Economía

El papel del empresario

Rogelio Pontón

En nuestro país el empresario no es bien visto. Se lo considera un explotador innecesario. Pero esta es un visión equivocada, veamos sus múltiples responsabilidades.

 El empresario es el coordinador de los factores de la producción: tierra, mano de obra y capital.

 El empresario asume riesgos en un mundo de incertidumbre. Esta teoría fue desarrollada por el economista F. Knight en su famosa obra del año 1923.

 El empresario es el innovador que introduce nuevas técnicas de producción, de comercialización y de administración. Esas técnicas fueron inventadas por científicos o técnicos, pero es el empresario el que populariza las mismas. La teoría del empresario innovador fue desarrollada por el economista austriaco J. Schumpeter en una obra de 1912. Este economista sostenía, siguiendo el pensamiento walrasiano, que el mundo estaba en equilibrio y que el empresario, con su innovación, rompía el mismo hasta que las aguas se calmaban y volvíamos nuevamente al equilibrio.

 El empresario equilibra los mercados, comprando donde y cuando el precio es más bajo y vendiendo donde y cuando los precios son más altos. Es un arbitrista que nivela los precios de las distintas regiones y de los distintos momentos. Esta teoría fue desarrollada por L. von Mises quién sostenía que el mundo esta en permanente desequilibrio y la actuación empresarial es la que lo hace tender al equilibrio. Pero el equilibrio es algo que nunca se alcanza, es como la línea del horizonte.

 Las tres razones anteriores (asunción de riesgo, innovación y arbitrista de los mercados) justifican los beneficios empresariales. La teoría marxista del empresario como explotador del trabajo no tiene hoy ningún fundamento.

 El empresario ve oportunidades de negocios, no sólo localmente en su ciudad, sino también en la región, en otros lugares del país y en otros países del mundo.

 Por la razón anterior, el empresario es el creador de un mundo globalizado. Mundo que nos puede gustar o no gustar pero del cual no hay retorno.

 A fines del siglo XVIII habitaban el mundo 700 millones de personas y las expectativas de vida llegaban a 25 años. La actividad científica y técnica, motorizada por las empresas, permiten que hoy habiten el mundo más de 7.000 millones de personas y las expectativas de vidas superen los 70 años y aún los 80 años en países anteriormente subdesarrollados.

 El empresario ve oportunidades de negocios en el tiempo y, por lo tanto, enlaza el presente con el futuro. Esta actividad permite la estabilidad de la tasa de interés, el precio más penetrante de la economía al decir del economista estadounidense Irving Fisher. Como un ejemplo a tener en cuenta: el Producto Bruto Mundial es de aproximadamente 75 billones de dólares y en el Chicago Mercantile Exchange se realizaron el año pasado más de 700 millones de contratos de futuros y opciones de eurodólar, con un valor cada contrato de 1 millón de dólares. Es decir que se realizaron operaciones de cobertura por casi 10 veces el Producto Bruto Mundial. ¿Para que esas coberturas? Para cubrirse de la oscilación de la tasa de interés Libor.

 El empresario no sólo ve oportunidades de negocios espacialmente y temporalmente, sino que también ve oportunidades de negocios en distintos productos y actividades. En un momento puede estar en la actividad industrial y en otro momento en la actividad agrícola o comercial.

 Una economía moderna de mercado tiene por lo menos 100 millones de bienes y servicios. Los precios relativos entre esos bienes son muchos más: millones de millones de millones de millones, etc.  El sistema de precios es el gran computador social que permite el funcionamiento de la economía. Y el gran motor del mercado es el empresario.

 Emprender una empresa no es tarea fácil. Según algunas estadísticas, en EE.UU., país por excelencia de empresarios, de cada mil (1000) empresas que nacen anualmente mueren del 80% al 90%.

 Los estados totalitarios (como la ex URSS o la Alemania nazi) quisieron reemplazar los empresarios con ‘gerentes’, pero esto no era más que un mero juego (como el juego del Estanciero que jugábamos cuando niños) que terminó en el fracaso. Porque sólo se puede ser empresario con los bienes propios. Cuando no existe propiedad privada de los medios de producción, no hay empresarios sino gerentes.

El desarrollo mundial depende del comercio entre empresarios de distintos países. Se dice que nuestro país exportó el año pasado 80.000 millones de dólares e importó 67.000 millones, pero esto es erróneo. Los que exportaron e importaron fueron empresarios argentinos o radicados en nuestro país.

 El comercio mundial de todas las naciones del mundo supera los 22 billones de dólares y es ese el principal factor de crecimiento de las naciones.

 El Estado se debe limitar a mantener, como los réferis en las canchas, el orden del partido y no entrometerse fijando y controlando precios. La inflación se cuida a través de la competencia de las empresas.

 El Estado debe mantener el equilibrio presupuestario y el equilibrio monetario. Si se dan esas condiciones, no tiene por qué haber inflación.

 La política impositiva del Estado tiene que reunir una serie de condiciones, como las siguientes: a) neutralidad impositiva, en el sentido que no tiene que afectar la libre realización de las distintas actividades empresariales, b) estabilidad en el tiempo, no se pueden estar cambiando los impuestos y las alícuotas permanentemente, c) no ser confiscatoria, es fundamental no matar la gallina de los huevos de oro (la empresa) y c) de recaudación simple, la liquidación del impuesto no tiene que ser complicada.

 La empresa cumple un fin social que se manifiesta en lo siguiente: a) produciendo los bienes y servicios que demanda la gente, b) demandando mano de obra, c) demandando bienes de capital e insumos producidos por otras empresas y c) exportando productos y servicios y generando divisas que van a ser utilizadas por otras empresas comprando bienes de capital e insumos.

La empresa también puede cumplir otro fin social a través de las donaciones. En EE.UU., pero también en todos los países de mundo aunque en menor medida, las empresas exitosas crean fundaciones científicas, hospitales, universidades (la Universidad de Chicago fue construida con fondos de John Rockefeller y el descubrimiento de la radiación de fondo del origen del universo fue realizado por técnicos de la Bell Corporation). Está demás decir de la importancia que han tenido las empresas en el desarrollo de la ciencia médica.

 La formación de futuros empresarios a través de la escuela y la universidad es importante, pero también es muy importante la escuela de la calle. En ambos casos es fundamental ‘el sentido común’.