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Soja: los futuros en Chicago se recuperaron al final de la semana


El mes de abril finaliza para la soja en Chicago con una variación negativa del 1,25%, comportamiento que hubiese sido peor de no ser por la suba demás del 3% que se registró en la jornada del viernes.

A nivel semanal, el desarrollo fue variado (mayormente bajista) y gran parte de las influencias provinieron de los cereales, cuya tendencia fue copiada por los precios de la oleaginosa. Las condiciones climáticas juegan un rol crucial en toda la temporada de crecimiento de los cultivos. Pero por el momento, el clima afecta a la soja de manera indirecta ya que sus efectos se sienten hoy en mayor medida sobre el maíz (por el exceso de lluvias en el Medio Oeste) y sobre el trigo (por la sequía en Estados Unidos, Europa y China). Sin embargo, lo que ocurre en los precios de los cereales se traslada inmediatamente a la soja. Las cuestiones climáticas para esta última comienzan a tener una participación más activa recién a partir del mes de mayo. El USDA el lunes próximo dará su primera estimación sobre el avance en las siembras.

Respecto al maíz, el exceso de lluvias y las bajas temperaturas han demorado el avance de las plantaciones (sólo se ha implantado un 9% del área estimada). Esto, sumado a las ajustadas ofertas, da sustento suficiente al cereal. En términos de precios, esta situación impulsa de manera directa a la soja ya que sus valores deben ser competitivos para que los farmers se inclinen por la oleaginosa y además, al estar el clima dificultando las plantaciones de maíz hay expectativas (crecientes) de que la superficie con soja se incremente en las próximas semanas (la oleaginosa puede sembrarse más tarde).

Desde los fundamentals propios de la soja, están ingresando las ofertas desde Sudamérica. En Brasil, el clima seco permitió que hasta el domingo pasado se llevaran recolectados un 91% de los cultivos mientras que en Argentina la trilla ya supera el 76% de la superficie implantada (promedio entre soja de primera y de segunda). En las últimas semanas, los embarques de soja sudamericana han absorbido el negocio de exportación estadounidense, lo cual se corrobora en los informes semanales de ventas externas del USDA. Lo mismo ocurre con la demanda de harina y aceite, ya que los consumidores se orientan hacia las ofertas argentinas y brasileras.

Asimismo, cierta presión provino de noticias relacionadas con China, que es el principal importador mundial de soja. La semana pasada el país asiático confirmó la cancelación de entre seis y ocho cargamentos de soja desde Sudamérica (para entregar en junio o julio) y difirió otros veinte embarques más (programados para embarcar entre julio y septiembre). Esto se debe a que el gobierno accedió a vender a las plantas procesadoras (que están operando a pérdida) 3 millones de toneladas de soja de sus reservas a un precio inferior a cambio del congelamiento de los precios del aceite doméstico. La liberación de reservas apunta a disminuir la inflación que en marzo trepó hasta el 5,4% (el nivel más alto en 32 meses).

Como para los operadores es muy difícil cancelar embarques, intentan demorar los cargamentos. Normalmente, los compradores chinos vuelven al mercado norteamericano en octubre y si estas demoras se efectivizan, los chinos se orientarían hacia el hemisferio norte recién en noviembre. Esto se debe a que si las importaciones disminuyen quedará en el mercado un importante volumen de soja argentina y brasilera que competirá con la nueva cosecha de Estados Unidos y amenazará la posición líder que tiene en el cuarto trimestre del año.

Esta venta de reservas sólo alivia la situación de los procesadores temporalmente, ya que los requerimientos mensuales rondan los 4 a 4,5 millones de toneladas. De todos modos, la medida adoptada por el gobierno llevó a que algunas entidades recortaran su estimación de las importaciones de todo el ciclo 2010/11 (Oct/Sep) fijándolas en 53 millones frente a los 57 millones proyectados por el USDA. Además, las importaciones para abril y mayo se estiman que crecerán a un ritmo inferior al observado en el mismo período pero del año pasado. Dada la importancia de China en el comercio global, este tema genera una posible presión bajista en los precios a corto plazo.

Entre los factores externos que repercutieron sobre los granos, el principal fue la reunión de la Reserva Federal, cuyos anuncios fueron aguardados con cautela por los operadores de todos los mercados. El presidente de la FED comunicó que no cambiará el rumbo de la política monetaria y afirmó que el nivel de endeudamiento es el problema económico más importante que enfrenta el país. Cabe destacar que la semana pasada la agencia Standard & Poors recortó su calificación crediticia de Estados Unidos, ya que hay riesgo de que los legisladores no lleguen a un acuerdo sobre el plan a seguir para rebajar el déficit de presupuesto.

