El mercado internacional de maíz insinuó cierta firmeza en las últimas semanas, mostrando indicios de haber encontrado piso tras una prolongada tendencia bajista. Los precios relativos del cereal frente a la soja continuaron mejorando de cara al período de mayores conjeturas sobre las decisiones de siembra en Estados Unidos, esperándose el comienzo de los trabajos de implantación para el mes de abril en las regiones de mayor potencial productivo. El spread de los futuros soja noviembre sobre maíz diciembre en CME, que en septiembre del año pasado superaba 2,60, cayó recientemente por debajo de 2,30, dejando prácticamente equilibrada la ecuación del productor norteamericano en algunos distritos del medio oeste.

Las primeras perspectivas para la campaña 2015/16 anticipan una significativa caída de la producción mundial, motorizada por la menor intención de siembra y la obtención de rendimientos cercanos a los de tendencia y alejados de los máximos históricos obtenidos en 2014/15. La proyección del Consejo Mundial de Cereales publicada esta semana resultó de 941 millones de toneladas a nivel global, incluyendo una caída del 8% en la cosecha norteamericana. Si bien estos números son de utilidad para ir formando precios futuros, el escenario es todavía difuso y está abierto a la aparición de nuevas variables que modifiquen las expectativas.

Estados Unidos se encamina a finalizar su campaña con amplia disponibilidad de inventarios remanentes para el próximo ciclo, fruto de un mercado internacional crecientemente competitivo y con variedad de proveedores alternativos. Transcurrida la primera mitad de la campaña que se extiende desde septiembre a agosto, las ventas externas norteamericanas ya concretadas acumulan 21,8 millones de toneladas entre todos los destinos. Con excepción de los años 2013 y 2014 de altos precios, se trata del volumen más bajo desde 1998, época en la que el comercio global de este producto era sustancialmente menor.

Los precios FOB en el Golfo de México continúan cerca de u$s 10/ton por encima de los valores de referencia negociados sobre puertos sudamericanos, donde la disponibilidad de stocks es significativa y los exportadores logran originar a precios competitivos en pleno avance de la cosecha. Los maíces de siembra temprana han logrado buen desempeño en casi todas las regiones productoras del continente, obteniéndose una producción algo mayor a la del año pasado. Sin embargo, el grueso del volumen provendrá un año más de las siembras tardías, que tanto en Argentina como en Brasil capturaron la proporción mayoritaria de la superficie implantada.

En nuestro país los precios se mantuvieron firmes a lo largo de la semana, impulsados por la activa participación de la exportación en la búsqueda de la mercadería. De hecho, en las ruedas del jueves y viernes los valores encontraron piso en $ 950/ton, cifra por debajo de la cual la oferta dispuesta a negociar era poco significativa. De todos modos, el margen de mejora sigue siendo significativo, ya que la capacidad teórica de pago de los exportadores se estima en u$s 125/ton, unos u$s 10/ton por encima de las cifras negociadas en el mercado. El factor limitante son las restricciones a la exportación, ya que no se anunciaron nuevos tramos de cupos. De hecho, el mes de marzo se encamina a finalizar con la menor emisión de Roe Verde de maíz desde diciembre de 2013.

El panorama a mediano plazo es incierto, pero tanto el mercado de Chicago como los futuros locales muestran una pendiente en ascenso para los próximos meses. Este pase refleja que la disponibilidad de oferta a corto plazo es relativamente holgada, por lo que los compradores conceden premios por la entrega diferida posicionándose de cara a un escenario con menor oferta para los meses venideros. En este contexto, buena parte de la oferta retrasará su llegada al circuito comercial a la espera de condiciones de mercado más favorables.

El volumen del cereal de cosecha nueva ya adquirido por los exportadores asciende a 6,8 millones de toneladas, frente a sólo cuatro millones declarados a la misma altura del año pasado. Por el lado de los embarques, también se observa un importante salto interanual. Hasta el 18 de marzo las exportaciones acumuladas en las primeras semanas de la campaña totalizaban 950.000 toneladas, frente a sólo 168.000 toneladas a la misma altura del año pasado.

El avance de la trilla a nivel nacional es inferior al 10% de la superficie comercial proyectada, esperándose mayor actividad de las cosechadoras en la zona núcleo durante los próximos días. En cambio, en la zona centro-norte de Santa Fe, no es tanto el maíz de primera que queda por levantar. Las condiciones generales de los cultivos de siembra tardía es mayormente favorable, haciendo pensar en la posibilidad de que se repitan los rendimientos obtenidos el año pasado.