Commodities

La demanda por soja frenó la sangría de precios

Emilce Terré

Problemas climáticos en Sudamérica y la fortaleza de la demanda dieron sostén a los precios de la soja en un mercado que ya ha descontado una ampliación oferta disponible en la nueva campaña 2014/15.

A principios de octubre, el contrato de futuro más cercano que se negocia en Chicago tocó su valor más bajo de los últimos cuatro años y medio. Desde entonces, ha recuperado cerca del 14% de su valor, para cerrar el viernes a u$s 382/ton.

El principal indicador en el que se enfocó la comunidad internacional para medir la fortaleza de la demanda ha sido el ritmo de exportaciones estadounidenses. Estadísticamente, el trimestre octubre-diciembre se lleva el grueso de los compromisos de exportación de Estados Unidos. Como promedio, las últimas cinco campañas han cerrado el mes de diciembre habiendo comprometido el 82% de lo que se exportaría en todo el año comercial (que cierra cada agosto del año siguiente), mientras que en el año pasado dicho porcentaje alcanzó el 91%.

Por tanto, si bien se descuenta que ésta sea la época más fuerte de ventas al exterior para Norteamérica, este año las demoras en las siembras de Sudamérica hacen prever que la oferta desde esta parte del mundo tardarán algo más de lo usual en llegar al mercado incentivando a los grandes importadores mundiales a asegurarse materia prima estadounidense. En este escenario, Estados Unidos ha cerrado octubre habiendo ya comprometido ventas al exterior de poroto de soja por el 77% de lo que planea embarcarse en todo el año, cuando en promedio a la misma fecha de las últimas cinco campañas se habían asegurado ventas por el 65% de las exportaciones previstas para todo el año comercial.

Por otro lado, aunque impulsada también por la demanda, los contratos futuros de harina de soja en el Mercado de Chicago han exhibido un alza notable. Entre el 03 de octubre y el 07 de noviembre, la posición más cercana recuperó un 27% de su valor, alentada por las necesidades de las fábricas estadounidenses que buscaban satisfacer la activa demanda por el subproducto, mostrándose dispuestas a mejorar las bases que ofrecen en el mercado disponible norteamericano para asegurarse la provisión de materia prima.

El aceite de soja, en cambio, se ve muy presionado ante el desplome de los precios del crudo, que en lo que va del segundo semestre del 2014 ya ha perdido el 25% de su valor para negociarse en torno a los u$s 79/barril. Como resultado, el contrato más cercano en CBOT opera casi al mismo nivel luego de cerrar la sesión del viernes a u$s 714/tonelada.

La recuperación del precio internacional del poroto de soja se replicó en el mercado local, que durante el mismo lapso recuperó un 16% de su valor, tomando como referencia el precio Pizarra de las Cámara Arbitral Rosarina, que para las operaciones realizadas en el recinto el día 06 de noviembre fue establecido en $ 2.493/ton.

En lo que respecta a la soja 2014/15, que en nuestro país ha comenzado a sembrarse, el futuro de referencia en el Mercado a Término de Rosario para la oleaginosa en condiciones fábrica que vence en el mes de mayo de 2015 ajustó el viernes a u$s 253,6/ton, con una variación de +10% desde principios de octubre. En el recinto, sin embargo, las transacciones en este segmento son prácticamente inexistentes.

Esta relativa recuperación de los precios esperados a cosecha da algo de aliento a los alicaídos márgenes brutos de producción para la campaña que se encara. Sin embargo, poca tranquilidad reinó en el campo cuando la preocupación por la estrepitosa baja de los precios fue reemplazada -al menos de momento- por el pavor frente a condiciones climáticas adversas que imposibilitaron adaptar el ritmo de siembras a lo que se tenía programado.

En efecto, el productor aguardaba que el agua diese un respiro a las altísimas temperaturas que se registraban la última semana de octubre. Sin embargo, el milimetraje de precipitaciones acumuladas desde entonces ha superado por mucho la capacidad de muchos lotes, dejando como saldo lotes inundados, caminos intransitables y napas al límite de la superficie. Bajo este escenario, las labores de implantación de la oleaginosa deberán esperar a que terminen de escurrirse los campos, con el riesgo que ello acarrea considerando que la siembra en fecha óptima es uno de los principales determinantes del rendimiento.

Mientras tanto, cabe esperar que si esta suba de precios se sostiene pueda reactivarse el ritmo de ventas en el mundo. No sólo en Argentina preocupa el retraso en la comercialización, la consultora brasileña Celeres ha reportado que al 31 de octubre apenas el 12% de la soja a ser cosechada en la campaña 2014/15 ha sido comercializada, contra un 32% del mismo período del año comercial 2013/14. En Argentina, según información del Ministerio de Agricultura, a fin de octubre las compras anticipadas por parte de la exportación (aún no se informó ningún volumen para el sector industrial) no alcanzan siquiera el millón de toneladas, o un 1% de la producción 2014/15 estimada; cuando la campaña precedente ya se había comercializado el 3% de la cosecha.

Si al volumen anticipado negociado en el mercado físico de nuestro país se le suman las 1,4 millones de toneladas que acumulan como interés abierto las posiciones de la nueva cosecha tanto del Mercado a Término de Rosario como del de Buenos Aires, se llega a que las ventas anticipadas totales final suman aproximadamente unos 2,1 millones de toneladas, apenas el 4% del total de la producción estimada.

En este contexto todas las consultoras internacionales más reconocidas están recalcando la importancia de que el productor aproveche el contexto actual para fijar un piso (o precio mínimo) al valor de su producción. Ya el lunes el mercado está expuesto al sacudón, cuando a las 14:00 horas locales se dará a conocer el nuevo informe mensual del USDA para el cual los operadores esperan que el organismo reduzca levemente su previsión de stocks finales tanto para EEUU como a nivel mundial. En otras palabras, no se descuentan cambios muy bruscos en el panorama de oferta y demanda y, si el Departamento de Agricultura norteamericano falla en corroborarlo el movimiento de precios puede ser intenso.