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Maíz: ¿piso para el maíz de Chicago?


Al momento de iniciarse la campaña actual, los precios del maíz en el mercado de referencia mundial se encontraban un 20% por encima de los actuales. La ajustada situación de los stocks finales en Estados Unidos había dado impulso a las cotizaciones en los primeros meses del año. Sin embargo, una caída de la demanda de consumo animal y una desaceleración de las exportaciones limitaron las subas. La explosión de la crisis europea explica gran parte del derrumbe de precios posterior. A comienzos del mes de octubre Chicago encontró un piso en torno a u$s 5,7/bushel. La recuperación posterior fue superior al 10%, pero la publicación del reporte de oferta y demanda del USDA del mes de noviembre -al informar stocks por encima de lo esperado por los analistas- terminó por interrumpirla. Esta situación devolvió los precios a la zona de u$s 5,7/bushel, en donde se encuentra un importante punto de soporte del mercado, ya que cualquier caída por debajo de ese nivel llevaría a los precios a su nivel más bajo de los últimos doce meses. Este nivel fue probado nuevamente durante los últimos días de la semana pasada.

En su último informe mensual, el USDA sostuvo que espera un rango de precios en tranquera para el productor norteamericano entre 590 y 690 centavos por bushel, cuando el precio de ajuste de Chicago del viernes se situó en 583 centavos de dólar. Esta visión del organismo gubernamental refuerza las evidencias de que se cuenta con elementos de sostén que impedirán descensos todavía más pronunciados en las cotizaciones, siempre que el dólar y el petróleo se mantengan en niveles cercanos a los actuales.

Otro de los factores que limita las bajas es el climático. Pasados los trabajos de recolección en Estados Unidos, el nuevo foco de atención de los operadores está situado en la evolución del clima en Sudamérica. Luego de un adecuado ritmo de lluvias durante los meses de septiembre y octubre, la llegada del calor ha limitado las precipitaciones en el hemisferio sur, factor que se torna especialmente preocupante en Brasil. Grandes pérdidas se temen para los campos maiceros de Rio Grande do Sul, con el agravante de que no se espera una reversión de esta tendencia hasta mediados de enero.

Sin embargo, la evolución del clima en las regiones productoras de Estados Unidos se muestra muy auspiciosa para enfrentar el advenimiento de la siembra en el año entrante. A este elemento se suma la posibilidad de que haya un incremento en el área sembrada con maíz que, según indica la firma Informa Economics, podría abarcar una superficie cercana a 38,2 millones de hectáreas, la más extensa desde el año 1944.

Adicionalmente, diversos analistas indican que la desaceleración de la inflación en China y el gran incremento de producción que alcanzó aquel país en la presente campaña hacen retroceder su participación en el mercado internacional. El segundo gran consumidor mundial del cereal no necesita -en las actuales circunstancias- reponer sus stocks, lo que lo haría volver a la arena internacional recién a mediados del año próximo.

La situación mundial de oferta y demanda no se encuentra tan ajustada como en el caso particular de Estados Unidos, lo que pone paños fríos a las carreras de precios. Con una producción mundial que alcanzará un récord de 868 millones de toneladas y abundantes ofertas de los países sudamericanos por delante, el mercado parece haber encontrado un equilibrio transitorio.

Pocos cambios y precios deprimidos para el maíz local

Transcurrieron días de pocas novedades en el mercado local de maíz, iniciando la semana con ofrecimientos diversos y un considerable número de precios para terminar con un interés algo menor, pero un volumen de negocios considerablemente alto. La relativa estabilidad de los mercados externos se tradujo en pocos cambios para los valores locales, aunque continúa la impermeabilidad doméstica.

Durante el curso de toda la semana existió la posibilidad de colocar el maíz durante el mes de enero a u$s 135/ton. Por la entrega más diferida podían conseguirse algunos dólares adicionales. Los precios más elevados que se escucharon en el recinto de la Bolsa de Comercio de Rosario llegaron a u$s 145/ton por la mercadería con entrega entre los meses de mayo y julio. Estos valores nuevamente se alejaron unos 30 dólares respecto del precio FAS teórico del maíz nuevo.

En los mercados de futuros del país podían conseguirse valores similares, o incluso ligeramente superiores. Los consumos, en tanto, se encontraron dispuestos a pagar precios cercanos a $ 550/ton por la descarga del cereal.

En otro orden de cosas, la evolución de los cultivos en nuestro país continúa siendo razonablemente buena en términos históricos, aunque preocupa la ausencia de lluvias en algunas regiones de peso productivo. Se teme que los mayores daños puedan llegar en las próximas semanas, en la medida en que nos vamos acercando al período crítico del cereal y no hay pronósticos que anticipen la llegada de lluvias en abundancia.

Cuando los trabajos de siembra ya se acercan a las tres cuartas partes de la superficie total, la producción nacional se estima en 26 millones de toneladas, con rendimientos cercanos a 69qq/ha según indica la Guía Estratégica para el Agro - GEA. El USDA, en cambio, es más optimista. En su último informe mensual mantuvo la producción de maíz argentina en 29 millones de toneladas, con un saldo exportable que quedaría en 20 millones. Esto arrojaría un ingreso de divisas superior a los 4.000 millones de dólares para nuestro país, lo que torna imperioso que se aprovechen las oportunidades que aún nos brindan los mercados externos.

En este sentido, en la última semana se aprobaron ROES por 370.000 toneladas de maíz. Sin embargo, sigue sin haber novedades respecto de nuevas autorizaciones para exportar. Debido a que aún queda un remanente importante de la última campaña sin comercializar, la liberación de un cupo adicional permitiría darle más fluidez al mercado y permitir una mayor vinculación del mismo con las señales externas.

De cara a las próximas semanas, todos los participantes de la cadena comercial del maíz aguardan definiciones respecto de los acuciantes problemas que enfrenta la comercialización del cereal. La llegada de nuevas autoridades al Ministerio de Agricultura refuerza las esperanzas de que se pueda arribar a un nuevo marco comercial que aminore las actuales distorsiones.