Commodities

Compradores retirados y fuerte caída del trigo

Guillermo Rossi

Los futuros de trigo alternaron subas y bajas en el mercado de Chicago durante la última semana, manteniéndose en el rango de valores más bajos de los últimos cuatro meses y medio. El avance de la trilla en Estados Unidos –que llegaba a un tercio de la superficie hasta el último fin de semana- y la creciente competencia de oferta que se observa en el comercio internacional continuaron ejerciendo presión sobre las cotizaciones. Sin embargo, temores por los parámetros de calidad de la nueva cosecha le brindaron cierto sostén a los precios, en el marco de lluvias persistentes sobre las regiones productoras. En algunas zonas de los estados de Kansas y Oklahoma el acumulado de lluvias de la última semana supera los 80 milímetros y ya comienza a evidenciarse cierto retraso en la colecta.

En el plano global las perspectivas para el ciclo 2014/15 son razonablemente buenas; si bien la producción quedaría por debajo del récord obtenido el año pasado, el consumo también experimentaría una reducción merced al mayor abastecimiento de granos forrajeros. Pese a que en Estados Unidos hay una caída notable de los rendimientos en los cultivos de invierno, las proyecciones en Europa y la zona del Mar Negro se mantienen optimistas a poco de haber comenzado los trabajos de recolección. En estos mercados el precio se ha debilitado considerablemente en las últimas semanas, ante el comienzo de otra campaña con cuantiosos saldos exportables. En Rusia, por ejemplo, los valores FOB del cereal con 12,5% de proteína cayeron esta semana por debajo de u$s 250/ton.

Paralelamente, se mantiene el panorama alentador para el trigo de primavera en el hemisferio norte. El USDA estimó que 71% del área implantada se encontraba en condiciones buenas o excelentes hasta el último fin de semana, ligeramente por debajo del guarismo reportado la semana pasada. En Canadá, en tanto, la noticia de la semana fue la confirmación por la agencia de estadísticas estatal de una reducción de casi 770.000 hectáreas en el área frente al año 2013, contracción algo mayor a la esperada. La gran duda aquí es la posibilidad de recuperación que tengan las zonas inundadas durante las próximas semanas.

Por el lado de la demanda, a mediados de semana se percibió cierta recuperación en el interés de países africanos y asiáticos por comenzar a cerrar operaciones de importación para estabilizar sus stocks. Los jugadores más agresivos fueron Jordania, Argelia, Arabia Saudita y Pakistán, operando tanto a través de privados como de agencias centralizadas. Por su parte, a poco de concluir su trilla China se mantiene retirada de la escena, en contraste con el gran protagonismo que tuvo en este mercado durante los meses centrales del año 2013.

A nivel regional el dato saliente de la semana fue la suspensión del arancel del 10% a las importaciones de trigo extra-Mercosur por parte de Brasil, convalidando un reclamo de la Cámara de Comercio Exterior (Camex) al Consejo de Ministros. La medida, impulsada para garantizar el abastecimiento y combatir la inflación, tendrá validez hasta el 15 de agosto y se limitará a la compra de hasta un millón de toneladas, que provendrán mayoritariamente de Estados Unidos. Su puesta en marcha le quitó un sostén a los precios del mercado brasileño en plena época de siembra, al tiempo que debilitó la competitividad del cereal de origen argentino colocado en puertos de aquel país. Frente al escenario que se presenta, se confirma la proyección de comercio bilateral de trigo más baja desde principios de la década de 1980.

El rumor había cobrado fuerza durante la semana pasada y se confirmó en la noche del lunes. Los mercados de nuestro país reaccionaron con fuertes bajas durante las ruedas de martes y miércoles, resultando en pérdidas acumuladas de más de u$s 20/ton en los futuros con entrega en julio de Rofex y Matba. El precio estimativo de la CAC, que había alcanzado picos de $ 2.070/ton hace dos semanas, cayó hasta $ 1.940/ton referido a las operaciones del jueves.

Esta circunstancia se presenta en el marco de una coyuntura mayormente desfavorable para los precios domésticos del cereal. Por un lado, en las semanas precedentes se aceleró ligeramente el ritmo de comercialización en algunas zonas, ante la imposibilidad de los productores de « hacer caja » con el maíz por el exceso de humedad ambiental que continúa retrasando la trilla y los envíos a los puertos. Esto permitió que algunos molinos del interior logren abastecerse de trigo hasta agosto y septiembre, restando una brecha muy corta para cubrir el empalme de cosechas. Asimismo, se mantiene cerrado el cupo de exportación, pese a que en algún momento de la semana trascendió por algunos medios que habría una eventual apertura de 400.000 toneladas.

El mercado del cereal luce pesado de cara a los últimos meses del ciclo de comercialización. De mantenerse los niveles recientes de molienda y las restricciones para vender al exterior, el stock final se ubicaría en torno a dos millones de toneladas, cifra equivalente a cuatro meses de consumo interno. Este factor comienza a considerarse en la formación de precios para el cereal de la nueva cosecha, que también sufrió un deterioro importante en las últimas semanas. Valores de referencia que al inicio fluctuaban alrededor de u$s 200/ton hoy se acercan a u$s 180/ton en condiciones Cámara sobre terminales portuarias del Up River, con poco interés de los compradores y lejos de las puntas de venta.

Las condiciones climáticas siguen complicando la siembra, aunque el este de Córdoba y la zona centro-sur de Santa Fe han mostrado progresos importantes en los últimos días. En cambio, el retraso en el norte de la provincia de Buenos Aires es notable. La persistencia de agua en la superficie y las napas muy altas comienzan a insinuar una posible retracción del área de siembra para volcarla agresivamente a la campaña gruesa, que comenzaría con elevado potencial de rendimientos si se estabiliza el patrón de precipitaciones. Igualmente, el grueso de los estimadores coincide en que la superficie se ubicaría por encima de cuatro millones de hectáreas.