Economía

La energía que se pierde


El Dr. Rodolfo Rossi, ex Presidente del BCRA, nos ha hecho llegar este artículo de su autoría de fecha 2 de diciembre de 2011

En base a la proyección de los 10 primeros meses del corriente año, las exportaciones de combustibles y energía representarán el 7 % (US$ 6.000 millones) del total exportado (estimación US$ 85.344 millones, en el año). Por su parte, estimamos que en igual lapso se importará en combustibles y energía el 13 % (US$ 9.800 millones) del total importado (US$ 75.370 millones). Por primera vez en la historia reciente, nuestro país tendrá un déficit externo en el Rubro Combustible y Energía y será nada menos que de US$ 4.000 millones, aproximadamente.

En tanto, que con referencia al año 2010, disminuimos las exportaciones en las cantidades brutas en el 26 %, en las importaciones aumentamos las cantidades brutas en un 55 %. Los precios, en tanto, variaron en + 32 % en las exportaciones y en un + 37 % en las importaciones. Las importaciones de combustibles y energía, más que se duplicarían en el año 2011, en su relación al año anterior. Lejos estamos de la Balanza Comercial de Combustibles y Energía del año 2006, cuando su superávit cercano a los US$ 6.000 millones, representaba casi el 50 % del saldo positivo del total de la Balanza Comercial (US$ 12.410 millones)

Como dijimos, tendremos en el año, en el rubro Combustibles, US$ 4.000 millones de déficit comercial, asimilable a cerca del 1 % del PIB, que se debe conjugar con los gastos en Subsidios del Sector energético, que alcanzarían en el año 2011, a $ 41.000 millones, equivalente al 2,2 % del PIB.

¿Cómo se produce este déficit externo de envergadura, mas déficit fiscal impactante, por subvenciones?

Importamos fuel-oil y gas-oil; contratamos barcos para la importación de gas natural licuado y realizamos procesos de regasificación mar afuera, en barcos alquilados; importamos gas natural de Bolivia e importamos energía eléctrica de Brasil.

En tanto que el pago a productores locales de gas es de US$ 2,10 promedio, por millón de B.T.U., el costo del gas que importamos de Bolivia supera los US$ 7 por millón de B.T.U. Pero subiendo en la escalera, el costo de gastos de logística y regasificación hasta su inyección a la red troncal de gasoductos en Bahía Blanca, estaría resultando de un valor de alrededor de US$ 13,0, y el de la segunda terminal de Escobar, atento su costo adicional de logística y arrendamiento de embarcaciones más pequeñas y adecuadas, superaría los US$ 22 por millón de B.T.U. Y ese "salvataje" es, precisamente, lo que más incide en el monto de las importaciones de Combustibles y energía de este último año.

Adicionalmente a ello, la importación de fueloil determinó entre Enero y Setiembre de 2011, una erogación pública de cerca de $ 20.000 millones.

¿No suenan significativas estas pérdidas o erogaciones que está sufriendo el Sector Público argentino y sus habitantes, actualmente subsidiados (desde hace más de 8 años) y en un futuro cercano, sufrientes, por un necesaria "adecuación" o ajuste o aumento en las tarifas de gas y energía eléctrica? La "chatura" del precio de la electricidad y del gas ha llevado a su despilfarro. En un sector tan sensible como son los servicios públicos, se vivió un jolgorio, que forzosamente debía de terminar con el reconocimiento de la imposibilidad de su mantenimiento, por el déficit fiscal respectivo y por el déficit externo consiguiente, que afecta las cuentas nacionales.

Sin embargo, no obstante las "adecuaciones" de precios, que se esperan, que seguramente serán de importancia, las perspectivas de importación de Combustibles y Energía son mayores. En el año 2012, la compra de gas a través de barcos, que posteriormente se regasifica, sería el doble que lo observado en el corriente año. Por su parte, la importación de fuel-oil sería, igualmente, el doble de lo que se registró en el corriente año.

Esta particular situación, que viene siendo observada técnicamente, por el Foro de ex-Secretarios de Energía, determinará que el saldo comercial de la Balanza de Pagos del año 2012, se vea reducido aun más en cifras significativas, apreciando que el saldo de Cuenta Corriente del país (que representa el ahorro líquido externo nacional) sea ya francamente negativo, en casi 2 % del PIB.

No es de extrañar, en consecuencia, que frente a esta cruda realidad, los desequilibrios externos y fiscales logrados, se pagarán con menores importaciones de otros bienes y servicios, probablemente, con un menor nivel de actividad económica y lo que es también muy serio, con una mayor inflación, por aumento de los costos generales.