El viernes, después de tres días seguidos de pérdidas, los precios mostraron ganancias del 3,1% gracias a compras especulativas y factores externos. La soja mayo, sobre la que no se realizó ninguna entrega durante la jornada, finalizó a 511,75 dólares. Los subproductos siguieron la tendencia subiendo un 3% el aceite y 2,7% los futuros de harina.

Firmes precios a pesar del avance de la trilla

A pesar de que sigue ingresando al mercado, la necesidad de los compradores llevó a que la soja elviernes se negociara abiertamente a $1.300. Este valor, que es casi un 5% superior al del jueves, fue pagado por la exportación mientras que las fábricas mantuvieron sus ofertas en $1.290, aunque según los vendedores se pudieron realizar algunos negocios hasta por $1.310.

Con este nivel de precios, el mes de abril pudo recuperarse parcialmente, mostrando una caída de sólo el 0,8% frente al 5,5% que venía acumulando hasta el jueves. A nivel semanal, la merma fue del 0,4% ya que el miércoles pasado, último día de operaciones por los feriados de Semana Santa, los exportadores pagaron $1.305 por la soja con descarga inmediata. Este valor se mantuvo al inicio de la semana, pero luego el mercado local copió las bajas externas. El precio más bajo informado en el recinto fue el correspondiente al jueves, cuando tanto las fábricas como la exportación pagaron $1.240. Ese día en Chicago la soja cayó un 2%, con pérdidas superiores en los cereales. Este valor tan bajo no se escuchaba en el recinto desde mediados de noviembre. Sin embargo, los rumores de negocios por encima de los $1.250 fueron confirmados con el precio de la Cámara, que para el jueves fijó una Pizarra de $1.256.

En todas las jornadas hubo mejores cotizaciones para operaciones de volumen que, en general, difieren entre $5 a $20 de los valores informados abiertamente por los operadores. Además, se escucharon ofertas para entregar la soja entre junio y julio, a precios que oscilaron entre los $1.300 y $1.320. Durante el período analizado, los tan controvertidos precios de pizarra no fueron tan diferentes de los ofrecidos en el recinto. Si bien siguen existiendo algunas divergencias, no son tan amplias como las registradas en otras ocasiones. Así, el máximo valor fijado por la Cámara correspondió a las operaciones del día lunes 25, cuando la pizarra marcó $1.309 para la soja con entrega inmediata. En las dos últimas semanas, en el recinto se negociaron más de 100.000 tn de la oleaginosa, concentrándose el mayor volumen en los días de precios más elevados.

En materia de cultivos, el Ministerio de Agricultura divulgó su informe mensual de estimaciones agrícolas el cual fijó el área sembrada en 18,65 millones de hectáreas y una producción final de 50,4 millones de toneladas. Recordemos que según nuestra institución la producción alcanzaría los 49,7 millones (con una superficie de 18,8 millones de hectáreas).

Es cierto que la llegada de lluvias benefició al desarrollo de los cultivos, revirtiendo el panorama inicial ante las perspectivas de un año Niña. Sin embargo, ciertas entidades (como Oil World) consideran que una proyección de cosecha superior a los 50 millones es demasiado optimista, ya que los lotes de segunda fueron afectados por el calor y esto seguramente repercutirá en los rendimientos finales.

En los últimos diez días se avanzó con la cosecha: 93% para la soja de primera y 60% para la de segunda. Los lotes de primera están mostrando un desempeño excelente y, según GEA, alcanzarían un rinde promedio de 36 qq/ha. Las plantas de segunda, por el contrario, se vieron afectadas por el calor y se estima un rendimiento promedio menor, cercano a los 20 qq/ha. Si bien esta semana que transcurrió fue favorable para la trilla parece que no ocurrirá lo mismo en los próximos días, ya que los pronósticos auguran lluvias abundantes lo cual de confirmarse, interrumpiría las tareas.

A nivel de comercialización, entre exportadores

e industriales han comprado un 40% de los 49,7 millones estimados, o su equivalente de 20 millones de toneladas. El ritmo de comercialización es apenas inferior al 42% del año pasado y al 41% del promedio quinquenal para esta época, tal como se observa en el cuadro adjunto de Indicadores Comerciales. Durante las últimas semanas han aumentado los permisos de exportación en sintonía con el avance de la cosecha y en la comparación anual del mes de abril, se registra una mayor cantidad de permisos para la venta al exterior de harina pero no así de aceite y poroto.