Commodities

Mercado mundial de trigo y su impacto para Argentina

Julio Calzada y Guillermo Rossi

De confirmarse las previsiones del USDA para la campaña 2013/2014, la producción mundial de trigo será 100 millones de toneladas más alta que la registrada hace seis años atrás, ya que la cosecha en el ciclo 2007/2008 fue de 612,1 millones de toneladas, en tanto que para el 2013/2014 se espera un total de 711 millones de toneladas. Esto representaría un aumento del 16,2% en la producción anual mundial, si se comparan puntualmente los registros de las citadas campañas (Cuadro N° 1).  

En todos los años posteriores al ciclo 2007/2008, la producción mundial de trigo estuvo por encima del total correspondiente a dicha campaña: 612,1 millones. Al punto tal que, al cabo de cinco años, la mayor producción de trigo acumulada ascendió a 308 millones de toneladas (suma de los incrementos de producción anuales por encima de los 612,1 millones de toneladas en todas las campañas que van desde el 2007/2008 al 2012/2013). En la actual campaña 2013/2014 se estarían incorporando otras 55 millones de toneladas adicionales, ya que la producción del ciclo 2012/2013 fue de 656,1 millones de toneladas y la que se espera en el 2013/2014 es de 711,4 millones.

Es evidente que estamos en presencia de un escenario de mayor oferta mundial en este cereal. En función de los datos del USDA para la campaña 2012/2013 (Cuadro N°1), los cinco principales países productores de trigo cosechan cerca del 70% del total mundial. Ellos son: la Unión Europea con 133,8 millones de toneladas, China con una producción de 121 millones, India con 94,8 millones de toneladas, Estados Unidos con 57,9 millones y Rusia con 51,5 millones.

Todos estos países han ido registrado paulatinos crecimientos en sus producciones a lo largo de los últimos seis años, lo que evidencia la existencia de un mercado con mayores cantidades ofertadas y con mejores stocks al finalizar cada campaña. Dos países que registran importantes crecimientos en la producción son India y China, por efecto de incentivos otorgados por sus Gobiernos Nacionales.

En India se desarrolla desde hace varios años un esquema de precios sostén en cabeza del Estado, que cumple la doble función de garantizar un ingreso razonable a los productores y fortalecer la disponibilidad de inventarios de los acopios estatales. Desde el año 2007 tanto las cosechas como los stocks públicos no han parado de crecer, convirtiendo al país en un exportador con posibilidad de acceso a mercados de Asia Central. Para la cosecha que comenzará en el mes de abril el precio mínimo se estableció en 1.400 rupias cada 100 gramos, frente a las 1.350 rupias del último año. El nuevo precio equivale a u$s 225/ton.

En tanto, en China se utiliza un precio de referencia para las operaciones en los meses posteriores a la cosecha, complementado con un sistema de cuotas que limita la posibilidad de importación y sostiene los valores locales por encima de los internacionales. En dicho esquema participan tanto el Estado como pequeñas compañías que acceden a financiamiento subsidiado. El abastecimiento interno depende crucialmente de las subastas que organiza la China Grain Reserves Corporation (Sinograin), el principal comprador. Para el año 2013 el gobierno chino estableció un precio sostén de 2.240 RMB, cifra equivalente a unos u$s 365/ton.

En lo que respecta a nuestro país, la magra campaña de trigo de la República Argentina en el ciclo 2012/2013, la cual ascendió a 8,2 millones de toneladas según el MINAGRI, representó apenas el 1,2% del total mundial. Argentina ocupó el decimocuarto lugar en el ranking de países productores. Sin embargo, la potencialidad puede vislumbrarse a partir de lo sucedido en la campaña 2010/2011. Allí nuestro país alcanzó una producción récord de 15,9 millones de toneladas, lo cual representó aproximadamente el 2,5% de la producción mundial. De esta forma, Argentina ocupó el puesto N° 11 y superó a países como Irán, Kazakstán y Egipto que actualmente producen más trigo que nuestra nación.  

También resulta interesante analizar el consumo doméstico de los distintos países. En el mercado mundial de trigo se da una particularidad: los cinco principales países productores son precisamente los cinco principales países consumidores (Cuadro N°2). En efecto, la Unión Europea -principal productor en la campaña 2012/2013 con 133,8 millones de toneladas- tuvo un consumo doméstico de 120 millones de toneladas en dicho ciclo. China, el segundo productor mundial con 121 millones de toneladas en esa campaña, tuvo una demanda interna de 125 millones. India con 94,8 millones de toneladas de producción, consumió cerca de 83,8 millones (Ciclo 2012/2013). Estados Unidos, cuarto productor mundial, tiene sus números mucho más holgados: en el 2012/2013 tuvo una producción de 61,6 millones de toneladas y consumió 38,2 millones. Finalmente Rusia, el quinto productor mundial de trigo con 37,7 millones, tuvo una demanda interna de 33,5 millones de toneladas.  

A modo de síntesis es significativo resaltar que los cinco principales países productores producen casi el 70% de la producción mundial anual de trigo y consumen el 58% del total demandado a nivel doméstico.  

