Commodities

Maíz rebota con fuerza ante datos del USDA

Guillermo Rossi

El mercado internacional de maíz extendió la tendencia de los últimos meses al ingresar en el año 2014, retrocediendo ante el gran crecimiento de la oferta norteamericana. La debilidad de la demanda, dada por las dificultades de inserción en China y la ralentización de la producción de etanol, contribuyeron a explicar la marcha del mercado. A lo largo de la semana los precios FOB en el Golfo de México cayeron por debajo de u$s 200/ton por primera vez en los últimos 40 meses. El consumo del cereal con destino a alimentación animal fue el único que ganó firmeza, ante la llegada de una importante ola de frío que incrementó los requerimientos energéticos del ganado y las aves.

Sin embargo, al llegar el viernes la publicación de nuevas estimaciones de oferta y demanda del USDA le imprimió una nueva dirección al mercado, al igual que el informe de disponibilidad de existencias al 1 de diciembre. Este último permite monitorear el comportamiento del consumo interno durante el primer trimestre de la campaña, mientras que la marcha de la demanda externa puede seguirse con información sistemática de mayor periodicidad suministrada por el Servicio Agrícola Externo - FAS.

Las cifras oficiales se ubicaron por debajo de lo esperado tanto para la producción como para los stocks finales de la campaña 2013/14, mientras que el inventario físico al cierre del primer trimestre resultó 10 millones de toneladas más bajo que el punto medio del rango de valores estimados previamente por los operadores. La combinación de menor oferta y mayor dinamismo de la demanda -especialmente para producción animal- le brindó un importante sostén a los precios, que avanzaron con fuerza.

No obstante ello, cabe igualmente destacar que la recuperación interanual de los inventarios es notable y que una mayor proporción que el año pasado se encuentra aún en poder de productores. Esto implicará un gran desafío logístico para el país del norte, puesto que trasladar toda la mercadería almacenada en campos hacia plantas o terminales portuarias supondría unos 5,8 millones de viajes en camiones. Esta magnitud cobra relevancia si tenemos en cuenta que es el triple de lo que arriba a la zona del Up River en carga de todos los granos a lo largo de un año.

En cuanto a las estimaciones del organismo para nuestro país, se observó una reducción de un millón de toneladas en la proyección de cosecha, con deducción por igual volumen del saldo exportable. De este modo, Argentina quedaría como cuarto mayor exportador mundial de maíz, tras décadas de permanencia en el segundo lugar. Para el ciclo 2013/14 se trabaja con un área de grano con destino comercial de 3,4 millones de hectáreas, estimando rindes promedio por 73,5 qq/ha. Ambos números fueron más bajos que los previstos en diciembre, reflejando la adversidad del clima en las últimas semanas.

A nivel local el foco de atención volvió a posicionarse sobre el clima, a los efectos de intentar cuantificar el daño causado por la ola de calor. Algunas estimaciones plantean que cerca de 600.000 hectáreas sembradas antes de mediados de octubre se encontraban en peligro, aunque el potencial de caída en los rendimientos variaba dependiendo de las reservas de humedad en los suelos. La demanda hídrica de los cultivos ingresados en floración no fue enteramente satisfecha, al tiempo que la persistencia de altas temperaturas impuso un estrés adicional a las plantas. Al parecer, la zona más afectada es el norte de la provincia de Buenos Aires, mientras que los maíces de primera del este de Córdoba y centro-oeste santafesino se encuentran en muy buenas condiciones, con potenciales de rendimiento cercanos a 100 qq/ha. Allí se espera que la trilla comience a principios del mes de febrero.

Por su parte, las labores de siembra de maíces tardíos se encuentran muy avanzadas en la zona núcleo, quedando sólo algunos lotes remanentes en el área de influencia de Venado Tuerto, al sur de Santa Fe. A nivel nacional, la superficie efectivamente implantada supera el 80% de la proyección total, siendo el norte de Santa Fe, NOA y NEA las zonas más retrasadas.

El mercado sigue sin brindarle estímulos a la oferta de la nueva cosecha, que aguarda condiciones más atractivas para volcarse a la realización de negocios. A nivel nacional el volumen con entrega comprometida a exportadores se ubica en 1,7 millones de toneladas, tres cuartas partes del cual mantiene su precio pendiente de fijación. Esto marca un fuerte contraste con la comercialización del año pasado, que a la fecha acumulaba un volumen mucho mayor y con sólo un 5% de las operaciones en modalidad "a fijar". Si durante los próximos meses se concreta la corrección cambiaria que se advierte en la curva de futuros de dólar, los precios locales de paridad otorgarían mayor rentabilidad a los vendedores, aunque es difícil que el mercado supere en términos reales las marcas alcanzadas el año pasado. En tanto, el segmento disponible mantuvo el mismo rango de precios de las últimas semanas. Los consumos han reducido la intensidad de sus demandas, ofreciendo valores situados ligeramente por encima de $ 1.000/ton con descarga inmediata en esta región. En los mercados a término la caída es aún más explícita. La posición con entrega en enero de Rofex perdió más de u$s 15/ton en las últimas diez ruedas. Esta situación se presenta pese a que las existencias del cereal son extremadamente bajas en distintas zonas del país, por lo que en algunos casos se lo sustituye con cebada. Si bien el Ministerio de Agricultura estima que la actual campaña concluirá con un stock final de 1,75 millones de toneladas al 28 de febrero, es probable que la mayor parte de ese volumen se encuentre en poder de los exportadores.