Commodities

De mayor a menor en el mercado de maíz

Guillermo Rossi

La semana comenzó con precios externos en alza para el cereal, impulsados por las cifras de producción y stocks informadas por el USDA el viernes pasado. Sin embargo, la recuperación del mercado motivó una aceleración en el ritmo de ventas de los productores que no tardó en deprimir nuevamente los precios. Esta situación se presentó en simultáneo con una caída en la demanda, que reafirmó la baja observada.

El volumen récord de maíz norteamericano sin vender en manos de los productores es una poderosa amenaza bajista de cara a las próximas semanas. A esta situación se le debe incorporar la inminente competencia de Sudamérica en el mercado de exportación, que tomará fuerza a partir del mes próximo, y la caída en la producción de etanol reportada por la Administración de Información Energética de Estados Unidos. El nivel de actividad de las plantas se encontró recientemente en su nivel más bajo de los últimos tres meses y medio, reportándose una producción promedio de 868 mil barriles diarios del biocombustible.

El reciente fortalecimiento del dólar frente al resto de las monedas ejerció presión bajista adicional. Los fondos especulativos actuaron como netos vendedores de contratos, rebalanceando sus carteras tras las coberturas de posiciones vendidas de la semana pasada. En Estados Unidos se especula que la Reserva Federal continuará su política de retiro de estímulos durante los próximos meses, algo que quitará liquidez en forma gradual de los mercados de commodities agrícolas, pudiendo ocasionar a largo plazo una suba de la tasa de interés. Esta última variable ha mostrado una importante correlación negativa con los precios de las materias primas a lo largo de las últimas décadas.

Los vaivenes externos causaron poco impacto en la plaza local, donde los precios de mercado se mantuvieron mayormente estables. El segmento disponible continúa sin participación de la exportación, que cuenta con una disponibilidad de existencias superior al volumen colocable en el exterior hasta el cierre de la campaña. Los últimos datos oficiales advierten que las compras de maíz acumulan 19,3 millones de toneladas y los embarques se encuentran tres millones de toneladas por debajo, cuando restan seis semanas para el comienzo formal del ciclo 2013/14. De acuerdo a la carga programada que difunden las agencias marítimas, sólo esperan embarcarse unas 75.000 toneladas hasta la tercera semana de febrero en los puertos de todo el país.

En consecuencia, los consumos son los únicos participantes del segmento disponible, ofreciendo valores ubicados entre $ 1.000 y 1.080 por tonelada bajo distintos requerimientos de calidad y condiciones de entrega y pago. Sobre el cierre de la semana se obtenían $ 1.000/ton en Clason y Chacabuco, $ 1.010/ton en Arroyito, $ 1.020/ton en Villa Amelia y $ 1.050/ton en Baradero en condiciones Cámara con descarga inmediata. En distintas zonas del país las existencias son notablemente bajas y en algunos casos se sustituye el maíz con cebada, aunque la producción de esta última se concentró mayormente en el sudeste de la provincia de Buenos Aires.

La necesidad de ganar la pulseada en un disputado mercado de maíz ha llevado a estos participantes a posicionarse también en la cosecha nueva, realizando ofrecimientos que buscan la entrega diferida hasta marzo o abril con la necesidad de convalidar en muchos casos precios más elevados que los exportadores, aunque bajo condiciones de pago generalmente menos convenientes para el vendedor. Las cotizaciones del cereal con descarga en marzo fluctúan entre u$s 145 y 155 por tonelada, mientras que el precio FAS teórico se encuentra en el punto medio de ese intervalo. La exportación acumulaba compras de maíz nuevo por 1,7 millones de toneladas al 8 de enero y la industria por menos de 100.000 toneladas al 4 de diciembre.

La mayoría de los negocios por maíz nuevo sigue realizándose bajo la modalidad "a fijar". Según los datos oficiales del Ministerio de Agricultura, dicha proporción llega al 75% de lo comercializado hasta el momento. Las referencias utilizadas para la formación del precio al momento de la fijación son los mercados a término del país o los futuros de Chicago con entrega en diciembre, sufriendo un descuento de entre u$s 20 y 30 por tonelada.

Por estos días se monitorea con gran preocupación la condición de los cultivos sembrados en septiembre y octubre, al tiempo que las perspectivas climáticas de los próximos días terminarán de definir el área total de coberturas en la presente campaña, en la que se consolidó una mayor intención hacia variedades tardías o de segunda. En ello es crucial seguir el avance de las labores en las regiones NOA y NEA, donde se estima que restan implantar unas 400.000 hectáreas. Las lluvias de las últimas semanas en el norte del país han permitido fortalecer las reservas de humedad de los suelos. En la zona núcleo el maíz de primera se encuentra comprometido tras los avatares climáticos de fines de diciembre y principios de enero, aunque los cultivos mantienen una buena condición en localidades puntuales con buenas reservas de humedad. Igualmente, gran expectativa se concentra en la posibilidad de un evento pluvial hacia el comienzo de la próxima semana que logre contrarrestar el deterioro reciente. Igualmente, es poco probable que durante las próximas dos semanas los cultivos reciban toda el agua que necesitan para ponerle un piso a los rendimientos mínimos.