Economía

Análisis teórico sobre las crisis

Rogelio Pontón

Sobre las causas que producen los ciclos económicos y las crisis se han formulado innumerables teorías que son analizadas con profundidad en los libros de Haberler, “Prosperidad y Depresión” y de Jöhr, “Fluctuaciones Cíclicas” . Uno de los principios que se puede deducir del análisis estadístico de los distintos ciclos, es que las fluctuaciones de la producción de los bienes de capital o de uso durable son de más profundidad que la fluctuaciones de la producción de los bienes de consumo . Por ejemplo: la producción de alimentos es mucho más estable que la producción de las máquinas que producen esos alimentos. Sectores que sufren fluctuaciones profundas son los que producen tractores, camiones, máquinas, bienes intermedios o la construcción de viviendas. De lo anterior se deduce que las fluctuaciones tienen mucho que ver con la tasa de interés ya que los bienes de capital o de uso durable tienen en dicha tasa un componente fundamental que los distingue de los bienes de consumo.

Otro principio que se puede deducir de los datos estadísticos es que la tasa de interés tiene fuerte relación con la moneda , de ahí a la teoría de la sobreinversión originada por causas monetarias solo hay un paso. Una baja de la tasa de interés monetaria, producto no del ahorro previo sino de la inyección de crédito o moneda por los bancos, incentiva la sobreinversión, o mala inversión, lo que lleva a la inflación. Al aumentar la tasa de interés siguiendo la depreciación monetaria, muchos emprendimientos quedan a mitad de camino y se produce la crisis.

Por supuesto que en algunos ciclos, como en el de los comienzos de la década del ’30, se puede producir una depresión ‘secundaria’ , con deflación de precios, que en esos años estuvo producida por la quiebra de miles de instituciones financieras.

Vamos a presentar escuetamente varias teorías sobre la crisis:

1)      Carlos Marx en su crítica al capitalismo explicó las crisis apoyándose en las siguientes ideas: subconsumo , elaborada en su libro “Theories of Surplus Value”; caída de la tasa de beneficio , elaborada en el volumen III de su obra “Capital” y  desproporcionalidad , analizada también en las obras mencionadas y en donde se centra en el estudio de los desequilibrios que se registran en el mercado. Para Marx, este último “problema es endémico a las economías de mercado”, y particularmente en la moneda, o cambio indirecto. Desde que el mercado no tiene un mecanismo de coordinación, toda producción e intercambio, de acuerdo a Marx, es caótico, sin coordinación, un régimen que el llama ‘la anarquía de la producción’” (Murray Rothbard, “Classical Economics” , 2° volumen, pág. 431). Tanto la teoría del subconsumo como la de la caída de la tasa de beneficio se han demostrado erróneas no así la teoría de la desproporcionalidad entre la producción de bienes de consumo y bienes de producción. Los mencionados desequilibrios, entre la producción de bienes de consumo y la producción de bienes de producción, se ven reflejados en el análisis de Marx sobre la reproducción simple y la reproducción ampliada. Posteriormente va a profundizar en forma más detenida esta teoría el economista ucraniano Tugan-Baranovsky, quien en su obra “The Industrial Crises in England” , publicada en 1894, sostiene que las crisis económicas se producen por una tendencia a la falta de proporcionalidad entre las diversas ramas de la producción. Siguiendo a Marx, sostiene que esto es consustancial al sistema capitalista.

2)      Böhm Bawerk : este economista sostiene, en su obra en tres volúmenes titulada “Capital e Interés” (1889), que existen tres razones que justifican el interés. Las dos primeras son de orden sicológico y explican la preferencia temporal de la gente; la tercera, de orden técnico, se puede enunciar así: un volumen determinado de medios básicos de producción (trabajo y tierra) dará lugar a un mayor número de bienes y servicios de consumo si se aplica primero a producir bienes de equipo -que después se utilizarán para conseguir bienes de consumo- que si se aplica en su totalidad a la producción directa de bienes de consumo. Esta productividad de los métodos indirectos para producir bienes de consumo, además es tanto mayor cuanto más prolongado sea el proceso de producción de dichos bienes si bien, a partir de cierto punto, operan los rendimientos marginales decrecientes. El tipo de interés siempre será positivo, porque si fuera cero, los recursos productivos terminarían retirándose de la producción de bienes de consumo y se destinarían a la producción de bienes de equipo (aumento de los bienes de consumo del futuro), hasta que la escasez de bienes de consumo presentes llevaría a la aparición del tipo de interés positivo.

