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Soja: los precios locales no reflejan el optimismo proveniente de las lluvias


Los precios locales no reflejan el optimismo proveniente de las lluvias

La tendencia externa mayormente alcista, la escasa oferta doméstica y los continuos conflictos locales ayudaron a mejorar los valores ofrecidos por los compradores y los precios parece que quieren volver a los niveles que se registraban antes del paro, cuando el mayor valor determinado por la Cámara alcanzó los $1.468. Desde el viernes pasado, la suba fue de 1,8% y los precios escuchados en el recinto arrancaron en $1.400 el lunes para estabilizarse en $1.410, cifra que se mantuvo hasta el jueves ya que el viernes, ante la presión bajista de Chicago, los compradores disminuyeron también sus ofertas nuevamente hasta los $1.400.

Sin embargo, siguen las diferencias entre lo escuchado en el recinto y lo informado por los vendedores, divergencias que, como mencionamos en artículos anteriores, luego se reflejan en los precios de la Cámara Arbitral. Estos participantes señalaron un rango de entre $1.430 y $1.450 y los negocios efectivos se realizaron sobre estos últimos o bien bajo la condición venta con precio CAC del día siguiente. El precio pizarra el jueves alcanzó los $1.436,9 y el volumen registrado alcanzó las 45.000 toneladas.

Las lluvias de enero tuvieron un impacto favorable y para mantener la humedad de los suelos deberían continuar las precipitaciones durante febrero y marzo, sobre todo en aquellas zonas más perjudicadas. Este incremento de humedad permitirá mejorar el desarrollo de la soja de segunda no así la de primera que fue más afectada por la sequía y probablemente muestre menores rendimientos.

Según GEA, haciendo un balance entre las lluvias registradas en los últimos días y la humedad que se perdió por evaporación a causa de las altas temperaturas, se observa que las condiciones hídricas han mejorado salvo en el sur de Santa Fe, donde las precipitaciones fueron escasas. En esta zona se necesitarían registros de agua de aproximadamente 140 milímetros contra los 60 milímetros que son suficientes en el resto de la región.

En su informe mensual, el servicio GEA de nuestra institución fijó la producción en 48,5 millones de toneladas, por debajo de los 49,5 millones anteriores. Esta revisión bajista responde a menores rendimientos como consecuencia de la sequía ya que la superficie superaría en un 1,6% a la del ciclo pasado, alcanzando casi los 19 millones de hectáreas. Otras entidades locales mantuvieron sus estimaciones en 47 millones de toneladas, sin realizar ajustes bajistas gracias a las recientes lluvias. Según el último informe del Ministerio, ya se ha sembrado un 98% del área total estimada.

De los 48,5 millones que se estiman se obtendrán cuando comience a cosecharse entre marzo y abril, la industria y la exportación ya tiene comprado un 26% o 12,7 millones de toneladas, de las cuales un 16% ya tienen precio firme, como se observa en el gráfico de la portada.

Respecto a los precios de la soja nueva, las proyecciones más optimistas no impidieron que los compradores volvieran a ofrecer u$s 350 para entregar entre abril y mayo, mostrando una suba del 1,5% desde los u$s 345 negociados la semana pasada. Sin embargo el viernes, las mermas externas se reflejaron en los menores valores y sólo la exportación pagó u$s 346 para la soja con entrega en mayo. El volumen negociado, según lo informado, rondaría en 45.000 toneladas. En el mercado a término local, Rofex, la posición ISR mayo tampoco apropió el efecto bajista de las lluvias y los precios llegaron hasta los u$s 348 el día miércoles, con un promedio semanal de u$s 346 por encima de los u$s 340 de la semana anterior.

Esta semana las operaciones estuvieron afectadas por el conflicto salarial que comenzó el miércoles pasado y que se mantuvo hasta este último cuando el Gobierno nacional intervino ordenando la conciliación obligatoria por quince días. Hasta entonces, las principales terminales portuarias del up - river habían paralizado sus actividades ya que los empleados no podían ingresar a las plantas ni tampoco los camiones con los granos. Esta situación provocó que más de 40 barcos no puedan cargar, poniendo en riesgo las exportaciones y provocando grandes pérdidas (según CIARA, más de u$s 40.000 diarios por buque). Después de la medida decretada por el gobierno, el bloqueo fue levantado y las plantas normalizaron sus actividades y si bien aún no hubo acuerdo salarial, comenzaron las reuniones entre las partes involucradas (CGT, exportadoras y gobierno).

