Economía

Tambalean a los mercados tras la falta de acuerdo en el cogreso de los Estados Unidos


Se diluyó el aparente optimismo que mostraba el mercado la semana pasada en torno a una posible aprobación por parte del Congreso de Estados Unidos del incremento del techo de la deuda. De no llegar finalmente su aprobación, Estados Unidos entraría por primera vez técnicamente en "Default". Esta situación, a pesar de que dependa de un tecnicismo de decisión política, se produce en medio de una delicada coyuntura en casi todas las aristas de la economía estadounidense.

Es sabido que Estados Unidos mantiene desde hace años un déficit gemelo (déficit comercial y déficit fiscal simultáneo) y que el mismo se ha podido mantener gracias al financiamiento externo, especialmente de los grandes bancos centrales y las grandes corporaciones de Asia (principalmente de Japón, China, Corea del Sur, Taiwán y Singapur, entre otros) que han venido acumulando reservas en dólares en forma de bonos del Tesoro estadounidense, depósitos bancarios en dólares, acciones de empresas y otros títulos públicos y privados de deuda norteamericana. La principal economía del mundo, Estados Unidos, supo ganarse la confianza, a veces hasta "ciega" de los inversores internacionales. Es inevitable preguntarse por cuánto tiempo más podrá mantener ese nivel de confianza cuando no se descarta un potencial default y con una economía que no logra levantar cabeza con firmeza, a pesar de la enorme inyección de liquidez recibida desde que explotó la crisis subprime. El estancamiento de esa economía quedó en evidencia esta semana con el informe sobre el PBI. Según se ha informado, entre abril y junio la economía del país creció un 1,3% anualizado, por debajo del 1,8 que esperaban en promedio los analistas. Más inesperado todavía fue la revisión de la cifra correspondiente al primer trimestre del año, que ha sido fuertemente corregida a la baja (del 1,9% a una tasa del 0,4% anual). Además, en el informe se exponen nuevas cifras sobre el periodo de la recesión que señalan que fue incluso más profunda de lo que se pensaba. Según indica, entre el tercer trimestre de 2007 y el segundo trimestre de 2009, la economía estadounidense se contrajo un 5,1%, un punto más del 4,1% anteriormente estimado. Finalmente, la situación es más compleja aun si tenemos en cuenta que desde el segundo trimestre del 2009, el consumo, el componente de mayor peso en el PBI de Estados Unidos, es el que registró el menor crecimiento. Todo lo mencionado hasta aquí no implica que indefectiblemente la principal economía del mundo deje de ser tal, sino que los márgenes de error se achican, tornándose necesario, y es lo que esperan los inversores, que se tomen las medidas necesarias en lo inmediato más allá de la puja política entre Demócratas y Republicanos.

Tanto los avances en el congreso de Estados Unidos como la publicación del PBI de ese país se llevaron toda la atención de los operadores de cada rincón del globo terráqueo quedando relegados asegundo plano, aspectos internos de cada economía. En España, por ejemplo, el Presidente Zapatero anunció que adelantaría las elecciones, pero, lo que pudo haber resultado una buena noticia para el mercado español, fue totalmente neutralizada por la incertidumbre con respecto a los factores antes comentados.

Por otro lado, los avatares de Europa, que siguen aún tras el anuncio del nuevo plan de la UE, continúan siendo un factor fundamental en el posicionamiento de los inversores que siguen de cerca no sólo a Grecia y su default selectivo; sino que se mantienen atentos a la amenaza de que la crisis se extienda a países como Italia y España.

La operatoria local tampoco fue ajena al contexto externo, el índice Merval recortó parte de las ganancias obtenidas la semana pasada cerrando en 3.321,85 puntos, un 1,03% por debajo del cierre del viernes pasado.

Durante la semana que viene, más precisamente el miércoles, el Gobierno deberá hacer frente al pago del cupón de renta y amortización del Boden 12, para lo que desembolsará u$s 2.200 millones, representando este el mayor vencimiento del año. Según las estimaciones privadas, de esos u$s 2.200 millones, u$s 1.500 millones se volcarán al mercado, mientras que el resto, le corresponderían a agencias del sector público.

Finalmente, se espera que comience durante las próximas jornadas una nueva temporada de balances locales, lo que sumará mayor selectividad y volatilidad.