Commodities

El trigo disponible llega a mínimos de año y medio

Guillermo Rossi

El cereal panadero experimentó una leve recuperación en los mercados externos a lo largo de la semana, aunque dicha tendencia no se trasladó al plano local, donde la operatoria se acerca al final del ciclo de comercialización con holgados inventarios remanentes del último año e imposibilidad de colocar en el exterior el volumen que tienen los exportadores en su poder. En este contexto, en la semana se observó una caída de $ 190/ton en los precios estimativos que diariamente establece la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario, reflejando la menor disposición a pagar de parte de los compradores.

A nivel global se destaca como fundamento principal la menor participación de Rusia en el mercado exportador, luego de un explosivo comienzo en los primeros meses de la campaña, en el marco de un fortalecimiento de su demanda doméstica que encareció los precios, dando lugar a una menor competitividad pese al debilitamiento del rublo. A esta situación se sumaron el exceso de lluvias en Brasil y Paraguay, que complican el tramo final de los trabajos de recolección, y la estimación de cosecha en Canadá que publicó StatsCan, confirmando una disminución en la producción del 27% respecto del nivel obtenido el año pasado.

Ante este escenario, el trigo norteamericano recuperó posibilidades de inserción comercial y el USDA reportó nuevos compromisos de venta al exterior por 741.038 toneladas de todas las variedades durante la semana pasada, volumen que duplicó al promedio registrado durante los últimos dos meses. Los operadores del mercado esperaban una cifra ubicada entre 400.000 y 600.000 toneladas, por lo que cubrieron parte de sus posiciones cortas tras la publicación del informe. En general, la perspectiva de una recuperación de la demanda contrarrestó la señal negativa emanada del reporte trimestral de stocks, en el que el inventario físico encontrado superó las previsiones de los analistas. El trigo almacenado en explotaciones agrícolas de Estados Unidos al 1 de septiembre llegaba a 19,6 millones de toneladas, ubicándose un 30% por encima del inventario reportado a la misma fecha del año pasado.

De acuerdo a un comunicado de la US Wheat Associates, el panorama de oferta y demanda mundial es “más ajustado de lo que parece”, destacándose que los inventarios no son tan abundantes como el mercado descuenta, en especial en variedades de alta proteína. Sin embargo, los operadores siguen tomando las subas de precio como oportunidades de venta, al tiempo que los demandantes prefieren diferir sus compras hasta que el mercado se depure de la presión bajista que también impacta sobre otros granos.

El pronunciado fortalecimiento del dólar –que llegó a máximos de los últimos cuatro años- limita la posibilidad de recuperación de los precios del trigo en Estados Unidos. Las monedas de los países importadores se están depreciando frente a la divisa estadounidense, lo que podría alterar los patrones de consumo incluso en aquellos lugares donde la demanda es más inelástica. En su último informe mensual el USDA proyectó el comercio global en 154,8 millones de toneladas, cifra sustancialmente menor a las 166,3 millones intercambiadas desde junio de 2013 hasta mayo de 2014.

Las noticias externas siguen causando relativamente poco impacto en el mercado local, donde se observa un segmento disponible castigado por las restricciones para exportar y valores forward a cosecha relativamente estables en el rango de u$s 145 a 150 por tonelada bajo condiciones Cámara. Se estima que a dos meses de la finalización del ciclo de comercialización 2013/14 quedan todavía unas tres millones de toneladas como stock físico, de las cuales un millón es consumo previsto para octubre y noviembre y el sobrante quedaría como oferta inicial para la campaña 2014/15.

La expectativa de que se logrará la mayor cosecha de los últimos tres años ha ejercido una considerable presión bajista sobre el mercado, hasta niveles en pesos que no se observaban desde principios de 2013, pese al persistente debilitamiento de la moneda local. En general, la industria cuenta con amplia disponibilidad de materia prima y su ritmo de molienda se ha acelerado en los meses centrales del año, dando lugar a mayor producción de harina. La emisión de ROE Verde de este producto continúa fluida, a punto tal de que las emisiones del presente año acumulan 226.864 toneladas, excediendo al cupo de exportación anunciado en el mes de enero.

En tanto, los exportadores se focalizan en el cereal de la próxima campaña, con compras acumuladas hasta el 24 de septiembre por 687.000 toneladas. Dicho volumen significa un incremento de más del 20% respecto del adquirido a la misma fecha del año pasado. Sin embargo, en los mercados de futuros se advierte que la toma de coberturas es sustancialmente menor: el interés abierto en contratos de la nueva cosecha de Rofex y Matba se encuentra por debajo del registrado a principios de octubre del año 2013. Los precios permanecen entre u$s 15 y 20 por tonelada por debajo de la capacidad teórica de pago de la exportación en función de los actuales valores FOB.

La condición de los cultivos muestra una elevada disparidad regional, aunque en promedio permite sostener perspectivas relativamente optimistas para los rendimientos por hectárea. En algunas zonas se detectan problemas por anegamientos o heladas, mientras que los controles por enfermedad no se detienen a medida que los trigos se acercan a la floración. Los primeros lotes llegarán desde el norte en unas tres semanas. En la región integrada por el sur de la provincia de Santa Fe, este de Córdoba y norte de Buenos Aires la cosecha sumaría unas 2 millones de toneladas si se obtienen los rindes promedio de la región, en torno a 35 qq/ha. No obstante, el grueso de la producción provendrá nuevamente del sur de la provincia de Buenos Aires.