Los mercados volvieron a tambalear poniendo en duda la fortaleza de la precipitosa suba de la semana pasada observada en la mayoría de los índices bursátiles del mundo. A pesar del paso que dio Grecia para que finalmente llegue el 5º tramo de ayuda que evite, por lo menos por ahora, que caiga en default, todavía existen fuertes incertidumbres respecto del futuro inmediato de los países periféricos de la zona euro. Al temor a que esos países no logren arreglar una renegociación de deuda, sobre todo con los bancos, se sumó una fuerte baja en la nota crediticia de Portugal, otro de los países que continúa en la cuerda floja.

El otro tema foco de atención del último período, las dudas sobre la recuperación de la economía estadounidense, volvió a tambalear al mercado a través de datos macros que fortalecen la creencia de la desaceleración. El jueves se dio a conocer el pronóstico de ADP sobre creación de empleo, informe que ha ido ocupando un lugar cada vez más importante entre los inputs del mercado, en el cuál se exhibía un sorprendente crecimiento de nóminas no agrícolas. Este informe suele servir a los operadores que buscan adelantarse al informe oficial, que esta vez nada tuvo que ver con los datos presentados por la agencia privada. La creación de empleo según datos oficiales publicados el viernes estuvo muy por debajo de lo esperado, mientras que la tasa de desempleo ascendió a 9,2% en junio. Además, el Departamento de Comercio de ese país dijo que las ventas del sector mayorista bajaron un 0,2%, cuando el mercado esperaba un alza del 0,2%.

Esto resultó un balde de agua fría para el mercado que comenzaba a creer que la desaceleración de abril y mayo se debió simplemente al terremoto y posterior tsunami en Japón y a las malas condiciones climatológicas en Estados Unidos. Por lo tanto, el dato vuelve a despertar sospechas de que transcurrirá todavía un tiempo prudencial hasta que volvamos a ver resplandeciente a la principal economía del mundo y puede que suponga un replanteamiento de las perspectivas de la Fed, que hasta ahora defendía que la desaceleración sería transitoria y que la actividad recuperaría fuerzas en la segunda mitad del año. En la semana próxima se conocerán las minutas de la Fed, justo en momentos en que algunos miembros presionan para salir del actual nivel mínimo de tasas.

El otro motor de la economía mundial, China, también dio señales que sumaron preocupación al mercado tras la decisión de volver a elevar las tasas de interés, que afectó principalmente a los mercados europeos. Estos últimos registraron saldos semanales negativos con el Ibex de España a la cabeza recortando un 5,30% y el CaC 40 de Francia un 2,34%. En Estados Unidos la semana terminó con leves subas para el S&P500 y el Dow Jones del 0,3% y 0,6% respectivamente mientras que la buena performances de las tecnológicas permitió al Nasdaq cerrar con un 1,84% de ganancias.

El mercado local resistió la semana con una presión vendedora menor a la observada en Wall Street y especialmente a la de las principales plazas europeas. Además de conseguir cerrar la semana con un saldo positivo en el índice Merval del 2,12% (quién acumula ganancias por más del 11% en un mes como puede observarse en el gráfico) registró un incremento en el volumen operado que respalda de alguna manera las jornadas alcistas, en donde sectores como el bancario lideró las subas con papeles del Banco Hipotecario, Grupo Financiero Galicia que subieron un 9,8% y un 6,34% respectivamente. También se destacaron Edenor +5,69%, Siderar 5,21% y Pampa Energía + 4,25%, mientras que de los cinco papeles del Merval que cerraron en baja, Mirgor (-1,24%) y Telecom (- 1,11%) sufrieron las mayores pérdidas.

La semana que viene será crucial para encausar el sentimiento del mercado con datos importantes como, los ya comentadas minutas de la Fed, y el comienzo de temporada de balances en Estados Unidos.