Commodities

Panorama de precios de maíz muy complicado para la 2013/14

Guillermo Rossi

Las condiciones climáticas favorables en Estados Unidos y la finalización de la siembra en Europa en los tiempos previstos continúan impactando sobre los precios del cereal para entrega en los últimos meses del año. Sin embargo, la situación es diametralmente opuesta en el segmento disponible, tendencia que se evidencia en la notable firmeza de los futuros de maíz con entrega en julio de CBOT.

Distintas proyecciones apuntan al logro de una cosecha norteamericana superior a 350 millones de toneladas, superior a la obtenida el año pasado casi en la cuantía de la producción brasileña. Esta expectativa anticipa una duplicación de los stocks, cuyo desenlace sobre el mercado sería muy bajista. Es por ello que los futuros de la nueva cosecha alcanzaron durante esta semana su cotización más baja de los últimos dos años y medio.

Según datos del USDA, más de dos tercios de la superficie se encuentra en condiciones buenas o excelentes y una parte creciente se acerca a su período de floración. En la tercera semana de julio el clima será crucial para la determinación de los rindes, por lo que cabe esperar una alta volatilidad de los precios a cosecha. Esta situación es consecuencia de la gran concentración de la siembra en muy pocos días a mediados de mayo. Sin embargo, dado que diversos meteorólogos anticipan un panorama exento de calores extremos y con lluvias dispersas en el 80-85% del medio oeste durante las próximas dos semanas, el rango de fluctuación de los futuros se mantiene relativamente acotado.

Las cifras de área sembrada publicadas sobre el cierre de la semana pasada continuaron impactando sobre el mercado, limitando cualquier potencial de recuperación apoyado en una mayor demanda. El reporte de nuevos embarques de maíz norteamericano a China y las sólidas cifras de exportación de la cosecha actual –ubicándose en 233.114 toneladas- apenas si contuvieron al mercado de mayores caídas. Por su parte, la producción de etanol ha bajado solo recientemente, aunque se mantiene por encima de los 860.000 barriles promedio diario, volumen que no se alcanzó en ningún momento entre julio del año pasado y abril del actual.

Los fundamentos bajistas del mercado norteamericano se añaden a otros que surgen del plano global. La colecta de la safrinha en Brasil avanza al 15% del área en Mato Groso y los primeros rindes reportados por los productores superan los 70 qq/ha. Si bien se espera que este promedio caiga a medida que la recolección se traslade hacia otras regiones, entre julio y agosto se esperan cosechar más de 40 millones de toneladas. Los valores FOB de maíz en puertos brasileños se han mantenido en torno a u$s 200/ton en las últimas semanas.

A nivel local también se observó un declive en los precios, aunque en parte explicado en factores estrictamente domésticos. La exportación acumula compras en el mercado interno y compromisos de embarque por un volumen que prácticamente totaliza el saldo exportable que surge de una cosecha de 24,5 millones de toneladas con stocks iniciales cercanos a un millón. Según los registros del Ministerio de Agricultura, al 26 de junio los exportadores habían adquirido un total de 17 millones de toneladas. La emisión de ROE Verde se ha interrumpido hace un mes y medio, pese a que no se completó aún el cupo de exportación anunciado.

Los compradores que permanecen activos en la plaza han reducido sus valores abiertos hasta el rango de los u$s 165-170 por tonelada con descarga en los próximos días en Puerto Gral. San Martín y San Lorenzo, cifras que apenas superan los $ 900/ton. La CAC estableció precios estimativos de $ 920/ton para las operaciones de miércoles y jueves. La oferta espera el regreso de los precios hasta u$s 175/ton para cerrar negocios, lo que obliga a los consumos a mantener firmes sus ofrecimientos.

En Rofex se negociaron 6.720 toneladas en futuros de maíz a lo largo de la última semana, la gran mayoría con entrega en julio. Los precios de ajuste fluctuaron entre u$s 168 y 175 por tonelada. En el resto de las posiciones no hubo actividad ni puntas compradoras, manteniéndose una idea de precio que ronda entre u$s 160 y 165 por tonelada en los contratos con delivery en abril de 2014.

Las perspectivas de cara a la nueva campaña siguen siendo difusas. El anuncio de liberación de exportaciones por 16 millones de toneladas podría estimular la siembra, aunque también son necesarias medidas más contundentes. Es que la combinación de caída de los precios y suba de costos ajustó considerablemente los márgenes, haciendo prácticamente inviable la siembra en campos alquilados o lejos de los puertos.

Los costos de producción se ubican en u$s 650 por hectárea, a los que deben sumarse los gastos comerciales, cosecha y seguros, parámetros que suelen depender del rendimiento obtenido. Dado que en la zona núcleo es probable obtener rindes de 100 qq/ha, el costo global de producción y comercialización llegaría a u$s 1.300 por hectárea, arrojando un margen bruto de u$s 350 por hectárea a los valores forward actuales. Deduciendo los costos de estructura y oportunidad más las amortizaciones, se concluye que una extensa región productiva se encuentra en zona de quebranto. Los derechos de exportación y la cotización del tipo de cambio son las variables más relevantes que explican esta problemática coyuntura.

La siembra del cereal comenzará el mes que viene y todavía no se cuenta con proyecciones locales de área. El USDA mantiene su estimación preliminar de 3,5 millones de hectáreas con destino comercial, en torno a la misma superficie del año pasado. Sin embargo, en 2012/13 tuvo lugar una caída superior al 10% respecto del año previo, indicando que el maíz no recuperará terreno sencillamente. La considerable inversión que requiere el cultivo para su implantación y posterior protección, sumada a la gran variabilidad de sus rendimientos refuerzan el atractivo de la soja en la zona núcleo.