Commodities

Comienza a sentirse la debilidad estacional en el mercado de soja

Emilce Terré

Mientras comienza a verse el empalme de los ofrecimientos abiertos por soja vieja y nueva en nuestro recinto de operaciones, los valores mostraron esta semana una mayor debilidad estacional pese a lo cual se evidenció cierta reactivación en los volúmenes comercializados.

Al día viernes, los precios ofrecidos abiertamente en el recinto físico de operaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario se ubicaron en $ 1.790/tonelada, 20 pesos por debajo del viernes anterior. Pese a que en este segmento ya es muy difícil encontrar disponibilidad de mercadería para la venta, la gran necesidad que tienen las fábricas de obtener materia prima potenció su participación en el mercado pese a lo cual los valores no repuntaron.

Colaboró en apuntalar la participación en el mercado disponible el achicamiento de la brecha de precios entre éste y el mercado de futuros. Considerando que desde comienzos del 2013 la diferencia entre ambos ha rondado los 50 pesos por tonelada, al cierre de esta semana dicho gap se redujo a $ 20,40.

Para la soja nueva en cambio se evidenció un mayor volumen de compras, con precios que terminaron en el rango de los 320 a 325 dólares por tonelada, según las condiciones puntuales de cada lote.

El panorama planteado permite inferir que la oleaginosa tuvo en la semana que pasó menor potencial para las subas, habida cuenta de que se acerca cada vez más el momento de la trilla en nuestro país con una expectativa de producción interesante.

En efecto, ayer se dio a conocer el reporte mensual de Estimaciones de Producción de GEA/BCR donde no se han realizado ajustes a los números proyectados en el informe anterior, quedando la superficie sembrada a nivel nacional prevista para la campaña 2012/13 en 19,5 millones de hectáreas. Con ello, y aplicando un nivel de rindes histórico promedio, la producción se estima en 53 millones de toneladas.

El informe precisó además que las condiciones generales del cultivo son entre buenas y muy buenas, pese a que comienza a preocupar la falta de agua volviéndose cada vez más imperiosa la llegada de nuevas lluvias que permitan sostener las expectativas de producción. En particular, los lotes de soja segunda y las sembradas tardíamente en enero son las que están más comprometidas por la desecación del suelo, observándose en algunos casos pérdida de plantas y una presión de plagas importante.

De cualquier modo, aún no cambia la percepción generalizada de una cosecha récord para Sudamérica, que colaboraría en recomponer los ajustados stocks internacionales de granos. Si bien el sur de Brasil las condiciones están tendiendo a ser demasiado secas para potencializar el cultivo y se requieren más lluvias, la producción se estima lo suficientemente grande como para sobrepasar a Estados Unidos como principal proveedor mundial de la oleaginosa por primera vez en la historia.

Sin embargo, preocupa en el mercado que nuestro vecino país no logre poner a disponibilidad de los demandantes la nueva cosecha lo suficientemente pronto, dada la gran dependencia del mundo en la oferta sudamericana luego de las mermas productivas que generó la sequía en Estados Unidos. En particular, las fuertes lluvias en Mato Grosso han demorado las labores de trilla generando menores arribos de mercadería a los que se esperaban en los puertos, debiendo costearse gastos por espera de buques.  

En Argentina mientras tanto, las ventas de soja nueva (pese al repunte de esta semana) continúan muy atrasadas en relación a lo que se observa para esta época del año. Al 16 de enero, según informó el Ministerio de Agricultura, apenas se ha vendido un 10% de las 53 millones de toneladas previstas, cuando el promedio para esta semana del año suele ser del 25%.

Este retraso en las ventas está ligado a la falta de alternativas de colocación de dinero para quienes hoy tienen la propiedad de la mercadería, dado que es difícil encontrar vehículos de ahorro que permitan mantener el valor de su riqueza. Además, las perspectivas de una potencial aceleración en la tasa de devaluación del peso le restan atractivo a las ventas en el plazo inmediato.

Mientras se acerca la etapa crítica para la definición de rindes de la soja argentina, el mercado climático será el principal driver por detrás de los movimientos de precios en el corto plazo. Si se comprueba que durante el 2013 el abastecimiento de soja comienza a regularse en el mundo, es posible que los precios comiencen a perder fortaleza aunque, por supuesto, cualquier imprevisto climático que limite la productividad en esta cosecha clave podría torcer agudamente la balanza. De momento, la dependencia del orbe en las provisiones sudamericanas para los próximos seis meses será clave este año comercial.