El contexto global ayudó a la soja a tocar nuevos máximos

Las preocupaciones sobre la producción de Sudamérica que se fundaban en La Niña (y que subyacían a los incrementos en los precios) disminuyeron en las últimas dos semanas de la mano de las tan esperadas lluvias. Éstas aliviaron el estrés hídrico que se observaba en muchas regiones, especialmente de Argentina permitiendo mejorar los pronósticos respecto a las cifras finales. En Brasil, los efectos de la Niña se sintieron al comienzo pero la buena cantidad de agua recibida en diciembre y enero permitió revertir el panorama. De hecho, ya hay algunas estimaciones locales que anuncian una cosecha incluso superior a la del año pasado, cuando alcanzó los 68,7 millones. Tal es el caso de la agencia Abiove, que la fijó en 68,8 millones de toneladas desde los 67,2 millones que había proyectado en enero.

La mayor parte de la soja en Brasil está recibiendo buenas lluvias justo en el punto crítico donde las plantas necesitan humedad suficiente para garantizar el llenado de vainas. La prueba será en los próximos meses, donde deberán aflojar las lluvias permitiendo a los granos madurar y secarse para que pueda comenzar la recolección. Por el momento, los reportes preliminares de rendimientos de las primeras cosechas en Parana y Mato Grosso han sido sorprendentemente positivos, superando a los rindes promedio del año pasado.

En el caso de Argentina, los pronósticos no son tan optimistas como los brasileros, pero al menos las lluvias han permitido frenar las pérdidas. Las estimaciones locales se ubican entre los 47 a los 48,5 millones, llegando hasta el récord de 50,5 millones que determinó el USDA en su último informe. De todos modos, la semana que viene el Departamento de Agricultura publica su reporte mensual el cual probablemente muestre reajustes en las cifras de producción.

En Argentina, después de siete días sin actividades en las terminales portuarias del área del norte de Rosario debido al reclamo salarial, el gobierno nacional dispuso la conciliación obligatoria y las operaciones volvieron a la normalidad, aunque el conflicto aún no ha sido resuelto. Esto mantuvo en vilo a los operadores en Chicago, ya que si continuaba la paralización, podrían también verse afectadas las exportaciones de granos y subproductos.

La firme demanda por el grano estadounidense también explicó las mejoras de esta semana, lo cual quedó demostrado en el informe sobre exportaciones que todos los jueves publica el USDA. Los compromisos de exportación superaron los 4 millones de toneladas y las cifras fueron favorables en dos sentidos: por un lado, porque se encontraron por encima del rango esperado por el mercado entre 3,5 y 3,6 millones y por otro lado, porque crecieron más del 300% desde la semana previa. El desglose de esos compromisos es el siguiente:

-25% corresponde al ciclo actual 2010/11: se observa un aumento del 32% respecto al informe del jueves pasado.

-El 75% restante es para entregar en la campaña 2011/12 y el principal comprador fue China, quien adquirió el 99%.

China sigue siendo el principal comprador, más allá de que se espera una ralentización en sus adquisiciones ya que los stocks de soja importada que ha acumulado en los últimos dos o tres meses alcanzaron niveles récord y además, esta semana las plantas permanecerán cerradas por los festejos del Año Nuevo Lunar. No obstante, la disminución de las compras sería temporaria y en marzo comenzarían a recuperarse. En el período comprendido entre octubre y diciembre las importaciones de soja desde China crecieron en 4,5 millones desde el mismo período del año previo.

Más allá del comportamiento mayormente bajista que mostraron los futuros de soja el viernes, en la semana predominó la tendencia alcista, con una suba acumulada del 2,5%. La posición marzo el miércoles cotizó a 530 dólares, siendo el mayor valor desde julio de 2008. Cabe mencionar que ese día, todos los granos registraron fuertes subas, que encontraron su justificación en el trigo, ante los problemas en Egipto y el clima adverso en Estados Unidos a lo que también se sumó el conflicto en Argentina. Esta mejora llevó a que los inversores realizaran parte de sus ganancias en las jornadas subsiguientes y esto, junto a las mejores proyecciones desde Sudamérica, fueron los responsables de la caída al final de la semana. Así, la posición más cercana cayó un 0,14% hasta los 526,7 dólares la tonelada, dirección que también siguieron los futuros mayo y julio pero no el resto de los contratos diferidos que mostraron mejoras de hasta u$s 1,3.