Commodities

El USDA y un punto de inflexión para el maíz

Guillermo Rossi

Los precios internacionales del maíz, que venían recuperando posiciones desde la segunda mitad de marzo, sufrieron un profundo retroceso sobre finales de la semana pasada tras la publicación de los informes de stocks e intenciones de siembra del Departamento de Agricultura norteamericano. El organismo encontró una cantidad del cereal que superó largamente las estimaciones privadas, al tiempo que avizora un crecimiento del área sembrada de cara al ciclo 2013/14 cuando otras fuentes anticipan una pequeña reducción.

Como consecuencia de estos nuevos fundamentos, entre el jueves y el lunes los precios acumularon una pérdida de u$s 37/ton en los contratos con entrega en mayo de CBOT. Según fuentes del mercado, se trató del peor desempeño en días consecutivos en las series estadísticas que se remontan hasta el año 1959. La baja de los días posteriores contribuyó a completar un cierre de semana con el derrumbe de precios más significativo de los últimos 21 meses.

Según el USDA, al 1ero de marzo quedaban en Estados Unidos inventarios de maíz por 137,14 millones de toneladas, suficientes para cubrir casi 6 meses de consumo, incluyendo la actual proyección de exportaciones. Ese total se encontraba distribuido casi por mitades entre la existencia física aún almacenada en campos y los stocks en poder de acopiadores, terminales portuarias, consumos y plantas industriales.

Cabe destacar que la caída interanual de los stocks asciende a casi 16 millones de toneladas, en el contexto de una cosecha que ha sido 40 millones de toneladas más baja que la del año precedente, como consecuencia de la mayor sequía en décadas. La gran contracción del consumo ha permitido estabilizar la oferta de mitad de campaña, ya que -al igual que el año pasado- los inventarios permitirán satisfacer el equivalente a 175 días de consumo.

Por estos días la expectativa se concentra en la publicación -el próximo miércoles 10 de abril- del nuevo informe de Oferta y Demanda, en el que el USDA brindará luz respecto de cuáles fueron los factores que permitieron contar con tal inesperado volumen de mercadería remanente a comienzos de marzo. Dado que los analistas cuentan con datos periódicos de etanol y exportaciones, las variables más críticas a ser corregidas en la nueva estimación parecen ser el consumo forrajero y las importaciones.

La demanda se despertó sólo tímidamente tras la caída de los precios, aunque pudo destacarse un fortalecimiento de las bases en el segmento cash. Sobre los últimos días las primas ofrecidas sobre posiciones de Chicago treparon hasta su valor más alto desde el último verano, en el intento de los procesadores en Nebraska e Illinois por convencer a la oferta de cerrar negocios. Por su parte, los exportadores no acompañaron esa mayor agresividad, asumiendo que la oferta sudamericana cuenta con gran competitividad en esta parte del año. El abrupto declive del mercado a término retrajo fuertemente la oferta, luego del repunte observado en el nivel de ventas durante las primeras semanas de marzo, en parte para afrontar los gastos de la nueva campaña.

Las perspectivas de siembra también ejercieron impacto sobre el mercado. Debido a los pobres resultados obtenidos en el cinturón maicero durante el año pasado y a los márgenes más atractivos que brinda la soja, en las últimas semanas se especulaba con una ligera caída en la superficie de maíz en Estados Unidos, dando lugar a una mayor siembra de otros cultivos. El sorgo, por su reconocida mayor resistencia a condiciones de humedad poco favorables, se avizoraba como un potencial competidor en áreas marginales, en donde persisten las condiciones de sequía.

Sin embargo, según la primera proyección oficial del USDA, el área sembrada con maíz para todos los usos crecería ligeramente durante el año actual, alcanzado la extensión más grande de los últimos 77 años. Si se obtuviese un rinde cercano al promedio de los últimos cinco años -eliminando el máximo de 2009/10 y el mínimo del año pasado- la producción con destino comercial rondaría las 345 millones de toneladas, con un crecimiento interanual del 26%. Los trabajos de implantación ya han comenzado en algunos estados del sur del país, aunque los pronósticos de lluvias y las bajas temperaturas retrasarán por algunos días más el inicio en los grandes distritos de Iowa e Illinois.

El comportamiento del mercado internacional se trasladó al ámbito local, motivando una profunda caída de los valores ofrecidos que vació aún más la plaza. Los grandes exportadores se mantuvieron retirados de la búsqueda de la mercadería durante los últimos días, tras haber participado con fuerza en la segunda quincena de marzo. En esta corta semana solo permaneció el interés de algunos consumos y exportadores no tradicionales, que sobre el cierre de la semana pagaban u$s 150/ton con entrega diferida hasta junio en terminales portuarias de la región.

En tanto, en Rofex se pagaron valores próximos a u$s 166/ton en la rueda del miércoles, con 10.380 toneladas negociadas en la posición actualmente en período de entrega. Dicha cifra resultaba equivalente a $ 852,4/ton al tipo de cambio garantía, frente a un FAS teórico que en aquella jornada rondaba los $ 920/ton. El día jueves los compradores en la plataforma buscaron la entrega diferida hasta julio, pagando u$s 162/ton por apenas 600 toneladas, mientras que el viernes la intención de pago era aún menor.

Los datos oficiales de compras, ventas y embarques que llegan hasta el 20 de marzo consignan que en la semana central del mes pasado se negociaron en el país más de 500.000 toneladas. No obstante, tales cifras no incorporan los sucesos del viernes 22 de ese mes, fecha en la que el cereal se negoció intensamente en respuesta a la apertura del cupo de exportación que se había anunciado el día anterior por la tarde.

Según datos de la UCESCI, al cierre de esa jornada se solicitaron Roe Verde por un total de 1,72 millones de toneladas, trámite que debe realizarse una vez comprada la mercadería. En tanto, al lunes siguiente los pedidos de Roe fueron de 1,93 millones de toneladas adicionales. La necesidad de concretar ventas externas para maximizar el ingreso de divisas y aprovechar el contexto de precios motivó una nueva ampliación del cupo de exportación por 2,4 millones de toneladas, totalizando 19,4 millones en la campaña 2012/13.

Los permisos presentados durante aquellos días se autorizaron casi en su totalidad durante la presente semana. Entre el miércoles y jueves se otorgaron partidas por 3,93 millones de toneladas, de las cuales el grueso correspondió a grandes empresas nucleadas en CIARA-CEC. La mitad de ese total se repartió entre Cargill, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), Multigrain Argentina, Louis Dreyfus Commodities y Nidera.

Por su parte, los trabajos de recolección continúan su marcha en la zona núcleo, aunque las copiosas lluvias del último fin de semana largo -con picos de 200mm en algunas regiones- frenaron el ritmo de avance y causaron nuevos anegamientos de campos y caminos. Cabe destacar que las precipitaciones se registraron en un breve período de tiempo, causando graves inconvenientes en los terrenos bajos o con poco drenaje.

Según informó GEA - Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario, el avance de la trilla de maíz de primera supera el 50% en la zona núcleo, con un rinde promedio que hasta el momento se ubica en 88 qq/ha. Por su parte, el maíz de segunda atraviesa una fase intermedia entre la floración y su madurez fisiológica, con rindes que potencialmente se ubicarían en un promedio de 70 qq/ha.

Con estas evidencias y las tomadas de otras regiones es posible estimar una cosecha nacional de 25,3 millones de toneladas, con rindes promedio de 71,7 qq/ha. Hasta el momento el avance de los trabajos de recolección alcanza casi un cuarto de las 3,54 millones de hectáreas que acabarán cosechándose.