Commodities

Semana bajista para el maíz

Emilce Terré

El maíz ha venido sufriendo por un doble frente: precios en baja comprimen los márgenes y excesos de humedad prohíben avanzar con las labores de cosecha en tierras argentinas.

En los últimos cinco meses, se han acumulado lluvias en la región núcleo por un promedio de casi 600 mm, un 70% más que en el mismo período del año anterior. Los excesos hídricos, fundamentalmente en el noreste de la provincia de Buenos Aires han generado un fuerte retraso en la cosecha dejando las plantas expuestas a pérdidas si no se estabilizan con urgencia las condiciones ambientales.

En efecto,   no sólo las lluvias sino también su combinación con brumas, niebla y humedad durante el mes de junio han limitado las posibilidades de trilla y resulta notable la disminución del peso de los granos y la mayor cantidad de plantas caídas. En la zona núcleo, el reporte semanal de GEA ha consignado la cosecha del maíz de segunda registra un avance del 47%, obteniéndose un rinde promedio de 80 qq/ha.

A nivel nacional, según datos del Ministerio de Agricultura, se ha cosechado el 54% de un área sembrada total de 5,9 millones de hectáreas, con un fuerte retraso en relación al 88% que se contaba a esta altura del año anterior, principalmente en las provincias de Córdoba y Buenos Aires, seguidas por Santa Fe. En cuanto a las condiciones del cultivo, el 68% del maíz se encuentra rankeado entre bueno y muy bueno, prácticamente sin cambios respecto a la semana anterior.

Respecto a los precios, los valores Pizarra de la Cámara rosarina para las operaciones realizadas en el mercado Físico el día jueves han caído a $ 1.200/ton, desde los $ 1.280 a los que cerró la semana anterior. Esta caída se sustentó a su vez en la fuerte baja externa que dejó los precios del futuro más cercano negociado en el mercado de Chicago en u$s 174,4/ton, cuando la semana anterior valía u$s 177,4/ton.

La desvalorización del cereal se sustenta fundamentalmente en la recuperación prevista por el lado de la oferta para el segundo semestre del año, fundamentalmente en Estados Unidos. El mercado se fue posicionando al cierre de la semana a la espera del informe de área sembrada que emitirá el USDA el lunes, con la expectativa promedio que el organismo reporte una superficie implantada de 37,12 millones de hectáreas. Si bien este guarismo quedaría por debajo de las 38,6 millones de hectáreas del año anterior, resulta levemente superior a lo previsto por el Departamento de Agricultura norteamericano en su último informe. Además, las perspectivas climáticas son muy buenas para el desarrollo del cultivo lo cual ratifica de momento las expectativas de una muy buena cosecha para el segundo semestre del año.

Sumado a lo anterior, y al contrario de lo que ocurre con la soja, la demanda de maíz ha resultado algo más débil a lo que se esperaba durante la campaña actual derivando en una fuerte depreciación del cereal en relación a la oleaginosa. Como corolario, en el reporte trimestral de stocks estadounidenses que publicará el USDA el próximo lunes se prevé que el nivel de inventarios de maíz al 1ro de junio sea el más alto de las últimas cuatro campañas lo cual permitiría un empalme entre las cosechas menos traumático.

Frente a las buenas perspectivas para la próxima cosecha el mercado se va ilusionando con una producción récord. A raíz de ello, el spread entre los futuros julio y diciembre en el mercado de Chicago, que es muy seguido por los operadores, cayó durante la semana a su mayor nivel desde fines de febrero.

Las implicancias que ello tenga sobre el mercado local pueden ser importantes. Considerando que los precios de la soja han sido más robustos y sumado a problemas financieros, nuevas subas en el valor de la semilla y el resultado de una campaña en la que el maíz de primera dejo un amargo podrían apuntar a una mayor sustitución en el uso de la tierra en favor de la oleaginosa. Además, los excesos hídricos que vienen impidiendo el avance de las sembradoras de trigo suman al argumento en favor de la soja de primera. Si bien aún es demasiado temprano para realizar estimaciones certeras en este sentido, los funtamentals y la mayor fluidez comercial vuelven a alinearse para sugerir que la balanza se inclina a favor de la oleaginosa.