En los últimos meses China prácticamente ha dejado de comprar aceite de soja a nuestro país. Es prematuro decir si esta actitud del gran país asiático será permanente o temporal, de todas maneras no deja de ser un problema serio para la economía de nuestro país. Se han sostenido distintos razones para explicar esta actitud, pero creemos que hay que actuar con prudencia para buscar reiniciar el mencionado flujo comercial.

Algunos han sostenido que tanto Brasil como EE.UU. pueden sustituirnos como proveedores de aceite de soja a China. En principio creemos que en el corto plazo esto no es fácil de llevar a la práctica.

Es por ello que haremos un análisis de la oferta y demanda de aceite de esos dos países. Otros, por el contrario, han manifestado, irresponsablemente, que no nos debe preocupar el que China no nos compre ya que otros países (la India, por ejemplo), puede sustituirlo. Es cierto que la India es un cliente importante de Argentina, pero no es válido que sustituyamos uno por el otro. En este tenor, están los que sostienen que no hay ningún problema ya que parte del aceite de soja de Argentina se transformará en biodiesel y si China no nos compra, otros países (Alemania, por ejemplo) nos comprarán el biocombustible. Esta actitud, que puede favorecer a algunos, nos parece totalmente mezquina.

La relación con China no es una relación marginal para la economía de un país, sino que estamos hablando de uno de los países económicamente más importantes del mundo y donde las necesidades alimenticias, por su gran población, son inmensas.

Es importante que se firmen tratados con China para que nos suministre material ferroviario y otros bienes de capital que tanto necesitamos, pero cabe preguntarnos con que divisas vamos a pagarlos si no estimulamos las relaciones de exportación de aquellos productos para los que somos más aptos.

Según la estimación del USDA en su informe del mes de julio del corriente año, la producción de soja de China de la campaña 2009/10 habría llegado a alrededor de 14,70 millones de toneladas. La importación del grano se estima en 48 millones y el consumo interno en 57,9 millones. De este total, al crushing corresponderían 47,3 millones. La exportación de poroto de soja sería de 250 mil toneladas.

De cumplirse esa estimación, la producción de harina de soja se estima en 37,4 millones de toneladas, con un rinde de 79,1%. China importaría 70 mil toneladas de harina y exportaría 1,65 millones de toneladas. El consumo interno sería de 35,83 millones de toneladas.

La producción de aceite de soja se estima en 8,43 millones de toneladas, con un rinde de 17,8%. La importación de aceite de soja sería de 1,6 millones de toneladas y la exportación de 80 mil toneladas.

El consumo interno de aceite de soja sería de 10,21 millones de toneladas.

Según un informe de Oil World la producción de los distintos tipos de aceite por parte de China en el período oct-set 2009/10 sería de 16,95 millones de toneladas, cifra superior a los 16,14 millones producidos en el ciclo anterior.

Las importaciones de los distintos tipos de aceite por parte de China llegaría a 9,80 millones de toneladas, un poco menos que en el ciclo anterior.

Las exportaciones de aceite por parte de China serían de alrededor de 100 mil toneladas.

El consumo doméstico de los distintos tipos de aceite sería de 26,57 millones de toneladas, contra 25,22 millones en la campaña anterior.

Los stocks finales de aceite al mes de setiembre del corriente año llegarían a 2,15 millones de toneladas, muy semejantes al año anterior.

China ha montado en los últimos 20 años una importante industria de crushing de soja y otras semillas.

La capacidad actual de esa industria se estima en alrededor de 230.000 toneladas por día, aunque hay que hacer notar que en ese tonelaje se incluyen un sinnúmero de plantas pequeñas y obsoletas. Sin embargo, y según datos no muy precisos, la capacidad ociosa de muchas plantas es importante.

Ante la mencionada realidad, ¿cuál es la razón que lleva a incrementar dicha capacidad de molienda en ese país? Más allá que China puede recurrir a varios proveedores de soja, como EE.UU., Brasil y Argentina, creemos que al ser su industria dependiente de la compra de materia prima en el exterior en casi un 70%, presenta un flanco débil.

¿Pueden EE.UU. y Brasil sustituir a Argentina en la provisión de aceite a China?

Según el informe del USDA del mes de julio, el stock inicial de aceite de soja de Estados Unidos de la última campaña fue de 1,3 millones de toneladas, la producción de 8,85 millones y las importaciones de 50 mil toneladas. El consumo doméstico sería de 7,35 millones de toneladas. Las exportaciones serían de 1,47 millones de toneladas. El stock final sería de 1,32 millones de toneladas, muy semejante al stock inicial.

De los números anteriores se puede deducir lo difícil que es, por parte de Estados Unidos, incrementar sustancialmente las exportaciones de aceite de soja a China y sustituir a nuestro país en esa exportación.

En lo que se refiere a la producción de aceite de soja por parte de Brasil, el USDA estima una producción de 6,15 millones de toneladas.

El stock inicial de aceite de soja se estima en 370 mil toneladas, la producción en 6,15 millones y las importaciones en 50 mil. El uso interno de aceite de soja se estima en 4,88 millones de toneladas, contra 4,27 millones en el ciclo precedente.

Las exportaciones de aceite por parte de Brasil se estiman en 1,37 millones de toneladas, contra 1,91 millones del ciclo precedente, y el stock final en 330 mil toneladas.

De todas maneras, y en base a los números anteriores, las exportaciones de Brasil de 1,37 millones de toneladas de aceite de soja, no podrían cubrir, en un corto plazo, las importaciones de aceite de soja por parte de China.

Es cierto que parte del aceite de soja producido por nuestro país se está destinando a la producción de biodiesel que llegaría en el corriente año a cerca de 2,4 millones de toneladas (850 mil para el consumo interno y 1,5 millones a la exportación), y que han aumentado las exportaciones de aceite a la India y a otros destinos, pero no es bueno que nuestra país pierda un cliente tan importante como China.