El panorama financiero mundial luce más despejado que hace algunas semanas atrás y esto ha generado una recuperación de la confianza inversora, que en casos puntuales tiene rasgos de euforia. No obstante, se oyen también voces de cautela que podrían erigirse en dominantes en los próximos meses.

La economía alemana es, posiblemente, la única que en el mundo desarrollado está funcionando a todo vapor. Muestra de ello ha sido la publicación - el día jueves- de su Índice de Confianza Empresarial, el cual alcanzó un valor de 110,3, el mayor desde su reunificación concretada en 1991. Sin embargo, ese optimismo no es extrapolable a sus vecinos europeos con mayores problemas, entre los cuales ya mostraron estar Grecia e Irlanda, y algunos analistas incorporan a Portugal, España, Italia y Bélgica. Para este conjunto de países no sería apropiado soslayar que, de no brindarse señales aún más explícitas de sostenibilidad fiscal, el actual escenario por el que transitan es, cuanto menos, desafiante.

Distinto es el panorama que se vislumbra para las economías de América Latina y el Caribe, cuyas calificaciones crediticias, de acuerdo a un comunicado de la agencia Moody's Investor Service, se encuentran "listas para seguir avanzando en 2011". Para ellas, los principales focos de amenaza son las turbulencias que experimenta el continente europeo y los temores de que China pueda reforzar las medidas para detener su creciente inflación. El canal de transmisión de estos factores de riesgo hacia sus economías sería, probablemente, una caída en el precio de las commodities.

En la semana bursátil que termina, el principal centro de interés estuvo -una vez más- en los mercados europeos. En las últimas jornadas primó el veredicto de los operadores más optimistas en la capacidad del viejo continente para superar sus probables fiscales sin caer en nuevos escenarios de pánico. Gracias a ello, las variaciones semanales se situaron -con fuerza- en el terreno positivo. Asimismo, tal alentadora perspectiva -fundada en las exitosas colocaciones de deuda que afrontaron recientemente España y Portugal- condujo al Euro a su cotización más elevada de las últimas ocho semanas, alcanzando valores próximos a 1,36 dólares por euro. Entre las plazas bursátiles que registraron alzas se destaca la española, cuyo índice de referencia IBEX 35 se expandió un 4,27% en la semana.

Los mercados norteamericanos cerraron con un comportamiento mixto, sin que los principales índices accionarios muestren variaciones de consideración. En ese devenir, la actuación de dos fuerzas terminó contrarrestándose: los alentadores datos macro de la economía, principalmente respecto al mercado laboral e inmobiliario (se registraron aumentos en la venta de casas usadas y hubo menores solicitudes de subsidio por desempleo), no fueronsuficientes para detener las caídas impulsadas por algunos resultados corporativos decepcionantes, como los de Citigroup, Delta Air Lines y Goldman Sachs, entre otros.El mercado local dejó atrás el respiro que se tomó en las primeras dos semanas del año y retomó el envión alcista que lo caracterizó en los últimos cuatro meses. En esta dinámica actuaron las buenas perspectivas que se vislumbran para la economía nacional en el presente año y algunos datos corporativos puntuales, como la adquisición que hizo Pampa Energía de cuatro distribuidoras de electricidad situadas en distintos puntos del país. Gracias a ello, este papel creció un 15% a lo largo de la semana. El MERVAL avanzó un 2,6%, situándose este viernes en 3648,26 puntos, algo por debajo del nuevo récord alcanzado el día precedente.