Los mercados globales comenzaron la presente semana con cautela, a la espera de un amplio conjunto de datos referidos tanto a la salud de la macroeconomía norteamericana como al desempeño de su sector privado. Pero el curso de los días permitiría despejar la incertidumbre y vislumbrar un panorama más auspicioso.

En este contexto, el martes se conoció en Estados Unidos un alentador informe sobre la confianza de los consumidores, concluyendo que se cuenta con buenas perspectivas del público en materia de crecimiento, empleo e inflación. El optimismo a que dio lugar esta publicación fue confirmado el día miércoles, esta vez, mediante el discurso del presidente de la Reserva Federal Ben S. Bernanke. Si bien el funcionario reconoció ante los periodistas que el crecimiento es moderado y las mejoras en el mercado laboral son aún débiles, la ratificación del programa de estímulos a la economía y la afirmación de que las tasas de interés continuarán siendo bajas no contrariaron el ánimo inversor.

Asimismo, la semana recibió el estímulo adicional que le confirieron los buenos resultados corporativos. Con el transcurso de los días, pudo comprobarse que las fuerzas productivas de los Estados Unidos marchan a todo vapor. Al comenzar el viernes, de 269 empresas incluidas en el índice S&P 500 que publicaron sus resultados con posterioridad al 11 de abril, el 77% había logrado superar las expectativas de los analistas.

Como consecuencia de los factores comentados, los mercados de referencia mundial respondieron con enérgicas subas. El índice Dow Jones Industrials, por ejemplo, logró una expansión semanal del 2,44%, cerrando el viernes en 12.810,50 puntos. Por su parte, el índice Nasdaq Composite, exponente del sector tecnológico en la principal economía del planeta, llegaba el viernes a los 2.873,54 puntos, su máximo desde principios de 2001, mostrando rendimientos positivos en 9 de las últimas 10 ruedas. No obstante, pese al shock positivo que impulsó los mercados, no deberíamos soslayar que el país del Norte enfrenta acuciantes desafíos en materia fiscal, lo que representa para sus líderes políticos una gran amenaza sobre el gobierno de la economía.

Las bolsas del viejo continente replicaron en forma generalizada aquel buen andar, culminando la semana con una marcha vigorosa. El índice alemán DAX tuvo un rendimiento semanal del 3,00%, en tanto que el índice Euro Stoxx 50 -de referencia en la eurozona- se expandió 2,55%, ambos llegando al viernes con siete subas consecutivas.

A diferencia del contexto internacional, el panorama local luce menos definido. Abril finalizó con una variación apenas positiva para el índice MERVAL, afectado por los vaivenes del ambiente de negocios local y la complejidad de nuestro mapa político. Los pequeños volúmenes negociados y la considerable diferencia entre los máximos y mínimos mensuales, son señales de que el mercado local atraviesa una zona de indecisión.

Bajo este marco, las cotizaciones tuvieron un movimiento dispar. Los mejores desempeños semanales fueron alcanzados por Pampa y Tenaris, de 3,17% y 3,25% respectivamente, en tanto que el sector bancario resultó el más golpeado, con importantes bajas para Banco Francés (5,16%) y Galicia (4,36%). En el agregado, la última semana del mes mostró un rendimiento de -0,23%, llegando el viernes a los 3.406,02 puntos. Transitando el segundo trimestre del año, se observa un índice MERVAL con un sostenido desacople respecto de los mercados