Economía

El etanol en Brasil


En la publicación «Boletín Informativo Techint» (enero-abril 2011) se publicó un interesante artículo titulado «El sector del etanol en Brasil» , escrito por Katarina Pereira da Costa.

Brasil tiene una larga historia respecto a la producción de caña de azúcar y, también, con respecto al etanol derivado de la caña. Ya los portugueses habían elegido este cultivo como una actividad económica que permitiría la explotación de tan inmenso territorio.

La experiencia de los distintos programas para la producción de alcohol derivado de la caña comienza en el año 1933 cuando se crea el Instituto del Azúcar y el Alcohol (IAA). A partir de esos años, el Estado pasó a intervenir activamente en el sector, intervenciones que produjeron en los años ’50 alteraciones en el mercado.

Recordemos que a partir de 1973, el fuerte aumento en el precio del crudo a nivel internacional fue un factor dinamizador del sector. A raíz de ese aumento, el gobierno lanzó un programa para sustituir los combustibles fósiles por el etanol, programa denominado Proalcohol. Hasta el advenimiento de este programa, el etanol era un producto residual de la fabricación de azúcar.

En 1978 el mundo registró el segundo shock petrolero a raíz de la guerra Irán-Irak y en Brasil se dio comienzo a una reformulación del programa dando prioridad a la producción del llamado alcohol hidratado. Ya no era una simple mezcla de alcohol con gasolina, sino que se comenzó a incentivar la producción de vehículos con tracción exclusiva a etanol. A partir de allí, la producción de vehículosque funcionaban totalmente con etanol superó a la producción de automóviles convencionales.

Durante los años ’70 y principios de los ’80 el sector mostró un gran dinamismo, pero el aumento del precio internacional del azúcar registrado en 1988, concomitante con la caída del precio del crudo, llevó a una brusca disminución de la producción de automóviles con tracción a alcohol. Jugó también un papel importante en ese año, la crisis fiscal, lo que motivó la abolición de los subsidios para favorecer al etanol, que se habían implantado con anterioridad.

A partir de 1990 se rompió con el monopolio de la comercialización y los precios del etanol se liberaron, con una fuerte presencia de los mercados y de una disminución del control del Estado a través de la UNICA (Unión de la Industria de Caña de Azúcar).

Posteriormente, el desarrollo de vehículos flexfuel (que funcionan tanto a gasolina como etanol) impulsó la venta de etanol hidratado.

La década del ’90 representa una «línea divisoria » con la aparición de nuevos productos, de técnicas como también de nuevas variedades de caña.

Antes de la implementación del Proalcohol, la producción de etanol llegaba a 600.000 metros cúbicos por año. Entre 1977 y 1989 la producción comenzó a aumentar. En la zafra 1986/87 comenzó a amesetarse llegando a más de 11 millones de metros cúbicos en 1990/91. En ese nivel se mantuvo hasta 1998, cuando se vio interrumpida por la crisis de ese año en Brasil y la sequía del 2000/01. Desde entonces el crecimiento es muy rápido llegando a 27 millones de metros cúbicos en la zafra 2008/09.

En Brasil existen dos períodos de zafra: las plantas ubicadas al norte y noreste del país cosechan caña de agosto/setiembre a marzo/abril, mientras que las plantas del centro y sur lo hacen de abril/ mayo a noviembre/diciembre.

Las regiones del centro, sur y sudeste congregan a las principales plantas del país y son responsables del 91,3% del total de alcohol producido, mientas el resto (norte y noreste del país) participa con el 8,7% de la producción. El principal estado productor es San Pablo con casi el 61% del total. Le sigue Minas Gerais con el 8%.

El mercado mundial de etanol se tornó muy intenso en los primeros años de la década, pero sufrió una fuerte caída con la crisis del 2008. Las exportaciones ascienden a alrededor de 6.000 millones de dólares y Brasil es el principal exportador mundial con cerca del 30% de ese comercio. Los principales compradores a nivel internacional son Estados Unidos y la Unión Europea. También participa como un comprador importante Jamaica, que compra etanol anhidro brasileño y, después de deshidratarlo, lo exporta a Estados Unidos, para beneficiarse de las preferencias arancelarias del 100% de que gozan en el país del Norte, los países del Caribe.