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Soja: a pesar de las bajas, los factores de sostén siguen siendo los mismos


A pesar de las bajas, los factores de sostén siguen siendo los mismos

La primera semana del nuevo año comenzó con saldos negativos, no precisamente porque se hayan modificado los elementos de sostén que han venido impulsando a los precios sino más bien porque los inversores, mayormente los fondos especulativos, realizaron parte de sus ganancias y comenzaron a rearmar sus carteras a la luz de las expectativas. Como mencionamos en nuestro artículo anterior, en el año que terminó la soja ganó un 28%, con valores que superaron los 512 dólares la tonelada, escenario favorable que también se observó en las otras commodities que se negocian en Chicago.

La mejora de casi el 12% que se registró durante el mes de diciembre dejó al mercado sobrecomprado y, por ende, vulnerable a correcciones, que es lo que ocurrió en estos últimos días. De hecho, según el último informe de CFTC al 28/12, los participantes no comerciales incrementaron sus posiciones compradas a la par del aumento de los precios, como se observa en el gráfico adjunto.

A los movimientos especulativos se sumaron ciertos elementos bajistas tanto por el lado de la oferta como de la demanda, aunque creemos que los mismos son temporales. Por el lado de la oferta, hubo cierta presión preveniente de Argentina, donde las principales regiones productoras recibieron algunas lluvias que fueron buenas para los cultivos. No obstante, las expectativas a corto - mediano plazo siguen favoreciendo a los precios pero no así a la producción y el centro de atención en los próximos dos meses seguirá siendo Sudamérica y el clima. El factor climático en América del Sur ganó más fuerza que nunca en este comienzo de 2011.

Según la mayoría de los analistas y productores argentinos las lluvias recibidas no fueron suficientes para revertir las pérdidas (en el caso del maíz) sino que sólo evitarán una caída mayor. Además, según especialistas las regiones productoras más necesitadas requerían precipitaciones de entre 100 a 130 milímetros y sólo recibieron entre 20 y 50. Los cultivos de soja ya sembrados se encuentran en principios de floración y aún falta para la fase crítica de llenado de vainas, por lo que aún existen posibilidades de alcanzar una buena cifra de producción final si el clima mejora. Así por ejemplo, la firma Informa Economics si bien redujo la cosecha de maíz de Argentina mantuvo la de soja en 52,8 millones de toneladas, muy por encima de otras estimaciones que la ubican hasta incluso en 45 millones de toneladas.

En Brasil, que es el segundo mayor productor de soja después de Estados Unidos, la situación es mejor que en Argentina. En la cuarta estimación del año, la agencia estatal Conab de Brasil mantuvo sin cambios su proyección de la cosecha de soja 2010/ 2011 en 68,55 millones de toneladas y señaló que la recolección probablemente comience en las semanas venideras. El área fue establecida en 24,1 millones de hectáreas, un 2,6% superior a la del ciclo previo. A pesar de un comienzo difícil, donde las lluvias fueron menores a los registros normales, ahora los cultivos se están desarrollando adecuadamente, con algunas excepciones de áreas aisladas como las del suroeste y sur del estado de Rio Grande do Sul, donde las precipitaciones fueron escasas. Si el total de la superficie se confirma y el clima se mantiene favorable, la producción podría ser mayor e incluso superar al récord del ciclo previo.

Por el lado de la demanda, disminuyeron las intenciones de exportación respecto a la semana previa y además las cifras fueron menores a lo que esperaba el mercado. Sin embargo, y como ya venimos mencionando, el total de compromisos sigue avanzado respecto a campañas anteriores, representando un 82% del saldo proyectado por el USDA para todo el ciclo comercial.

A la tendencia ya bajista se sumó la influencia negativa del dólar, que se fortaleció ante nuevos datos económicos optimistas para Estados Unidos. Como sabemos, un dólar más fuerte hace menos atractivos a los productos norteamericanos en los mercados internacionales.

