Commodities

Mercados externos de trigo continúan a la baja

Guillermo Rossi

A medida que transcurre el ciclo de comercialización del trigo 2013/14 a nivel mundial las evidencias en favor de un exceso de oferta son cada vez más explícitas. Transitando el segundo semestre de la campaña los saldos exportables se mantienen holgados incluso en orígenes no tradicionales, dando la pauta de que al llegar la nueva cosecha los inventarios se encontraran en un cómodo nivel de cara al año 2015. Si bien los futuros de CME y NYSE Euronext -los mercados referentes en Estados Unidos y Europa- fluctúan respondiendo a diversos fundamentos, entre los que también impacta la especulación, la tendencia bajista de las últimas semanas es clara y pronunciada.

La notable expansión en la oferta global de maíz redujo considerablemente el consumo forrajero de trigo en el hemisferio norte, dejando stocks remanentes para destinar a la exportación hacia los mercados asiáticos y africanos, donde la demanda se focaliza hacia la alimentación humana. De esta forma, las exportaciones de trigo de la Unión Europea se acercarían a 25 millones de toneladas durante el presente año, mientras que Estados Unidos se mantendría como el mayor participante del comercio mundial con embarques por más de 30 millones de toneladas. A nivel global la expansión del comercio se proyecta superior al 15% frente al año pasado en las previsiones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

Un factor que evita una caída mayor de las cotizaciones es la baja calidad de la última cosecha en Europa y China, dos de los principales centros de consumo, así como también la extensa superficie perdida en Estados Unidos y los problemas productivos en Sudamérica. Sin embargo, de concretarse las actuales expectativas de cosecha para la próxima campaña es probable que la demanda vuelva a encontrarse con un mercado sobre-ofertado, algo que reforzará el efecto depresivo sobre los precios. De alguna manera esto explica la caída del 22% que tuvieron los futuros de Chicago en 2013 y la reciente profundización de esa tendencia bajista.

A lo largo de los últimos días el mercado encontró cierto sostén en la llegada de clima frío a las planicies norteamericanas y cierta recuperación de la demanda mundial, en un marco de debilitamiento del dólar frente al resto de las monedas. Los cultivos del norte se encuentran en etapa vegetativa y con el suelo cubierto de nieve, protegiendo a las plantas de las bajas temperaturas. Sólo con la llegada de la primavera se llevarán a cabo los primeros relevamientos a campo para evaluar la condición de los campos. El USDA retomará su publicación semanal de seguimiento de cultivos en el mes de abril, cuando comiencen las siembras de primavera.

En el plano regional el mercado no contó con novedades significativas. Los embarques de trigo hacia Brasil desde puertos argentinos reportados durante los últimos días llegarán a destino en el mes de febrero, algo que alivia a la industria molinera de Brasil aunque algunos de sus representantes mostraron preocupación dado que -en las actuales circunstancias- sólo contarán con abastecimiento suficiente hasta el mes de abril.

En las terminales portuarias de la zona de Rosario la carga programada hasta el 8 de febrero asciende a 75.000 toneladas del cereal, mientras que en los puertos de Bahía Blanca llega a 27.500 toneladas. Entre miércoles y jueves ingresaron al rio Paraná dos buques que completaron carga en terminales de Timbúes y San Lorenzo. Estos negocios de exportación se están concretando a través de Roe Verde prorrogados desde el año 2012, no esperándose en el corto plazo nuevas emisiones.

En cambio, tras seis meses sin actividad esta semana volvieron a entregarse Roe Verde de harina de trigo, concentrándose la mayoría del volumen entre Cargill y Molino Cañuelas. El cupo de exportación vigente para la actual campaña asciende a 50.000 toneladas, aunque podría ampliarse a futuro para asegurarle actividad a la industria y favorecer un pequeño ingreso de divisas sin comprometer el consumo doméstico de productos farináceos. Cabe destacar que la molienda nacional sólo utiliza unas 5,5 millones de toneladas para entregas en el país, destinándose el resto a ventas en el exterior.

El mercado local se vio favorecido sobre el cierre de la semana por el pronunciado deslizamiento de la paridad del peso frente al dólar en el segmento mayorista. El jueves, en una de las jornadas de mayor tensión cambiaria de la última década, se concretaron operaciones a valores próximos a $ 1.600/ton, aunque los valores escuchados dependían de las condiciones de calidad y -crucialmente- el plazo de pago. Cabe señalar que los precios del cereal panadero reflejan los vaivenes del tipo de cambio en menor medida que la soja o el maíz, puesto que la existencia de cupos ha desarticulado la competencia entre molinos y exportadores por la originación de la mercadería. Al igual que en el último año, el grueso de la producción doméstica no se volcará a la exportación.

Los valores de referencia del mercado de la molinería fluctúan dependiendo de la disponibilidad de stocks y la situación de abastecimiento de cada región. En Tandil y Tres Arroyos, zonas donde la cosecha fue razonablemente buena, se ofrecen $ 1.500/ton en condiciones Cámara, cayendo hasta $ 1.350/ton en Lobería. En cambio, los precios cuentan con mayor margen de mejora en la zona central del país.

De acuerdo a los resultados de un relevamiento en acopios y cooperativas realizado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en su estación experimental Marcos Juárez, se destaca en las provincias del centro del país un buen llenado de granos que contribuyó al logro de elevados registros de peso hectolítrico. Asimismo, una proporción considerable de las muestras analizadas contaba con niveles de proteína superiores a 11% y gluten mayor a 25%, valores deseables para la industria molinera y panadera. Si bien estos guarismos también hacen pensar que la exportación contará con trigos de calidad para exportar desde esta región, la distribución espacial de la producción hace pensar que habrá una mayor actividad desde los puertos del sur.

Los interrogantes de cara a la próxima campaña continúan vigentes, disponiéndose de escasa evidencia de hacia dónde podría converger el número de superficie sembrada. Esta situación es particularmente preocupante teniendo en cuenta las bondades del trigo para mejorar el balance de nutrientes del suelo y para fortalecer la posición financiera de la empresa agropecuaria en tiempos de incertidumbre, especialmente entre los productores más pequeños.