Commodities

Se acortan los tiempos para la soja nueva

Emilce Terré

La soja cerró la semana con una leve recuperación de los precios en el recinto local para la mercadería disponible, pese a que la soja nueva perdió posiciones en relación al viernes anterior. Estos precios van convergiendo a medida que se acerca el momento de cosecha y se empalman ambas series. Mientras que la prácticamente nula disponibilidad de mercadería hoy en el mercado no deja espacio para caídas abruptas en los precios, en los negocios por soja nueva se sintió la caída del mercado externo de referencia.

En efecto, el Mercado de Chicago cierra la semana con bajas para la posición más cercana de soja que se ve presionado por el efecto estacional que genera la cosecha Sudamericana, considerando que en Brasil se está avanzando a paso firme con las labores de recolección de una cosecha que se prevé récord.

Lo anterior genera que la demanda externa por soja estadounidense sufra un debilitamiento, con cancelaciones de embarques durante la semana que sorprendieron al mercado. Además, el jueves el USDA reportó exportaciones semanales por 235.900 tn, muy por debajo del rango entre 0,7 y 1,1 millón tn que esperaba el mercado.

En Argentina, el cultivo de soja se encuentra atravesando el período crítico de definición de rindes con una fuerte necesidad de recargas de humedad en los suelos. De momento, las lluvias que se recibieron durante esta semana resultaron dispersas y muy dispares, aunque se esperan nuevas precipitaciones para el fin de semana.

De momento, según información reportada por GEA, se observa una fuerte variabilidad en las condiciones de los lotes de soja de acuerdo al volumen de agua recibida. En las zonas donde las lluvias no alcanzaron los 20 mm se teme que los cultivos ya no logren una plena recuperación, mientras que en las regiones donde las lluvias dejaron acumulados superiores a los 30 mm se espera lograr alguna recuperación de los rindes.

Con la comercialización de soja disponible virtualmente frenada ya que, deduciendo el consumo en chacra, queda poca mercadería para vender; los negocios de soja nueva muestran un notorio retraso respecto a ciclos anteriores con precios que no logran convencer a los vendedores.

En el cuadro de Indicadores Comerciales de tapa puede observarse que a la primera semana de febrero se habían realizado compras de soja nueva por menos de 7 millones tn, cuando en promedio a esta altura del año los negocios rondan las 11 millones tn. Este retraimiento de las compras se sustenta en un escaso incentivo del productor a deshacerse de la mercadería a los precios actuales, pese al riesgo a la baja que imponen la estacionalidad de la oferta y las perspectivas de una producción récord en Sudamérica.

La situación en el resto de los principales productores de soja es bastante distinta a la local. En EE.UU., donde la soja 2012/13 ya se recolectó, el total comprometido para embarques alcanza las 34,03 millones tn. Ello equivale al 93% del total de las exportaciones previstas por el USDA.

En Brasil, mientras tanto, los datos reportados por Celeres permiten estimar que se ha vendido ya el 59% de la producción proyectada, cuando a la misma altura del año anterior dicho guarismo rondaba el 42%. La aceleración de las ventas anticipadas este año ha tenido por objeto aprovechar los buenos precios que alcanzó la oleaginosa en la plaza internacional ante la escasez de grano que generó la sequía en EEUU. La caída de los precios en las últimas semanas, sin embargo, habría generado un menor flujo de oferta ya que los compradores están esperando el volumen récord de soja sudamericana.

El mismo organismo reportó que en Brasil se ha recolectado el 12% de la producción estimada, por encima del 7% promedio a igual fecha de las últimas 5 campañas. El principal temor, sin embargo, es que con una producción que podría llegar a ser un 25% superior a la del año anterior, la infraestructura no sea suficiente para garantizar la eficiencia logística generando cuellos de botella.

En resumen, atravesamos un momento crítico para definir con qué cantidad de oleaginosa contaremos el próximo ciclo, cuando las fábricas están urgidas de mercadería luego de un año muy flojo a causa de la sequía y el mundo necesitado de recomponer su consumo de soja y derivados.

Si los planes de producción en Brasil y Argentina se corresponden con las optimistas perspectivas que reinaron en el mercado, la estacionalidad posiblemente tenga un efecto notorio en el corto plazo. Sin embargo, si el cultivo en Argentina no recibe la humedad que necesita, lo anterior podría verse moderado. Los días venideros serán claves para definir mejor el panorama de lo que es factible esperar para los precios a mediano plazo.