Economía

Mercados débiles ante el temor por la desaceleración


La crisis fiscal y financiera que enfrentan algunas economías europeas -cada vez más neurálgicacon datos macro del viejo continente que no acompañan, sumada a la desaceleración de la economía estadounidense, que comenzó a principios de año y se ve refrendada semana tras semana en la debilidad de diversos indicadores económicos, consolidan una tendencia bajista en los mercados financieros.

Si bien la semana comenzó algo más aliviada, gracias a la luz esperanzadora que otorgaba un nuevo plan para manejar la crisis de la deuda griega, Europa comenzó a sentir la ausencia del liderazgo de Dominique Strauss-Kahn en su hora más crítica. El ex presidente del FMI ha sabido administrar la crisis europea influyendo fuertemente tanto en Atenas como en Berlín, Fráncfort y Bruselas. Las autoridades actuales se muestran más conservadoras y menos generosas a la hora de bregar por la salud de la zona euro, generando incertidumbre respecto del desenlace de la situación Helénica.

Por otro lado, los datos económicos no ayudan. En la semana se conoció que en la Unión Europea perdió dinamismo la industria manufacturera, fenómeno que también se presenta en Asia y Estados Unidos.

Adicionalmente, la principal economía del planeta dio a conocer, a mitad de semana, desalentadores informes sobre el desempleo -que se encuentra en el preocupante nivel de 9,1% de la fuerza laboral-, lo que induce a pensar en un desvanecimiento de la recuperación económica. De acuerdo a ADP, los empleadores privados de Estados Unidos sumaron apenas 38.000 nuevos empleos en mayo, muy por debajo de lo que se esperaba, en lo que constituye la cifra más baja desde septiembre de 2010. Esto suscitó cierto pánico, con los operadores tornándose netamente pesimistas respecto del informe de nóminas que sería difundido al cierre de la semana y que, conforme a lo que muchos temían, resultó altamente negativo, confirmando en parte lo que presagiaba ADP.

Con esta publicación terminó de definirse una semana bajista, en la cual los principales índices accionarios norteamericanos, Dow Jones Industrials (DJIA) y Nasdaq Composite, cayeron un 2,33 y 2,29%, respectivamente. Asimismo, el día martes pudo comprobarse que tales indicadores terminaron mayo con pérdidas acumuladas de 1,87 y 1,33%, respectivamente. En Europa, por su parte, un índice que acusó el impacto de los shocks comentados fue el Euro Stoxx 50, evidenciando una caída semanal del 1,07%, mientras que en mayo su variación fue también negativa, de 4,95%.

En nuestra región, se conoció la buena noticia de que Argentina y Brasil desactivaron el conflicto comercial desatado en las últimas semanas, aunque mantendrán las licencias no automáticas (LNA) a la importación. Ambos gobiernos decidieron matizar esas restricciones con una serie de acciones, que incluyen la fijación de plazos acortados para el ingreso de autos argentinos en Brasil, la promoción de acuerdos de autorrestricción de exportaciones entre sectores privados y el condicionamiento de los trámites de importación a la decisión de las empresas de realizar nuevas inversiones.

Ante un contexto externo complejo, que impacta conjuntamente con algunos desafíos internos, como lo es la pérdida de competitividad por el paulatino atraso cambiario, sumada a la incertidumbre que agrega la carrera electoral de cara a los comicios de octubre, el mercado local tuvo una nueva semana bajista. El índice MERVAL cerró el viernes en 3.164,97 puntos, con una caída semanal del 3,08% y cerrando el jueves en su registro más bajo desde noviembre de 2010.