triste récord del mayor incumplimiento soberano de la historia (superando el episodio argentino), sólo logrando evitar la bancarrota producto de la asistencia financiera del BCE y el FMI.

Tras cuatro años sin lograr obtener financiamiento en los mercados voluntarios de deuda, Grecia captó esta semana fondos por 3.000 millones de euros a un plazo de 5 años y una tasa 4,95%. Más allá de que algunos analistas interpretan el respaldo brindado por el mercado como un reconocimiento a la gestión realizada por las autoridades de ese país, la abrumadora demanda que tuvo la colocación de los bonos a pesar que la economía griega se encuentre aún tambaleante habla de una cortísima memoria de los inversores y una sostenida situación de liquidez entre los operadores.

Esto no deja de tener su correlato en el mercado local al trazar una inevitable contrastación con los activos argentinos. YPF debió afrontar un rendimiento significativamente superior al licitar deuda días atrás y los títulos emitidos por el Estado nacional siguen rindiendo más de dos dígitos en plazos aún más cortos. Motivos adicionales por lo que los papeles argentinos ganan interés entre los inversores internacionales como una apuesta de riesgo en el mediano plazo.

En lo que hace al mercado local, el Merval anotó una suba del 1,3%, operando a contramano de las plazas de referencia y con creciente volatilidad.

Entre las acciones que integran el lote más líquido del mercado local, las mayores subas se dieron en los papeles de Edenor (que avanzaron un 9,4% respecto del viernes pasado), seguidas de Aluar (+5,9%) y Telecom (+5,6%).

La distribuidora eléctrica sigue entre las preferidas ante los vientos de cambio en materia de política energética y se consolida como la acción que más sube en lo que va de 2014. No obstante, las energéticas que cotizan en el panel general también se suman al postergado “veranito” y anotaron atractivas subas en la semana que finaliza. La empresa Transportadora de Gas del Norte logró un ajuste en sus tarifas (por primera vez en casi 15 años) y la cotización del papel (TGNO4) se disparó más de un 20%. En el año, el papel acumula un notable 63% de suba.

La generadora eléctrica Central Puerto también exhibió una gran demanda y mejoró un 19% respecto del viernes pasado, confirmando las expectativas de los inversores para el sector.

Un párrafo final para Siderar, que despide la semana con un anuncio de peso para los inversores. La Asamblea de accionistas definió el pago de un dividendo en efectivo equivalente al 15,25% del capital social ($ 0,1525 por acción), noticia que resultó festejada por los tenedores del papel.