El sentimiento de mercado experimentó un radical cambio durante la semana permitiendo recuperar parte de las pérdidas que acumulan los principales índices bursátiles del mundo.

Los drivers no fueron más que expectativas, ningún dato concreto macro que muestre por ahora una mejor perspectiva ni en Europa ni en Estados Unidos. Sin embargo, en las últimas semanas los inversores habían descontado un panorama fuertemente sombrío, y por tal, los meros indicios que despiertan esperanzas de que la situación se torne menos angustiosa, permitió realizar compras de oportunidad.

Las expectativas a las que hacemos referencias provinieron del Viejo continente. Una serie de novedades provenientes de la zona euro descongestionaron la preocupación sobre una profundización de la crisis de deuda en la zona euro, entre las que se encuentran las siguientes:

"Trascendió que se presentará un plan para lanzar un bono común de la zona euro, considerado por muchos como una herramienta clave para controlar la crisis de la deuda de la zona euro pero resistido por las principales economías europeas, principalmente Alemania. En este sentido, a pesar de que esta vez los eurobonos parecen estar más cerca, por lo menos de ser analizados como alternativa posible, la Canciller alemana volvió a sostener que ésto elevará los costos de préstamo de países virtuosos y le quitará los incentivos a los estados endeudados como Grecia o Italia para sanear sus finanzas.

"el Banco Central Europeo confirmó que junto con otros bancos centrales reintroducirá las operaciones de liquidez en dólares a tres meses en el cuarto trimestre.

"Autoridades de los principales países emergentes señalaron la posibilidad de que los países que componen el bloque Bric (Brasil, Rusia, India y China) comiencen a ayudar a Europa con la compra de deuda de algunos países que están atravesando una delicada situación.

La sensación de que la UE, el FMI y diversas naciones están tratando de convencer al mercado sobre la fortaleza del euro, de que el bloque no sufrirá disgregaciones y que Grecia probablemente va a evitar una moratoria, permitió incluso que se desestimaran datos poco alentadores de la economía estadounidense. Entre ellos, se destacaron las ventas minoristas que en agosto estuvieron por debajo de lo esperado, las nuevas solicitudes semanales de ayuda por desempleo tocaron su nivel más alto desde junio y la actividad manufacturera en la región central que se contrajo por segundo mes consecutivo. Estados Unidos continúa hundido en una profunda crisis de empleo y pocas son las expectativas de que el plan presentado por Barack Obama sea aprobado por los Republicanos, y aún en el hipotético caso que sea aprobado, no es visto el mismo como nada novedoso y determinante como para reducir significativamente el 9,1% de desempleo actual. Si bien en principio parece ser un plan ambicioso que incluye nada menos que 450 mil millones de dólares, esto representa, según un estudio realizado por la Universidad de Brown a principios de año, poco más del 10% de los gastos erogados durante la guerra de Irak y Afganistán, erogaciones que explican en gran medida el exacerbado déficit que mantiene esa nación.

Sin embargo, gracias al impulso anímico proveniente de Europa, la mayoría de los índices lograron recuperar parte de las pérdidas que vienen gestándose desde finales de Julio. En Wall Street, el Dow Jones y el Nasdaq subieron un 4,78% y 6,58% respectivamente durante la semana; mientras que en Europa el Dax de Alemania y el Ibex de España encabezaron las subas con un 7,39% y 6,05% respectivamente.

El principal índice local comenzó la semana con un lunes negro en el que se registró una pérdida del 2,4% y que determinó un saldo semanal negativo del 0,11% a pesar de la recuperación impulsada por la mejor performance externa. Las principales caídas corresponden a Edenor (-6,59%) y Siderar (- 4,31%) mientras que entre las alcistas se destacó Banco Macro (+5,77 %).