Commodities

Maíz condiciones por el mercado climático norteamericano

Guillermo Rossi

El mercado internacional de maíz continúa observando de cerca las condiciones climáticas en Estados Unidos, donde la siembra se desarrolla a ritmo extremadamente lento, aunque ya se encuentra en su etapa final. Distintas estimaciones proyectan una caída en el tamaño de la cosecha respecto de las expectativas iniciales como consecuencia de las condiciones adversas que enfrentaron las regiones productoras durante los meses de abril y mayo.

Según el último informe de Progreso de Cultivos del USDA, hasta el domingo pasado se había sembrado el 91% del área de intención, proporción equivalente a 35,8 millones de hectáreas. Sin embargo, a finales de este mes el organismo norteamericano podría revisar a la baja su proyección original ante las evidencias de que algunos productores preferirían reclamar subsidios por la imposibilidad de sembrar y otros se volcarían al cultivo de soja. Las estimaciones más pesimistas plantean una pérdida de hasta 1 millón de hectáreas sumando ambos desenlaces.

Por lo pronto, el Consejo Internacional de Cereales (IGC) redujo su estimación de cosecha norteamericana en 2 millones de toneladas, ubicándola en 355 millones. Paralelamente, Lanworth -perteneciente a Thomson Reuters- anticipó que estima una caída en los rindes promedio que llevaría la producción a 350,5 millones de toneladas. Cabe destacar que por cada quintal menos de rinde por hectárea que obtengan los productores la cosecha total se reduce en casi cuatro millones de toneladas.

En tanto, el USDA indicó que tres cuartas partes de los maíces se encuentran emergiendo y su condición es buena o excelente en el 63% de los casos. Si bien a la misma fecha del año pasado las plantas lucían en mejor condición, las perspectivas climáticas para lo que resta del año actual son mucho más optimistas, así como también las reservas de humedad que presentan los suelos. Al menos en el cinturón maicero de los estados de Illinois e Iowa, la sequía ha quedado definitivamente atrás.

En parte por ello los futuros de la nueva cosecha se negociaron con gran debilidad durante los últimos días, aunque el repunte del viernes limitó las pérdidas. A lo largo de la semana los contratos con entrega en diciembre cayeron u$s 2,6/ton, rebotando tras un mínimo de diez días observado durante la rueda del jueves. Al llegar el viernes aquella posición ajustó a u$s 220,7/ton.

El mercado norteamericano continúa profundamente invertido entre los precios de contado y los valores de cosecha nueva. Las bases ofrecidas por la industria procesadora sobre los precios de Chicago siguen firmes ante las dificultades para obtener mercadería, la mejora en los márgenes de molienda y la reciente ralentización en el ritmo de ventas de los productores que conservan stocks. Las plantas de etanol elevaron la producción a su ritmo más acelerado de los últimos 12 meses, aunque encontrarán dificultades para continuar expandiendo sus líneas durante los últimos meses del ciclo comercial.

Los inventarios en Estados Unidos son los más bajos de los últimos 17 años. Dado que -consecuencia del clima- mucho maíz llegará más tarde de lo pensado inicialmente al ciclo comercial, el empalme de cosechas se extenderá hasta el mes de octubre. Estas especulaciones mantienen elevada la volatilidad de los spreads septiembre-diciembre en Chicago.

La demanda internacional aguarda expectante una recuperación productiva en Estados Unidos y ha comenzado a demandar con fuerza el cereal para embarque a partir de septiembre. Los principales destinos del maíz norteamericano son los países asiáticos, entre los que se destacan Corea del Sur y Japón, mientras que China es un participante menor cuya importancia está creciendo año tras año. No obstante, por estos días estos países no encuentran disponibilidad de mercadería barata en Estados Unidos y se han orientado a Sudamérica para efectuar sus compras.

En este contexto, nuestro país ha embarcado una cantidad récord de maíz en los primeros tres meses de la campaña. Según datos de la Dirección de Mercados Agrícolas del Ministerio de Agricultura, las ventas externas totalizaron 9,3 millones de toneladas desde principios de marzo hasta el 29 de mayo. Durante el mismo período del año pasado las exportaciones habían acumulado un total cercano a 5 millones de toneladas.

El ritmo de trabajo en los puertos -superior a 3 millones de toneladas mensuales- supuso enormes desafíos logísticos y trajo algunas complicaciones para el sector exportador. La llegada de los buques con algunas demoras en el ingreso de la mercadería a las terminales generó entre los exportadores la necesidad de efectuar operaciones de cobertura, manteniéndose muy firmes los precios para los lotes con entrega casi inmediata. A lo largo de los últimos días volvieron a pagarse entre $ 1.050 y hasta $ 1.100/ton en casos de anulación, siendo los mejores precios para aquellos negocios concertados bajo el estándar grado 2.

El envío de un buque con 60.000 toneladas de maíz a China marcó el inicio de un intercambio comercial que promete grandes beneficios para nuestro país. Sin embargo, la carga aún está sujeta a controles sanitarios en el puerto de destino, tratándose de un lote que reúne mercadería genéticamente modificada. Tradicionalmente, el gigante asiático compra maíz norteamericano o en su defecto procedente de Ucrania, pues ambos cuentan con variedades segregadas no GM. Sin embargo, el convenio suscripto entre los ministros de agricultura de ambos países en febrero del año pasado prevé una relajación de las exigencias chinas a los embarques argentinos.

A lo largo de la semana se negociaron unas 60.000 toneladas en el recinto de esta Bolsa. La rueda de mayor actividad fue el jueves, tras la cual la Cámara Arbitral de Cereales resolvió fijar un precio de pizarra de $ 1.068 por tonelada. Al margen de las operaciones de cobertura, los exportadores pagaron u$s 188/ton por la descarga durante el mes de junio en Puerto Gral. San Martín y Arroyo Seco o en julio en las terminales de Gral. Lagos y Timbúes, mientras que los consumos de la región ofrecieron valores cercanos a $ 970/ton.

En tanto, los futuros de maíz negociados en Rofex acumularon operaciones por 15.030 toneladas durante la primera semana de junio. La posición que se encuentra en período de delivery alcanzó el viernes un máximo de u$s 191,2/ton y resultó la más activamente intercambiada. Los contratos con vencimiento en julio y septiembre ajustaron a valores algo más bajos, mientras que no hubo actividad para abril de 2014, manteniéndose las puntas compradoras ligeramente por encima de los u$s 170/ton. La trilla del cereal de primera ha finalizado hace varias semanas, mientras que la cosecha de segunda viene más retrasada. Según el informe semanal de seguimiento de cultivos de GEA - Guía Estratégica para el Agro, hasta el momento sólo se cosecharon lotes aislados. Los productores aguardan una caída en la humedad para avanzar con la colecta, con la perspectiva de intensificar los trabajos dentro de dos semanas.