Todos estos factores llevaron a que los precios mostraran una variación semanal del 2,5% negativa y que la posición enero finalizara a 498,90 dólares la tonelada, cayendo un 0,86% respecto al jueves.

Aunque prematuro, ya comienzan a perfilarse las intenciones de siembra en Estados Unidos. En este sentido, la revista Farm Futures realizó una encuesta a más de mil farmers americanos quienes dejaron entrever sus preferencias por los cereales. No obstante, habrá que aguardar hasta marzo, mes en que el USDA publica sus primeras estimaciones.

El mercado ahora espera la nueva información que proporcionará el Departamento de Agricultura en su informe de oferta y demanda del miércoles próximo. Este reporte es crucial ya que probablemente marque la dirección de los precios. De aquí en adelante los fundamentos que más influencia tendrán en el mercado son por cuenta de China y Argentina: ante las expectativas/dudas sobre la firmeza de la demanda china y por las expectativas/ dudas respecto a la potencial producción de soja en Argentina.

Hay esperanzas para la soja local

A pesar del comienzo positivo, con el correr de los días los precios locales hicieron propias las bajas externas y llegando al final de la semana, los precios escuchados en el recinto no superaban los $1.400.

La mejora de $20 que se observó el lunes, y que llevó a la soja disponible hasta los $1.450 (el nuevo valor más alto) fue en respuesta a las fuertes subas de Chicago pero del viernes, cuando nuestro mercado estuvo cerrado. Ese día, la soja externa subió un 2% diario superando los 512 dólares, valor que no se alcanzaba desde julio de 2008. El precio fijado por la Cámara Arbitral para el lunes fue de $1.467 o 369,24 dólares. En esta divisa, representa el valor más alto desde febrero de 2008, cuando el precio pizarra superó los 371 dólares.

Sin embargo, el impulso alcista duró poco y los precios comenzaron a reflejar lo que ocurría en el mercado externo. Los $20 que había mejorado la soja volvieron a caer el martes y los compradores ofrecieron nuevamente $1.430, valor que se mantuvo el miércoles, a pesar de ciertas correcciones alcistas que se observaron en Chicago. Estas mejoras externas no lograron sostenerse y los precios retomaron la senda bajista, que se copió localmente. Así el jueves, las ofertas disminuyeron $30 y los compradores pagaron $1.400. El viernes, los compradores ofrecieron pagar $ 1.370 por la soja disponible, sin obtener respuesta del lado vendedor.

Actualmente la oferta disponible es escasa y los compradores están más tranquilos, con pocos volúmenes de operaciones informados en el recinto. De los datos del Ministerio más algunas estimaciones propias surge que el total de compras internas representa el 95% de la producción de 54,6 millones de toneladas, quedando para comercializar 2,7 millones de toneladas aproximadamente.

Por parte de los vendedores, los precios informados por la mercadería disponible oscilaron entre $1.450 y $1.480 y continúan haciéndose negocios bajo la condición "venta con precio CAC del día siguiente" ante las diferencias que siguen observándose entre lo ofrecido en el recinto y los negocios efectivos.

Por otro lado, la actividad de procesamiento local logró recuperarse de la mano de la gran cosecha 2009/10. En noviembre, se procesaron 3,14 millones de toneladas de soja, que si bien es la cifra más baja desde marzo, tiene su justificación en razones estacionales ante la merma de la oferta disponible. A nivel anual (y como puede verse en el gráfico adjunto sobre molienda en Argentina) se observa una mejora próxima al 34% y en términos totales, es decir, lo procesado desde enero hasta noviembre, supera los 34 millones de toneladas contra los poco más de 28 millones de todo el año pasado.

Respecto a los precios de la soja nueva, la que actualmente se está sembrando o se encuentra en las primeras etapas vegetativas, más allá de las bajas que se registraron esta semana en sintonía con los mercados externos, aún se encuentran en niveles elevados en comparación con otros años. Comenzando la semana con valores que llegaron hasta los u$s 350, la presión bajista tanto del disponible local como de Chicago llevaron a que los compradores disminuyeran sus ofertas hasta los u$s 340.

