Commodities

Trigo acentúa su caída sobre el cierre de la semana

Guillermo Rossi

La operatoria externa siguió de cerca la situación climática de Estados Unidos, aunque los precios continuaron presionados por la perspectiva de oferta holgada hasta el cierre de la campaña. A lo largo de las últimas ruedas el mercado de Chicago cayó hasta niveles cercanos a los mínimos en dos años, mientras que en Europa las cotizaciones se ubicaron en su rango más bajo de los pasados tres meses. Al llegar el viernes gran expectativa se concentraba en la publicación de tres informes del USDA, ilustrando el panorama de oferta y demanda, la disponibilidad de inventarios al 1 de diciembre y el área sembrada con variedades de invierno para la campaña 2014/15.

El saldo de las cifras informadas fue mayormente negativo, algo que se reflejó rápidamente en el comportamiento de los precios. El USDA incrementó su previsión de stocks finales en Estados Unidos, merced a una fuerte reducción en su previsión de consumo forrajero durante el presente año. La gran recuperación en la oferta de maíz conduciría a una caída interanual superior al 30% en esta demanda de trigo. Este ajuste no logró compensarse con una mayor expectativa de ventas externas para lo que resta del ciclo comercial. Asimismo, la disponibilidad de inventarios al 1 diciembre se ubicó ligeramente por encima de lo anticipado por el mercado, aunque más de un 10% por debajo del total disponible a la misma altura del año pasado, fruto de la menor producción del último año.

Por otro lado, al conocerse el reporte de siembras del ciclo 2013/14 las cifras del USDA se encontraron debajo de lo pensado. El área destinada a las distintas variedades de trigo de invierno ocuparía unas 17 millones de hectáreas, de las cuales 12,2 millones corresponderían al cereal duro y las restantes a trigo blando y blanco. Se observa una importante caída en el área de trigo rojo blando -cercana a 700.000 hectáreas- respecto de las previsiones iniciales.

En tanto, el mercado local transitó por una semana de pocos vaivenes en los precios. La exportación en plaza Rosario sólo concretó operaciones puntuales a $ 1.450/ton por lotes en condiciones Cámara, aunque por un volumen notablemente reducido. Estos participantes muestran mucha cautela ante la falta de señales concretas de cómo se terminará encarando la política comercial en la campaña, aunque durante la próxima semana podría haber novedades. Si bien el saldo exportable se proyecta cercano a 2,5 millones de toneladas y hay aproximadamente 1,6 millones de ROE Verde prorrogados del año pasado, hasta el momento no se permite que las firmas puedan comenzar a colocar trigo en el exterior. De hecho, la carga programada en las terminales portuarias del país es cero para los próximos días.

Por su parte, la molinería ha incremento su disposición a pagar hasta superar los $ 1.500/ton en la zona sur de Santa Fe, aunque los valores dependen de las condiciones de calidad y los términos de entrega y pago. A nivel nacional es probable que el volumen negociado por la industria supere al adquirido hasta el momento por la exportación, situación que tiene pocos antecedentes en nuestro país para esta época del año. Tras el aprovisionamiento inicial -buena parte a través de negocios forward - los molinos ya no tienen tanta facilidad para conseguir el cereal que necesitan y sólo cuentan con un stock moderado para las próximas semanas.

La trilla se encuentra llegando a su final en las zonas más retrasadas de la provincia de Buenos Aires, lo que significa que -deduciendo los consumos ya efectuados- en el país se dispone de un inventario físico cercano a 9 millones de toneladas distribuido entre productores, plantas de acopio, depósitos de la industria y terminales portuarias. A diferencia de otros años, la oferta del cereal está muy retraída y no se vuelca al mercado con agresividad. La curva de futuros sigue empinada, al igual que la tasa de depreciación del tipo de cambio. Mientras esta última siga ubicándose por encima del costo de oportunidad del dinero, es probable que la comercialización continúe sin ganar dinamismo. Es por ello que distintos analistas advierten que el Banco Central podría ralentizar esta variable al llegar los meses de febrero y marzo, a fin de estimular ventas de cosecha gruesa y lograr con ello una mejor posición financiera. Es aquí cuando podría comenzar a observarse una mayor liquidación del trigo a nivel de productores. En el corto plazo el maíz y la cebada son los cereales preferidos para vender si es necesario afrontar compromisos acuciantes. Esta situación ha castigado el precio de ambos productos, pese a que la demanda forrajera -que ya atravesó en el último trimestre del año su período pico- se mantiene firme. En el mercado disponible de Rosario se pagan alrededor de $ 950/ton por lotes de cebada calidad forrajera, aunque el grueso de los negocios se concentra en la zona sur de la provincia de Buenos Aires. Hasta el momento los exportadores adquirieron casi un millón de toneladas de este cereal, mientras que desde principios de diciembre a la fecha se otorgaron ROE Verde por más de 1,3 millones de toneladas.