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Maíz: se vislumbra una buena cosecha de maíz


La semana pasada mencionamos la oportunidad que tiene Argentina en el mercado mundial, principalmente en materia de exportación. Este lunes, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos publicó el informe de oferta y demanda mensual, en el cual confirmó la menor producción que se espera de maíz a nivel mundial, ya que la caída en el país del norte no podrá ser compensada con las mejoras en otros orígenes, como es el caso argentino. Para nuestro país, el USDA proyectó una cosecha de 27,5 millones de toneladas, cifra que supera a los 26 millones que había fijado en agosto. A igual que en Brasil, se espera una mayor superficie sembrada con el cereal. Como consecuencia de esta mayor producción, aumentarían las exportaciones hasta los 19,5 millones, desde los 18,5 millones previstos anteriormente. Cabe mencionar que de lograrse, sería una producción récord para nuestro país, cuyo máximo histórico se remota a la campaña 2009/10 cuando se cosecharon, según el Ministerio argentino, 22,68 millones de tn (23,3 del USDA). Las cifras de producción y exportaciones de las últimas campañas pueden apreciarse en el gráfico adjunto.

Teniendo en cuenta los últimos datos del USDA, el comercio mundial de maíz mueve 93,22 millones de toneladas. Del total, un 45% es exportado desde Estados Unidos. Del 55% restante, las ventas externas argentinas representarían, de alcanzarse las cifras del USDA, el 38% mientras que sobre el total contaría con una participación superior al 20%.

A nivel local, según GEA - Guía Estratégica para el Agro - se ha sembrado un 7% del maíz en la zona núcleo (sur de Santa Fe, este de Córdoba y norte de Buenos Aires) y se realizó fundamentalmente sobre lotes con antecesor trigo/soja, que contaban con un plus de humedad gracias a la cobertura aportada por el rastrojo de trigo. En general, se necesitan entre 10 y 30 mm para recomponer la humedad superficial y permitir una implantación adecuada. Las labores se encuentran detenidas debido a la falta de humedad pero hay diversos pronósticos que anticipan altas probabilidades de tormentas y lluvias para los próximos días. Estas precipitaciones mejorarían significativamente el estado del suelo, ya que los acumulados previstos en toda la región serían importantes y, de ocurrir, permitirían realizar la siembra dentro del período óptimo, que ocurre entre los primeros días de septiembre y principios de octubre.

Además, aún persiste la duda entre los productores sobre la conveniencia de sembrar maíz o soja, o incluso otros cultivos como el sorgo, aunque esta alternativa es la menos atractiva. La incertidumbre aparece principalmente por las trabas que actualmente existen en la comercialización del maíz. No obstante, según GEA, el incremento del área sería del 16% en la zona núcleo respecto a la campaña previa, es decir, cerca de 4,5 millones de hectáreas. Teniendo en cuenta un rinde promedio de 65 qq/ha. y una superficie cosechable del 80% del área sembrada, la producción estaría cercana a los 23-24 millones de toneladas.

Esta semana el gobierno anunció que autorizará la exportación de 7,5 millones de toneladas de maíz nuevo, del ciclo 2011/12, que sumados a los 12,6 millones previamente aprobados representan un total de 20,1 millones de toneladas. Para el cereal de la campaña 2010/11 aún no se conoce la cifra, pero se estima que el máximo será por 500.000 toneladas.

En materia de precios, el consumo en Clason pagó hasta $630 por el cereal con descarga y se escucharon algunas ofertas de la exportación por maíz diferido y de la nueva campaña. Por cereal diferido, con entrega entre el 15/10 y el 15/11 se ofrecieron u$s 160 mientras que por el maíz nuevo, con entrega entre marzo/ abril´12, el sector exportador pagó u$s 175, aunque por lotes importantes el precio mejoró hasta los u$s 177.

Según los datos del ministerio al 07/09, las compras de la exportación correspondientes al ciclo 2010/11 representan el 97% del saldo exportable, totalizando 13,1 millones de toneladas. Además, las adquisiciones del cereal nuevo alcanzan los 1,7 millones o el equivalente al 10% del saldo exportable estimado para esa campaña, mostrando un avance en relación a la campaña previa y al promedio del último lustro.

Nuevas bajas en el maíz pese a sus buenos fundamentales

El comienzo de la semana posiblemente se avizoraba algo distinto de lo fue su desenlace final, que tuvo al maíz -junto al resto de los productos perdiendo posiciones en el mercado de Chicago, en su tercera semana consecutiva de caídas. Esta vez el movimiento de los precios en el terreno negativo fue de 5,9%, lo que condujo a pérdidas acumuladas de 6,6% para el mes de septiembre.

La clave de la semana llegó justo en el momento en el que comenzaba la misma, con la publicación del Informe de Oferta y Demanda del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). Nuevamente, el organismo arrojó una visión pesimista para la campaña en curso desde el punto de vista productivo. Puntualmente, se informó que se espera una producción de 317,4 millones de toneladas en el país del Norte, ligeramente por debajo de las expectativas previas, que se habían situado en 318 millones. Asimismo, el USDA redujo su estimación de los rendimientos por hectárea, dejándolos en 93 qq/ha, cuando el mercado esperaba una cifra de 93,6 qq/ha.

Los guarismos expuestos por el gobierno norteamericano hacen evidente la dificultad que tendrá el país del Norte para superar la ajustada oferta del cereal, en un contexto en el que la demanda se muestra por momentos muy entusiasta. En este sentido, el mencionado organismo señaló que espera stocks de 17 millones de toneladas para el final del ciclo 2011/12, lo que coloca a la relación stocks/ consumo en 5,3%, su nivel más bajo de las últimas quince campañas (ver figura adjunta).

La relación stock/consumo tiene una importante correlación negativa con el nivel de precios, expandiéndolo cuando aquella se reduce. Asimismo, tiene un gran efecto sobre la volatilidad, ya que al comenzar una campaña los niveles de stocks -si son sustanciales- permiten cubrir oscilaciones desmesuradas de la demanda. Dado que el mencionado cociente se encuentra en niveles anormalmente bajos, sumado al efecto alcista que tiene sobre las cotizaciones la depreciación del dólar y el precio del petróleo en niveles superiores a su promedio histórico, el mercado halla un sostén en niveles altos.

De continuar la demanda mostrando mayor fuerza que la oferta, el mercado encontrará, eventualmente, un soporte para los precios en niveles no muy distintos de los actuales. Sin embargo, aquello no impide que aparezcan fuertes oscilaciones en el corto plazo, explicadas la mayoría de los casos por los episodios de pánico que -cada vez con más frecuencia- hacen presencia sobre las plazas financieras. Fue así como en las últimas semanas, la fortaleza que ha mostrado el dólar y el aumento de la aversión al riesgo en el mundo inversor han afectado a las cotizaciones.

En este contexto, una variable que hace las veces de barómetro del ánimo de los inversores es la conducta de los fondos de inversión. En los últimos cuatro días estos participantes liquidaron 54.000 contratos, presionando de forma visible sobre los precios, en lo que representa una prueba cabal del pesimismo que se ha respirado en el mundo financiero. Sin embargo, el volumen negociado en los contratos de maíz ha estado algo por debajo de su media usual, lo que no permite convalidar las bajas de los últimos días.

En conclusión, si bien desde el punto de vista de la hoja de balance la situación no es en absoluto holgada, las cotizaciones sólo reaccionaron a las cifras bajistas en el día de su publicación. En las jornadas venideras el deseo de no tomar riesgos pudo más el nerviosismo de los compradores, lo que explicó la nueva caída semanal.