3)      Knut Wicksell , autor sueco, discípulo de Böhm Bawerk, le agregó a la tasa natural de interés la tasa monetaria. En equilibrio, ambas tasa tienen que ser iguales, pero cuando la tasa monetaria se coloca por debajo de la tasa natural se origina una proceso acumulativo inflacionario.

4)      Ludwig von Mises en 1912 y Friedrich Hayek en 1929 y 1931 tomaron la teoría de Wicksell y desarrollaron la llamada teoría austriaca del ciclo económico . En el caso del primer autor, la tasa de interés natural, que él llama originaria, es una tasa pura de ‘ preferencia temporal ’. De esta manera se aleja de Böhm Bawerk. Hayek, por el contrario, está más cerca de una tasa de interés explicada por la productividad. La crisis se va a manifestar cuando a través de la inyección monetaria o del crédito, la tasa monetaria de interés baja de su nivel de equilibrio con la tasa natural y distorsiona la estructura de la economía. La baja de la tasa monetaria lleva a una inversión que no está justificada por un mayor ahorro: a una sobreinversión o malainversión. El posterior aumento de los precios de los bienes de consumo, lleva a un aumento de la tasa monetaria y a la crisis.

5)      Wilhelm Röpke , en su obra de 1936, “Crises and Cycles” , presentó su teoría de la “supercapitalización”, la que a diferencia de la de Hayek no es simplemente una teoría donde la inversión supera al ahorro en razón a la baja de la tasa de interés producto de la expansión crediticia. Aún cuando el ahorro se suministrase con inequívoca espontaneidad, la supercapitalización no por ello sería menos supercapitalización. Se pregunta Denis Robertson comentando el libro de Röpke: “¿Qué es, pues, ‘supercapitalización’ o ‘superahorro’ , en este amplio sentido? Fundamentalmente es un producto del ‘principio de aceleración’ : del hecho de que, cuando se ha llegado al límite de la capacidad, un aumento de x por ciento en la demanda de un artículo terminado o de un servicio implicará una subida de más de x por ciento en la demanda de nuevos instrumentos de producción, en tanto que todo retardo en el ritmo de incremento de la primera demanda comportará un descenso absoluto de la última por debajo de su nivel más alto. De aquí que, en defecto de una movilidad infinita e inconcebible entre las diversas ramas de producción, ocurran períodos de indigestión en los cuales la inversión -sea financiada como quiera- redunda en desgaste de las fuerzas de adaptación del sistema económico” (revisión de Dennis  Robertson a la obra de Röpke, “Crises and Cycles” , 1936). El fundamento de la teoría cíclica de Röpke radica en la división social del trabajo y en los rodeos indirectos de producción, de ahí que padecen de ciclos tanto los países de economía capitalista como los de economía socialista o comunista, es decir todas las economías modernas. A pesar de que los ciclos hasta cierto punto son inevitables, un estricto control monetario los aminora. Es fundamental también la mayor movilidad de los factores productivos.

6)      John Maynard Keynes: para este economista el sistema capitalista es el más eficiente de los sistemas económicos pero tiene un ‘talón de Aquiles’ que es el ahorro (ver de Fausto Vicarelli, “Keynes y la inestabilidad del capitalismo” ). En sus distintas obras, comenzando con “Las consecuencias económicas de la paz” de 1919 y siguiendo con sus obras sobre la moneda, especialmente su “Tratado del Dinero” (1930) y su “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero” (1936), el economista británico percibió que la inestabilidad del capitalismo estaba determinada por un crecimiento del ahorro más que proporcional al crecimiento de la renta. Keynes parte de una visión transversal: cuando la renta aumenta, el ahorro aumenta más que proporcionalmente. Con una renta de $ 1.000 no hay ahorro, con una renta de $ 2.000 el Ahorro es un 5%, con una renta de $ 5.000 el ahorro es 10% y con una renta de $ 10.000 el ahorro podría ser de 20%. Partiendo de este sencillo esquema Keynes deducía la que fue llamada por Hansen: ‘ley sicológica fundamental’ . En realidad, Keynes no se apoya en ninguna elaboración estadística detallada para su deducción (puede consultarse al respecto el libro de Henry Hazlitt, “Los errores de la nueva ciencia económica” , 1959).