Del análisis del consumo doméstico mundial en los últimos 5 años, se observa que éste crece de manera significativa pero más lentamente que la producción mundial, permitiendo reconstituir los stocks. Habíamos comentado anteriormente que en todos los años posteriores a la campaña 2007/2008, la producción mundial de trigo estuvo por encima los 612,1 millones. Esto posibilitó, al cabo de cinco años, acumular una mayor producción de trigo del orden de las 308 millones de toneladas (entre las campañas 2007/2008 y 2012/2013). El efecto incremental acumulado del mayor consumo doméstico mundial en este período fue de aproximadamente 245 millones de toneladas (suma de los consumos domésticos anuales por encima de los 614,5 millones de toneladas registrados en el 2007/2008). De esta forma quedaron cerca de 60 millones de toneladas acumuladas en estos 5 años para reconstituir los stocks finales de trigo de los diversos países. En el cuadro N°3, puede observarse este proceso a nivel de países (Evolución de las existencias mundiales de trigo por nación).  

Complementariamente a lo expresado anteriormente, puede verse que en la campaña 2007/2008 el stock final mundial de trigo ascendía a 129,6 millones de toneladas. Cinco años después, en el 2012/2013, el stock final era muy superior: 182,8 millones de toneladas.   En dicho período, la relación stocks/consumo creció de 21 a 26%.

Como puede observarse, los países que registran mayores recomposiciones en sus existencias finales (comparando puntualmente 2007/2008 vs 2012/2013) son India y Estados Unidos, los cuales mostraron un incremento respecto del stock final del 2007/2008 del orden del 317% y 134%, respectivamente. China evidencia un aumento del 38% en dicho período y Rusia del 21,3%. La Unión Europea registra un leve descenso pasando de un stock final de 12,8 millones de toneladas en el 2007/2008 a 11,9 millones de toneladas en la campaña 2012/2013.

Hemos visto en el presente análisis tres fenómenos claramente contrastables en los últimos años: a) un fuerte aumento en la producción mundial de trigo, b) comparativamente, una menor tasa de crecimiento del consumo doméstico mundial respecto de la tasa de incremento en la producción mundial, c) una gradual recomposición de los stocks finales. ¿Cómo estarían impactando estos fenómenos en la rentabilidad del productor argentino que hoy termina de cosechar trigo y quiere vender su producción?

Evidentemente, estos factores bajistas tienen que haber incidido en la fuerte caída que sufrió el trigo -a lo largo del año 2013- en las cotizaciones de los contratos de futuros en el mercado de Chicago (CBOT). En el CBOT, la posición Marzo 2013 en los contratos de futuros de trigo negociados el día 7/1/2013 ajustaba en 277,60 U$S/la tonelada. Un año después, la posición Marzo 2014, el día 6 de Enero de 2014 cerró a U$S 222,60.- la tonelada (Trigo blando de invierno). Este contrato perdió U$S 55 en un año, lo cual representa aproximadamente un caída del 20% en todo el año 2013.

Si analizamos idéntico período en el Mercado Físico de la Bolsa de Comercio de Rosario, el 7 de Enero de 2013 el Trigo Condición Cámara cotizaba 220 dólares/la tonelada con un tipo de cambio comprador Banco Nación de $ 4,887 por dólar. Esto equivalía a un total de $ 1.075,- la tonelada de trigo para el productor.

A la misma fecha, un año después (6 de Enero de 2014), el trigo cotizaba en el mercado físico de Rosario $ 1.450.- la tonelada con un tipo de cambio de $ 6,555, lo que equivale a U$S 221.- Este precio en dólares estadounidenses es similar al que se pagaba en el recinto de Rosario un año atrás.  

Entre el precio en pesos que regía para el trigo (en el mercado físico de granos de Rosario) en Enero de 2014 ($1.450.- la tonelada) y el de Enero de 2013 ($ 1.075 la tonelada), hay una diferencia de $ 375.-, lo cual representa un incremento anual del 35%, que es prácticamente la tasa de devaluación que registró el peso argentino en el último año en el tipo de cambio oficial Comprador Banco Nación: 33%.

En consecuencia, este mayor precio que recibe el productor argentino en la actualidad ($ 1.450 la tonelada) surge por el efecto de la devaluación del peso y no por el aumento en los precios internacionales del cereal. La magnitud del aumento en la producción mundial en los últimos seis años y la fuerte recomposición de stocks en este período abren dudas respecto de la posibilidad de que los precios internacionales del trigo puedan experimentar alzas en el futuro en beneficio del productor argentino. Sin embargo, los precios locales responden en mayor medida a los requerimientos del consumo interno y al panorama de abastecimiento a nivel continental, exhibiendo históricamente una débil correlación con Chicago o Kansas. En este sentido, el sostenimiento del Arancel Externo Común por parte de Brasil y la tirantez de la oferta local en esta campaña y la anterior son los principales fundamentos que explican la firmeza en un marco de caídas externas.