Commodities

Pocas novedades en los mercados de trigo

Guillermo Rossi

Los futuros de trigo cotizantes en mercados norteamericanos lograron recuperar parte de las pérdidas sufridas tras la publicación del informe de stocks del USDA, subiendo en tres de las últimas cuatro ruedas. Al llegar el viernes, la posición con entrega en mayo -que acumula el interés abierto más alto de toda la cadena- ajustó a u$s 256,8/ton, registrando un avance del 1,6% respecto del cierre de la semana pasada.

El mes de marzo, que se encaminaba a cerrar con tendencia positiva, echó por tierra todo el avance previo en la rueda del jueves 28, cuando las estimaciones del gobierno estadounidense ubicaron los stocks al 1ero de marzo -correspondientes al inicio del último trimestre de la campaña- en 33,6 millones de toneladas, superando las expectativas privadas que estimaban en promedio un volumen de 32 millones de toneladas. Asimismo, el USDA sostuvo que para esa fecha unas 6,4 millones de toneladas de trigo de todas las variedades aún se encontraban almacenadas en campos, tanto en instalaciones fijas como silos bolsa.

No obstante, en las ruedas posteriores a esa baja los precios insinuaron un leve repunte. Uno de los factores que posibilitó el rebote fue la gran competitividad que adquirió la mercadería de Estados Unidos en un mercado mundial que brilla por la ausencia de competidores. Los precios FOB en el golfo de México cayeron por debajo de u$s 280/ton para trigo blando, despertando el atractivo de diversos países asiáticos y algunos africanos. Los rumores de interés chino en regresar al mercado importador adquiriendo más de diez grandes embarques norteamericanos -equivalentes a unas 500.000 toneladas- no fueron confirmados.

Aun así, las cifras de ventas externas reportadas por el USDA se encontraron por debajo de las expectativas. El jueves por la mañana el organismo anunció embarques por 315.984 toneladas en la última semana de marzo, reflejando una caída del 62% respecto del dato inmediato anterior. De ese total, 141.146 toneladas se exportarán en la actual campaña y el resto a partir de 1ero de junio, cuando comience oficialmente el ciclo 2013/14. De cara a la próxima semana se espera un incremento significativo en ese volumen de ventas.

Otro origen alternativo a los Estados Unidos para la adquisición de trigo es la India, país que está evaluando reducir el precio interno al que los exportadores adquieren el grano de los acopios estatales. Ese precio mínimo, actualmente en torno a u$s 270/ton, podría caer hasta u$s 245/ton con el objeto de dotar de mayor competitividad al negocio exportador. La ampliación del cupo de exportación en 5 millones de toneladas anunciada el mes pasado fue una jugada en la búsqueda de liberar una parte de los cuantiosos stocks de intervención del Estado para generar espacio de cara a otra gran campaña, cuya recolección ya ha comenzado. La infraestructura de transporte y almacenamiento de granos en la India está muy por debajo de su potencial productivo.

En tanto, las condiciones climáticas en Estados Unidos volvieron a ser un factor de preocupación. Nuevas heladas en el comienzo de la primavera amenazan con dañar la evolución de los cultivos que ya han abandonado su período de reposo. Según los cálculos oficiales, la calidad de las plantas se encuentra en su nivel más bajo de los últimos once años, con sólo el 34% de la superficie en condiciones buenas o excelentes y el 30% en situación pobre o muy pobre. En la primera semana de abril de 2012 esos guarismos eran de 58 y 12 por ciento, respectivamente.

Frente a este panorama, los fondos especulativos optaron por cubrir una parte de sus posiciones vendidas y contribuyeron a que los precios exhiban cierta firmeza en las últimas ruedas. Encuestas informales entre operadores de Chicago dan la pauta de que estos participantes habrían recomprado unos 5.000 contratos en la actual semana. Esta presunción se confirmará el viernes próximo con los datos actualizados de la CFTC, ya que el reporte de Commitments of Traders recientemente publicado contiene información que llega hasta el martes de 2 de abril. En él se indicó que los operadores no comerciales acumulan una posición neta vendida que asciende a 52.047 contratos, algo más de 7 millones de toneladas. Esta suma equivale al 12% del interés abierto de los futuros de trigo en CBOT.

Frente a este panorama externo, el mercado local no contó con novedades significativas. La exportación continuó retirada de la plaza y no efectuó compras durante los últimos días. En los primeros cuatro meses de la campaña se embarcaron 2,5 millones de toneladas de un cupo de 3 millones, quedando poco remanente para los meses venideros. Dado que los exportadores han declarado compras por 4,9 millones de toneladas, parte del stock excedente quedará para la próxima campaña y algo podría volcarse al mercado interno.

La plataforma electrónica de Rofex sólo registró negocios en la rueda del viernes, en la que se pagaron u$s 235/ton en los contratos con entrega en abril y mayo. El volumen acumuló apenas 480 toneladas. La cifra comentada equivale a $ 1.208,1/ton, mientras que el FAS teórico oficial ronda los $ 1.244/ton.

Por su parte, los molinos realizaron ofrecimientos diversos. En Rosario se llegaron a pagar hasta $ 1.200/ton por el cereal en condiciones Cámara sin descarga, aunque sobre el cierre de esta semana el interés en realizar negocios a este precio había caído notablemente. En función de ello, el viernes por la mañana la CAC redujo hasta $ 1.150/ton su precio estimativo del cereal. En otras localidades los valores fluctuaron considerablemente dependiendo de la calidad de la mercadería, pudiéndose conseguir cerca de $ 1.100/ton por lotes de bajo peso hectolítrico y cerca de $ 1.600/ton con gluten 30 y w 300.

Los datos de molienda del Ministerio de Agricultura aún no llegan hasta el mes de febrero, aunque fuentes del sector manifiestan que el ritmo es bastante más lento que el promedio de los años anteriores. Posiblemente, en los primeros cuatro meses de la campaña la industrialización del cereal haya resultado de 1,8 millones de toneladas, gracias al repunte estacional que suele verificarse en marzo.

Mientras tanto, a medida que avanza la recolección de soja y maíz, los productores comienzan a planificar la siembra de trigo de cara al inicio de los trabajos que habitualmente se produce en la segunda quincena de mayo. Las lluvias que recibieron durante el último fin de semana diversas regiones productoras -en algunos casos, superando los 100mm- fortalecieron las condiciones de humedad de los suelos y podrían favorecer una mayor intención de siembra.

En las próximas semanas se contará con mayores evidencias respecto del área de cobertura, a medida que se conozcan nuevos datos sobre la demanda de insumos. Un factor que podría motorizar un repunte de la oferta es la estrechez financiera de los productores, que necesitarán de una buena a cosecha fina para compensar los malos resultados del año pasado.