Commodities

Sudamérica comienza a impactar en el mercado mundial de maíz

Guillermo Rossi

El mercado internacional de maíz ya descuenta que los países sudamericanos lograran una producción récord y permitirán relajar -al menos, en parte- la tensión que se observa entre la oferta y la demanda como consecuencia de los bajísimos inventarios mundiales. La relación stocks/consumo global se ubica en el crítico nivel del 13,4%, aunque una proporción nada despreciable de las existencias se encuentran en poder de países no-exportadores, que no las volcarán al comercio.

El ingreso de los primeros lotes de la cosecha nueva procedentes de las regiones productoras del centro de Brasil ya comenzó a ejercer presión sobre los precios internacionales. El mercado de Chicago finalizó la semana con bajas de u$s 3/ton para sus futuros con entrega en mayo, mientras que las primas FOB en puertos sudamericanos para embarques a partir de abril se han debilitado considerablemente durante los últimos días.

La contracara negativa de la gran cosecha que se avizora son los problemas logísticos. Tanto en Argentina como en Brasil se avecinan tiempos de intensa actividad portuaria y difícil coordinación del transporte terrestre. En este último país gran parte de la producción recorre más de 1.000 km por vías terrestres hasta llegar a los puertos de embarque ubicados en el Atlántico. Algunos analistas anticipan que los principales problemas comenzarán a sentirse dentro de unas tres semanas.

Hasta que no se produzca el ingreso en masa de esta producción, Estados Unidos deberá continuar racionando sus existencias. Si bien el informe de stocks trimestrales ha mostrado que el consumo forrajero permanece relativamente firme, tanto la demanda del sector productor de etanol como las exportaciones se encuentran en declive.

En cuanto a estas últimas, el día viernes se conoció que Estados Unidos embarcó apenas 189.781 toneladas durante la última semana, desairando las expectativas de los operadores de Chicago, que esperaban una cifra ubicada entre 200.000 y 450.000 toneladas. En lo que ha transcurrido del presente ciclo comercial, los negocios comprometidos acumulan apenas 13,3 millones de toneladas, la mitad del volumen ya vendido a la misma altura de la campaña pasada y un tercio de lo exportado a la primera mitad de enero durante el ciclo 2007/08.

El pobre desempeño exportador de Estados Unidos y la creciente capacidad que muestra Sudamérica para colocar sus inventarios en el mercado mundial es un factor que preocupa al país del Norte, por la potencial pérdida de cuota de mercado que implica. En los próximos meses, destinos tradicionales de la mercadería norteamericana -como Japón, Corea del Sur e Indonesia- serán abastecidos desde el sur del continente.

La gran esperanza norteamericana apunta a la campaña 2013/14, en la que se espera un nuevo aumento del área sembrada. Los productores entienden que tras tres campañas de rindes por debajo de la tendencia, la próxima debería equilibrar la balanza. Se trata de una visión optimista de la ley de los promedios, aunque en realidad oculta también una expresión de deseo.

En estas latitudes, el gran problema para recomponer la oferta luego de un quebranto como el de la última campaña norteamericana sería la escasez de capital. Sin embargo, en Estados Unidos, las políticas contra-cíclicas y los beneficios del sistema asegurador han tenido como principales beneficiarios a los productores de maíz, permitiendo el sostenimiento de muchas explotaciones severamente castigadas con la sequía. El día lunes, el Departamento de Agricultura indicó que el 63% de los u$s 12.300 millones reconocidos hasta ahora se han destinado a productores del cereal. Se estima que los pagos totales podrían trepar hasta u$s 20.000 millones, agravando la ya delicada situación fiscal de aquella nación.

En cambio, luego de la sequía que castigó la evolución de los cultivos durante la campaña 2011/12, en nuestro país el área cayó cerca de un 10%. Si bien parte de ese retroceso se debe a la inconformidad del sector hacia la política comercial, no es propio soslayar que los costos que suponen la siembra y protección del maíz lo hicieron menos atractivo que la soja, aunque su margen bruto por unidad de superficie sea más elevado.

Para nuestro país, GEA - Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario estima un área implantada de 4,1 millones de hectáreas, aunque las pérdidas y la superficie destinada a uso forrajero llegarían a 600.000 hectáreas. Dado que la evolución de los lotes hasta mediados de enero permite estimar el rinde promedio nacional en 75,4 qq/ha, la producción está en condiciones de alcanzar un récord de 26,5 millones de toneladas. De confirmarse este número, implicaría un incremento cercano al 30% respecto de la campaña pasada.

No obstante, el informe publicado el día jueves reconoce que las condiciones medioambientales podrían determinar nuevos ajustes a dichas cifras. En particular, la falta de agua está perjudicando a los lotes sembrados más tarde, que se encuentran en su período crítico buscando explotar las reservas del suelo. La peor situación la atraviesan los campos más elevados.

Las buenas perspectivas productivas condujeron al Secretario de Agricultura a afirmar -sobre finales de la semana pasada- que el cupo de exportación podría ampliarse en una cuantía cercana a las 3 millones de toneladas. Este anuncio informal revitalizó la demanda de los exportadores durante los primeros tramos de la semana. Paralelamente, los precios avanzaron aunque en forma limitada.

El miércoles la exportación pagó u$s 192/ton con entrega en el mes de abril en las terminales de Puerto Gral. San Martín y Punta Alvear, alcanzando los valores más altos de la semana. Parte de la mejora en los precios se debió a las emisiones de Roe Verde, que durante la semana totalizaron 179.326 toneladas. No obstante, el volumen de negocios fue limitado.

Por maíz con entrega cercana no se conocieron ofrecimientos abiertos en el recinto, aunque trascendió que un comprador buscaba el cereal para la descarga durante la próxima semana, pagando valores que se encontraron entre u$s 185 y 190 por tonelada. Por su parte, en Rofex se pagaron entre u$s 183 y 190 por tonelada para realizar negocios. Los precios estimativos fijados por la CAC se ubicaron entre $ 910 y 920 por tonelada.

Tomando la información comercial que publica el Sistema Integrado de Información Agropecuaria SIIA, se estima que hacia finales de enero habrá cerca de 2,5 millones de toneladas del cereal almacenadas en plantas de acopio, industrias y depósitos portuarios. Actualmente, el Ministerio de Agricultura proyecta stocks al 28 de febrero por 300.000 toneladas, aunque es probable que en los próximos informes corrijan hacia arriba esa cifra.