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El mercado del trigo mira hacia el norte

Guillermo Rossi

En la semana acotada a cuatro días por el feriado en homenaje a Martin Luther King Jr., los futuros del cereal cotizantes en CBOT comenzaron con bajas pero se recuperaron sobre el cierre. Al llegar el viernes el contrato con entrega en marzo ajustó a u$s 285,3/ton, con una pérdida semanal de u$s 5,4 ton. En Kansas y Minneapolis los precios siguieron la misma tendencia y finalizaron la semana con bajas del 1,7 y 1,1%, respectivamente.

La acción vendedora de los fondos de inversión logró imponerse en días recientes, pese al sostén que brindan los ajustados stocks mundiales -según el USDA, los más bajos de las últimas cuatro campañas- y la continuidad del clima seco en las principales regiones productoras de Estados Unidos, donde los cultivos de trigo rojo duro de invierno se encuentran en período de reposo.

De cara a la próxima semana se esperan nevadas en extensas zonas productoras, aunque aparentemente sólo proporcionarán un leve alivio frente a la peor sequía en más de 50 años. Si no llueve o nieva con mayor intensidad antes del inicio de la primavera, millones de hectáreas de trigo podrían arruinarse.

Si bien el último informe de estado de los cultivos del USDA se publicó a finales del mes de noviembre, algunos reportes más actualizados a cargo de distintas agencias estaduales han confirmado que la condición de las plantas continúa gravemente deteriorada en una proporción mayoritaria de la superficie. No obstante, distintos estudios econométricos aseguran que no existe gran correlación entre la situación en las fases iniciales del ciclo vital y los rindes finalmente obtenidos. Tampoco es posible proyectar los niveles de abandono, aunque se cree que podrían llegar a su nivel más alto de los últimos siete años.

En tanto, en Europa la situación es bastante más optimista. El invierno es hasta el momento mucho más benigno que en 2012, mientras que algunas lluvias han resultado muy favorables para todos los cereales de invierno. Asimismo, en la zona del Mar Negro se avizora un saldo exportable mucho más abultado que el del año previo, pese a que en la siembra predominó el clima seco y luego sobrevinieron algunas heladas. Según el ministro de Agricultura de Ucrania, el 92% de los cultivos de aquel país se encuentra en situación buena o satisfactoria. En cambio, en Rusia esa información no estará disponible por el próximo mes y medio.

Sin embargo, el ingreso de la nueva cosecha en el hemisferio norte recién se producirá a mediados de año. Hasta entonces, dominará la escena de mercado el delgado balance de la campaña 2012/13, que supuso una pérdida interanual de la producción de 40 millones de toneladas y una caída de más de diez millones de toneladas en el comercio mundial.

Las exportaciones de Estados Unidos -que durante el año pasado enfrentaron gran competencia- se han recuperado en las últimas semanas, apoyadas en la depreciación del dólar frente al resto de las monedas y el agotamiento de los stocks en otros países exportadores. Los precios del trigo blando puestos arriba del buque en el Golfo de México se ubican ligeramente por encima de los u$s 310/ton, mientras que en Rouen llegan a u$s 335/ton y en el Mar Negro a u$s 342/ton, aunque ya sin stocks remanentes. Extrañamente, Estados Unidos se ha convertido en el origen más barato para los principales importadores del norte de África.

Los trabajos de cosecha en el hemisferio sur ya finalizaron, con resultados peores a los esperados. En Australia la cosecha cayó un 25% respecto del año previo, mientras que en nuestro país el descenso fue aún mayor. Es preocupante también la situación de Brasil, donde -de acuerdo a un reporte adjunto publicado por el Servicio de Agricultura Exterior (FAS) del USDA- la producción habría caído a sólo 4,3 millones de toneladas, siendo la más baja de los últimas cinco campañas.

La situación planteada es preocupante para nuestro vecino, puesto que se trata del segundo mayor importador mundial. Algunas heladas tardías, sumadas a las constantes lluvias durante la fase de llenado de granos y la recolección, redundaron en caída de los rendimientos y dramáticas pérdidas de calidad. En Rio Grande do Sul, el único estado que había incrementado su área sembrada, una amplia proporción del trigo no reúne los parámetros que habitualmente exige la industria molinera. El peso hectolítrico de los granos promedia los 72 kg.

En este contexto, sus requerimientos de importación treparán hasta casi 7,5 millones de toneladas, de las cuales solo 4,5 o 5 millones serán de procedencia sudamericana. A fin de asegurar su consumo doméstico, Brasil deberá traer trigo desde Estados Unidos o Canadá. Esta situación refuerza los cuestionamientos que los principales clientes de nuestro país le formulan a la política comercial local seguida en los últimos años, de la cual la molinería brasileña es uno de los principales afectados del exterior.

Argentina vivió una situación similar en materia productiva, puesto que las importantísimas lluvias registradas entre agosto y las primeras semanas de diciembre castigaron severamente los cultivos de invierno e implicaron dramáticas pérdidas para el trigo y la cebada.

En el caso del cereal panadero, además de las mermas en la cantidad producida, se destaca la presencia de algunos defectos que han deteriorado la calidad de los granos. Respecto de la campaña pasada, se observa un considerable desplazamiento en el principal parámetro de clasificación de la mercadería, con una caída de la proporción de la misma que se halla en grado 1 -el óptimo- y un mayor porcentaje en grado 2 y 3, así como también fuera de estándar, según fuentes del Complejo de Laboratorios de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Además de los granos dañados, muchos de ellos calcinados por la aparición del fusarium, otro parámetro que genera un gran dolor de cabeza este año es el peso hectolítrico. Mientras que en la campaña 2011/12 ese indicador promedió los 79kg, en la actualidad se estima que esa cifra se ubica cerca de los 76kg. Al haber bajo peso hectolítrico, la proteína supera las expectativas y se ubica en muchos casos por encima del 11,5%.

El factor calidad ha impactado en el mercado, observándose mayor selectividad en la industria molinera y precios firmes para los lotes en mejores condiciones. En tanto, la exportación se ha retirado de la plaza y en algunos casos ya hay traspasos de mercadería a los molinos. Durante los últimos días, estos participantes pagaron valores ubicados a partir de $ 1.200/ton con gluten 24 en nuestra región.

La única excepción se presentó sobre finales de la semana, cuando un exportador podía pagar sumas cercanas a u$s 260/ton para obtener lotes con PH 78. Sin embargo, existe escasa oferta en condiciones de cerrar acuerdos y la remanente espera obtener valores aún más elevados.

Durante la semana anterior al 16 de enero, los exportadores declararon compras por apenas 27.300 toneladas de trigo del ciclo 2012/13, según datos de la Dirección de Mercados Agrícolas. Las compras acumulan un total de 4,8 millones de toneladas, de las cuales ya se han embarcado 1,11 millones.