Commodities

Cierre de esta semana con novedades para el trigo

Guillermo Rossi

El mercado local de trigo operó con pocos vaivenes a lo largo de la semana, hasta que al llegar el viernes arribaron novedades a la plaza. La cosecha finalizó hace varias semanas pero la comercialización del cereal continúa trabada en el marco de las restricciones que alcanzan a la exportación, resintiendo la competencia entre los distintos segmentos de la demanda. Si bien el mercado ha estado cargado de imperfecciones en los últimos ocho años, el sentimiento predominante es que en esta campaña se ha tocado fondo y es necesario un cambio de rumbo.

Autoridades del gobierno anunciaron el viernes que las nuevas emisiones de permisos de exportación del cereal estarán sujetas al pago del precio FAS teórico en la adquisición de la mercadería. Esta referencia se encontraba el jueves en $ 1.544/ton, frente a un precio en plaza Rosario que la Cámara Arbitral de Cereales estableció en $ 960/ton como valor estimativo. El esquema que apunta a introducirse presenta algunas similitudes con experiencias pasadas de compromisos de pago del precio FAS teórico, como las acordadas en 2010/11. Cabe recordar que el precio que publica diariamente el Ministerio refiere a operaciones con entrega enseguida y condiciones Cámara, no estando alcanzadas las compras forward –por ejemplo, a 90 días- o los negocios con requerimientos puntuales de calidad.

Igualmente, los operadores no parecen confiar en que las nuevas medidas tenderán a corregir o atenuar las distorsiones existentes, subsistiendo un consenso cada vez mayor de que es necesaria una liberación total para que la operatoria recobre la fluidez perdida y los valores negociados sean representativos de la situación global de oferta y demanda. Es el precio –y no la cantidad- la variable que debe señalizar el comportamiento de los participantes del mercado, regulando la oferta disponible entre los distintos usos alternativos.

En la mañana del viernes había exportadores en la búsqueda de trigo Cámara para entrega en abril o mayo con voluntad de pagar hasta u$s 130 por tonelada. Por trigo con proteína 10,5% y PH 78 los precios mejoraban hasta u$s 150 por tonelada sobre Rosario. Sin embargo, por la tarde los compradores se mostraban retirados de la búsqueda del cereal. En tanto, en los mercados a término el impacto de los anuncios fue poco significativo, aunque en Matba los precios subieron ligeramente. Por su parte, las puntas compradoras de los futuros con entrega en abril de ROFEX quedaron en u$s 125/ton al cierre de la operatoria.

La situación comercial es sumamente delicada porque si bien el flujo de ventas en los primeros tramos de la campaña supera al observado a la misma altura del año pasado, resulta difícil para los vendedores colocar trigo en el segmento disponible, quedando un importante volumen remanente en etapa primaria. Los exportadores acumulan compras por 4,4 millones de toneladas, a las que se suman 1,4 millones de toneladas adquiridas por la industria molinera. Sobre una producción que el Ministerio de Agricultura estima en 13,9 millones de toneladas, estas cifras implican que quedan por vender 8,1 millones de toneladas, suponiendo que el stock final del año pasado se mantendría sin cambios a lo largo de esta campaña. De ese remanente, alrededor de 5 millones deberían destinarse para cubrir el consumo interno y el resto –unas tres millones de toneladas- es potencialmente exportable.

A este análisis hay que introducirle la salvedad de que la demanda externa no se muestra activa en la búsqueda de mercadería, al tiempo que nuestro país no logra competitividad para llegar a destinos más distantes por la incidencia del flete y los abundantes stocks de trigo europeo y norteamericano. De hecho, el trigo duro tipo HRW de Estados Unidos ha caído por debajo de los valores FOB del trigo argentino con 12% de proteína, experimentando una fuerte baja en las últimas seis semanas. Ante esta situación los exportadores tienen dificultades para despachar el cereal y hasta la tercera semana del mes sólo habían embarcado unas 500.000 toneladas.

La situación externa para el trigo argentino luce complicada porque la tendencia bajista no muestra señales contundentes de reversión, más allá de algún rebote normal en las cotizaciones. La condición de los cultivos en el hemisferio norte es favorable y la nueva campaña que se inicia en mayo podría repetir los niveles de producción de los últimos años, con la posible excepción de Rusia, donde las condiciones climáticas iniciales resultaron altamente desfavorables. Un mercado internacional de trigo con abundante oferta y gran competencia para llegar a los importadores brasileños sería una mala noticia para la Argentina.