Commodities

El maíz sube con la mirada en Sudamérica

Guillermo Rossi

El clima sudamericano concentró el interés mayoritario de los operadores del mercado de Chicago durante las últimas ruedas. En el caso del maíz, el calor extremo y la falta de lluvias en Argentina incrementaron el temor de que se produzca una caída en la oferta exportable, motivando coberturas que condujeron a una suba de los precios. Durante el curso de la semana los contratos con entrega en marzo treparon 2,1% hasta alcanzar u$s 289,8/ton.

Al promediar la semana, el contrato cercano alcanzó su valor máximo desde el 7 de diciembre y logró quebrar en sentido alcista todas las medias móviles relevantes. La depreciación del dólar frente al resto de las monedas y el avance del precio del petróleo acentuaron las subas. Si bien tanto la soja como el maíz finalizaron en el terreno positivo, en el cereal las subas se vieron limitadas por el mayor ritmo de ventas de los productores norteamericanos durante la última semana.

La tendencia alcista del presente año -en el que el cereal acumula subas de u$s 16,5/ton en CBOT- ha sido reafirmada por la entusiasta acción compradora de los fondos especulativos. Según datos de la CFTC, durante 2013 estos participantes efectuaron adquisiciones netas por cerca de 17.800 contratos y se considera probable que continúen en tal dirección hasta que no se estabilice el panorama de oferta y demanda de cara al segundo semestre de la campaña.

Recientemente, los mercados externos se han movido prestando gran atención a lo que ocurre en estas latitudes. Como consecuencia de la siembra tardía, se estima que en nuestro país sólo el 30% de los cultivos se encuentra por estos días en su fase de polinización, el período crítico para la determinación de los rindes. En esta instancia las cotizaciones suelen exhibir mayor volatilidad, explicada en una oferta incierta frente a una demanda más predecible y que usualmente ofrece menores fluctuaciones. En la presente campaña, la producción sudamericana adquirió gran relevancia -quizás, la mayor de la historia- por el quebranto sufrido por Estados Unidos en el último año.

Según estimaciones del USDA, en la parte sur del continente se producirán algo más de 110 millones de toneladas del cereal, aunque el 90% del total provendrá de Argentina y Brasil. Entre ambos países se estiman exportaciones por 37 millones de toneladas, superando largamente el volumen que Estados Unidos podrá colocar en los mercados mundiales. Hasta el momento el país del norte ha embarcado 7,9 millones de toneladas y ha comprometido la entrega de otras 5,5 millones. Se trata del 38% del volumen proyectado para toda la campaña, de la cual ya han transcurrido cinco meses.

En Estados Unidos, la necesidad de racionar la demanda no solamente impactó sobre las exportaciones, que sufrirán un retroceso interanual cercano al 40% y caerán por cuarto año consecutivo. Otro ajuste muy importante lo está enfrentando la industria del etanol, cuyos márgenes han caído notablemente pese a la tendencia ascendente del precio del petróleo.

Según datos de la Administración de Información Energética, la producción semanal de etanol norteamericana aterrizó recientemente hasta 770.000 barriles diarios como promedio semanal, la cifra más baja desde que comenzó a relevarse esta información a mediados de 2010. Simultáneamente, los stocks finales de la semana treparon hasta 20,54 millones de barriles, los más elevados del último mes y medio. Según fuentes de la industria, es difícil conseguir maíz a precios razonables y la demanda de combustibles se encuentra en declive.

La ajustada hoja de balance mantiene firmes los precios, por la necesidad de inducir un crecimiento del área sembrada, a cerca de dos meses del inicio de los trabajos de siembra. Sin embargo, el mejor desempeño reciente de los precios de la soja envía señales a los productores que echan por tierra la expectativa de relajar la delicada situación de abastecimiento. Según un estudio de la Universidad de Illinois, en zonas de primer nivel y con empleo de alta tecnología el cultivo de maíz podría arrojar un retorno de u$s 231 por hectárea en campos sembrados con maíz el año pasado y de u$s 260 en explotaciones que sembraron soja.

Mientras tanto, los trabajos de recolección en Sudamérica se encuentran en sus fases iniciales y la producción promete quebrar récords, pese a que el clima de los últimos días alejó la posibilidad de obtener una cosecha tan abultada como la que se preveía a principios de año. Según la firma Lanworth, perteneciente a Thomson Reuters, Argentina y Brasil alcanzarán cosechas de 25,6 y 75,8 millones de toneladas, respectivamente. En tanto, para Informa Economics, cabe esperar 25 millones de toneladas en Argentina y sólo 70,3 en Brasil. Nuestro vecino muestra mayor disparidad en las estimaciones.

En el caso puntual de nuestro país, el calor extremo de los últimos días contribuyó a agotar las reservas de agua de los suelos y comenzó a amenazar seriamente el potencial de rendimientos. Las lluvias del miércoles y jueves fueron dispersas y no llegaron en cantidad suficiente para aminorar el deterioro de las plantas. Para el fin de semana se esperan nuevas precipitaciones, aunque luego habrá clima seco hasta el miércoles.

La reacción de los compradores locales ante las evidencias descriptas fue tibia, dado que un gran volumen de mercadería ya se encuentra negociado. Según datos oficiales, hasta el día 23 de enero la exportación acumulaba compras por 11,4 millones de toneladas y había recibido Roe Verde por un volumen similar. El resto del saldo exportable autorizado hasta el momento corresponde al segmento asignado a quienes están nucleados en CAPECO.

No obstante, los exportadores tradicionales siguieron haciendo negocios en el recinto, aunque a un ritmo inferior al de la última semana. En los primeros días, algunos compradores buscaron el cereal con descarga entre marzo y abril, ofreciendo pagar hasta u$s 190/ton. En los mercados a término se concertaron operaciones en los contratos con entrega en abril a valores ubicados entre u$s 188 y 191/ton.

Aún no hubo una confirmación explícita respecto de la eventual ampliación del saldo exportable. No obstante, dado que el abastecimiento interno no correrá peligro aún con exportaciones por 15 millones de toneladas, es probable que se haga un anuncio en tal sentido durante los próximos días. De este modo se podría retomar la entrega de Roe Verde bajo la modalidad 365 días, que implican el pago por adelantado del 90% de los derechos de exportación.

En cuanto al segmento del maíz disponible o con entrega muy cercana, se conocieron algunos negocios ubicados en el rango de u$s 185-190 por tonelada, pero de un volumen poco significativo.   Esta situación condujo a la CAC a fijar un valor estimativo de $ 920/ton como cifra orientativa de la realidad del mercado de los días lunes, martes y miércoles, sin cambios respecto de la semana precedente.