Como se deduce de la ecuación macroeconómica fundamental, para que la economía se mantenga en equilibrio, a ese crecimiento del ahorro le debe corresponder un igual crecimiento en la inversión, y aquí reside el problema dado que para Keynes la inversión no es una función de la renta sino que depende de otras variables, más concretamente de la tasa de interés (i) y de la eficacia marginal del capital (EMgC). De la tasa de interés, el economista británico tiene una concepción totalmente ‘monetaria’. Para él, ‘la tasa de interés es el pago para hacerle renunciar a la gente a su preferencia por la liquidez’ . De todas maneras, en su obra de 1936, “Teoría general” , Keynes le resta prácticamente importancia a la tasa de interés y considera que aún con una tasa muy baja, a ras del piso, no se va a incentivar a los empresarios a invertir. Todo el peso de la decisión se encuentra en la EMgC. Qué implica esto no es tarea sencilla, de todas maneras podríamos traducirlo como ‘la tasa interna de retorno’ . En un momento de depresión, cuando el futuro se visualiza como ‘muy negro’, aunque la tasa de interés sea muy baja, los empresarios no invertirían. Si el ahorro aumenta y la inversión no lo hace en la misma medida, contablemente la igualdad se tiene que mantener y, entonces, no queda otra posibilidad que una baja en el ahorro y, consecuentemente, en la renta. En el nuevo nivel de renta no existe ‘pleno empleo’. De ahí la famosa expresión de Keynes: “equilibrio con desempleo” .

7)      Milton Friedman: este economista de la Universidad de Chicago escribió la más importante obra sobre la economía de EE.UU. con Anna Schwartz, titulada “Historia Monetaria de los Estados Unidos 1867-1960” . A partir de la estabilidad de la velocidad de circulación del dinero (en M.V = T.P)  Friedman sostiene que hay que ocuparse exclusivamente de la oferta de moneda. Como era partidario de la doctrina de Simons de encajes bancarios del 100%, en donde no hay expansión secundaria del dinero, sostuvo que la emisión del Banco Central tiene que estar correlacionada con el crecimiento medio de la economía. Si el PIB crece un 2% anual, la emisión monetaria debe crecer un 2%. Si en vez de esto la emisión crece a un 6%, pasados dos años tendremos una inflación aproximada de 4%. En la mencionada obra le dedicó especial atención a la crisis de 1930 sosteniendo que la causa fundamental de la misma se debió a que la Junta de la Reserva Federal de EE.UU., lejos de darle liquidez a la economía mantuvo la restricción monetaria, en un momento que se contraía la oferta de dinero por la caída de millares de instituciones bancarias.

8)      Jacques Rueff: fue un economista francés que tuvo activa participación en distintos gobiernos de su país. Escribió un artículo sobre Keynes titulado “Les erreus de la théorie générale de Lord Keynes” , en la Revue d’ Économie Politique en 1947, que dio lugar a su debate con el Premio Nobel James Tobin. El ataque de Rueff se centra en que la concepción keynesiana en materia monetaria es ‘nominalista’, es decir que para Keynes detrás de la moneda no hay nada. Es original su interpretación de la crisis del ’30, causada según él por el llamado sistema de patrón cambio oro (sistema creado en la reunión de Génova de 1922  y  recreado después de 1945). Analizó este sistema  inflacionario en su obra “Le Péché monétaire de l’Occident” , aunque ya lo había analizado en un artículo de 1931.   Resumiendo , hemos mencionado sólo a un grupo de economistas. Hay muchos más. Para algunos de los autores mencionados la crisis se produce por una desproporción en la producción de bienes de consumo y bienes de capital, sin embargo dicha desproporción tiene diferentes causas: para Marx, y más propiamente para Tugan-Baranovsky, esa desproporción es consustancial con la producción capitalista. Para Hayek se produce por una baja de la tasa monetaria de interés que lleva a una sobreinversión y para Röpke la desproporción se produce tanto en los sistemas capitalistas como socialistas y se debe al llamado ‘principio de aceleración’. Distinta es la posición de Keynes que creía que el ahorro era el talón de Aquiles del sistema capitalista. Un flujo de ahorro excesivo también puede ser responsable de la caída (ante la crisis del 2008 se ha dicho que los mayores ahorros de China y otros países de Oriente, volcados sobre Estados Unidos pueden haber tenido un grado de responsabilidad en la crisis actual). De todas maneras, los efectos del ciclo se pueden disminuir si se mantiene una política monetaria disciplinada. Para Friedman la crisis del ’30 estuvo en una política monetaria equivocada. Para Rueff estuvo en el sistema de patrón cambio oro.