Commodities

¿Se empieza a sentir la estrechez de soja en la plaza local?

Nicolás Ferrer

La soja marcó una vez más un récord para su valor en pesos en la plaza local, en parte gracias a la continuación de la tendencia a la depreciación de la moneda local frente al dólar, no obstante lo cual también alcanzó un máximo en términos de la divisa norteamericana desde que se ha liberado el cepo cambiario. A pesar del alza de los precios, el ritmo de negocios no se mostró más intenso que en semanas anteriores, en especial en comparación a lo operado en maíz. Ello nos lleva a intuir que los inventarios ya no son tan holgados como semanas atrás, y quienes aún poseen el poroto han empezado a retacearlo o tienen razones para no ingresarlo al circuito comercial.

Las estadísticas de compras de soja publicadas por el Ministerio de Agricultura local no desacreditan esta teoría. Al 13/01, la posición total de compras de soja vieja acumulada de manera conjunta por la industria y los exportadores superaban con holgura las 52 millones de toneladas, lo cual representa alrededor del 87% de la producción si nos seguimos de las estimaciones de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario. Siguiendo la misma serie de datos, podemos ver que el cambio en el volumen total adquirido durante la semana previa al 13/01 habría sido el sexto más alto desde el inicio de la campaña, lo cual resulta totalmente anómalo dada la época del año. Para poner dicha irregularidad en perspectiva, las más de 1,7 millones de toneladas que habrían sido originadas durante ese período supera al total de compras registradas para la segunda semana de los últimos cinco años tomados en conjunto.

Es así que a pesar de que las ofertas realizadas en el recinto físico de la BCR alcanzaron nuevos récords – con el dólar marcando un máximo local para las últimas 3 semanas – el volumen de negocios se encontró algo por debajo de jornadas anteriores. Durante el miércoles el piso de los ofrecimientos era de unos $3.300 la tonelada para la mercadería con pronta entrega, pero concediendo valores más altos según el tamaño del lote. El retroceso que la moneda extranjera evidenció al día siguiente entonces, al igual que la debilidad del cultivo en el mercado externo, resultó en una caída de hasta $100 por tonelada en los valores propuestos que no   fue convalidada por los vendedores. Tan sólo por la tarde del viernes, tras una nueva caída del peso se volvieron a publicar ofrecimientos del interés de oferentes de un carácter similar a los de mediados de semana.

Cabe preguntarse por cuánto tiempo más se mantendrá el escenario de mayor competitividad con respecto a los Estados Unidos antes de que se inicie la cosecha hacia mediados de marzo, siendo que la brecha entre los valores de la soja en el mercado local medidos en dólares y aquellos del mercado de Chicago continúa acortándose. Según datos oficiales, al 20/01 los exportadores tendrían un resto de unas 4,3 millones de toneladas por enviar al exterior, habiendo realizado embarques por unos 10,9 millones a dicha fecha. Sin embargo, los embarques programados de soja hasta el 20 de febrero apenas si superan las 53 mil toneladas, con lo cual parte de ello podría industrializarse si los márgenes se recuperan a espaldas de un alza del petróleo.

Los amplios stocks disponibles en nuestro país durante el último cuatrimestre del 2015 dificultaron considerablemente el desempeño exportador norteamericano desde el inicio de su campaña. A la tercera semana del 2016 sólo un 38% de su producción haya sido exportada o comprometida al exterior, el guarismo más bajo para este indicador registrado desde el ciclo 11/12. El reporte publicado el día miércoles por el Departamento de Agricultura Norteamericano acerca de la cancelación de ventas por casi 400 mil toneladas a China genere escozor con respecto a las perspectivas de demanda para los próximos meses.

A pesar de los temores climáticos imperantes para los cultivos de primavera y verano, con el sureste de Santa Fe y norte de Buenos Aires mostrando un estrés hídrico considerable a pesar de las lluvias del fin de semana, las ofertas realizadas por la nueva cosecha de soja no mostraron demasiada volatilidad. Los exportadores partían de una base de unos u$s 210 a u$s 212 por tonelada por la mercadería entregada sobre mayo en terminales de Arroyo Seco o San Martín, aunque se registraron operaciones por encima de los u$s 215. Sin embargo, según lo que registra SIOGRANOS, la modalidad preferida para estas operaciones fue a fijar precio. De las cerca de 500 mil toneladas que se operaron con delivery a partir de febrero – las cuales casi equipararon el volumen de transacciones con pronta entrega -, alrededor de un 90% se había realizado a fijar.