No obstante, consideramos que las bajas son temporarias dado el panorama climático que no es de lo más optimista y que continuará sosteniendo a los precios, tanto locales como externos.

Como consecuencia de los buenos precios actuales y ante las dudas que hay respecto a la cifra final de producción se observa un avance en la comercialización de esta soja nueva. Así, las compras internas, tal como se puede ver en el cuadro de Indicadores Comerciales, superan los 11 millones de toneladas, lo que representa un 23,3% del total de la producción estimada en 49,5 millones. Este porcentaje supera al 19,9% del año pasado y al 19,7% del promedio de las últimas cinco campañas.

En Brasil, el segundo mayor productor después de Estados Unidos, también se observa un avance de las ventas de la soja 2010/2011, aceleración que se fundamenta, al igual que en nuestro país, en los buenos precios ya sea por la firme demanda o por la oferta ajustada. A diciembre, se estima que un 37% de la producción ya había sido comercializada contra el 23% del mismo período del año anterior y del 30% promedio de las últimas cinco campañas.

A diferencia de lo que ocurre en nuestro país, en Brasil no se están sintiendo tanto los efectos de la Niña, ya que si bien la campaña tuvo un comienzo complicado por la falta de precipitaciones, las siembras pudieron completarse y actualmente las plantas se están desarrollando adecuadamente. De hecho, esta diferencia se pone de manifiesto en las continuas revisiones a la baja que se están realizando en las estimaciones de producción de nuestro país pero no así para nuestro vecino. Un ejemplo de ello son las proyecciones de analistas estadounidenses, que esta semana redujeron por tercera semana consecutiva la producción argentina fijándola en 45 millones de toneladas (desde 48 millones) mientras que la de Brasil quedó sin cambios en 67 millones. Habrá que esperar hasta el informe del USDA, que se publica el miércoles próximo.

Volviendo a la producción local, el servicio GEA de nuestra institución mantuvo sin cambios su estimación de la cosecha de soja 2010/2011 en 49,5 millones de toneladas (y la superficie en 18,7 millones de hectáreas), no así la de maíz (que la disminuyó) que se encuentra más vulnerable y con un mayor riesgo debido a la persistente sequía.

Las condiciones climáticas actuales han demorado las siembras de soja y se teme no alcanzar el total de la superficie estimada. De hecho, según el Ministerio, el área sería de 18,5 millones de hectáreas y no de 18,7 millones como había pronosticado previamente. Hasta el momento, se ha sembrado un 88,5% de la superficie, avanzando desde el 81% de la semana previa pero por debajo del 96,7% que se registraba el año pasado a esta altura del ciclo.

Por el lado de los cultivos sembrados, se encuentran en principios de floración, comenzando la etapa reproductiva y aún falta para la fase crítica de llenado de vainas. El problema surgiría si, de continuar la sequía, las plantas no pueden crecer lo suficiente como para alcanzar una cobertura foliar que garantice la captura y utilización eficiente de los recursos. De ocurrir esto, habría menos formación de estructuras reproductivas, menos vainas por plantas, menos granos por vaina (y de menor peso) y por ende, menores rendimientos.

Las lluvias que se recibieron en estos últimos días beneficiaron principalmente a las áreas del oeste y sudoeste bonaerense y a determinadas zonas de La Pampa y, según la mayoría de los analistas y productores no fueron suficientes para revertir las pérdidas (en el caso del maíz) sino que sólo evitarán una caída mayor. Las zonas más necesitadas sólo recibieron precipitaciones de entre 20 a 50 mm cuando se requerían entre 100 a 130 milímetros de agua. Según los pronósticos del INTA, continuará observándose una situación de mucha irregularidad en la distribución temporal y espacial de las lluvias durante las próximas semanas.