Finanzas

Junio: saldo negativo

Leandro Fisanotti

La última semana del mes de junio, que pone broche al primer semestre de 2013, tuvo una dinámica particular en el mercado local. El motivo de esto fue la necesidad de asimilar los fuertes movimientos que experimentaron las plazas internacionales durante los feriados argentinos y sumar a ello factores de volatilidad estrictamente domésticos. En tanto que los mercados de referencia a nivel global tuvieron, aunque con disparidades, una semana positiva al rebotar tras las grandes caídas de la semana previa. El saldo mensual, negativo.

Tras la exposición de las conclusiones de la última reunión de los referentes de política monetaria de la Reserva Federal (que tuvo lugar durante los días 18 y 19 de junio), la reacción de los mercados fue de un marcado pesimismo. Las palabras de Bernanke distaron de calmar los ánimos al confirmar que las medidas de estímulo monetario tendrían un final en un plazo algo más corto al que los inversores hubieran deseado. Tras las correcciones presentadas en los principales índices accionarios, la semana que concluyó devolvió un relativo alivio a los operadores y permitió un rebote en los recintos norteamericanos y europeos.

Paradójicamente, el catalizador del rebote fue - más allá de las compras de oportunidad - la aparición de malas noticias en el tablero de variables macroeconómicas de los Estados Unidos. El crecimiento del PBI norteamericano correspondiente al primer trimestre del año fue significativamente revisado a la baja, pasando de un 2,4% informado de manera preliminar a un 1,8%. Así, el mercado vio este revés como una invitación a que la autoridad monetaria extienda los plazos que definirá para la retirada de las medidas expansivas.

Más allá de los vaivenes de la economía norteamericana, los bancos centrales de otras latitudes actuaron como fuentes de volatilidad para las plazas financieras. Por un lado, el BCE volvió a dar que hablar. Su presidente, Mario Draghi, hizo declaraciones públicas dejando saber que la entidad se encuentra preparada para responder ante cambios en las condiciones de mercado que pudieran actuar en forma negativa sobre la recuperación de la economía en el viejo continente. El   italiano parece intentar replicar la maestría con la que Bernanke ha manejado las expectativas del mercado, con declaraciones antes que acciones. La pregunta es si tendrá igual éxito.

En este contexto, las principales bolsas europeas marcaron subas en torno al 2% respecto del pasado viernes, aunque dejan atrás un mes que arroja un saldo negativo. Durante junio, el Dax cedió un 4,7%, el Cac parisino un 5,3% y el Ibex español perdió un 5%.

Para Wall Street, la semana marcó subas en torno al 1% para los principales índices.

Por otra parte, desde China aparecieron renovados temores respecto de la salud del sistema financiero. En los últimos días, una fuerte suba en las tasas interbancarias que debieron convalidar las entidades de ese país desnudó la fragilidad que los bancos chinos presentan en algunos segmentos de crédito y sembró preocupación sobre el impacto que una contracción de liquidez podría tener sobre un nivel de actividad que lucha contra la desaceleración. El Banco de China puso paños fríos a la situación, presionando para una reducción en las tasas pero no logró revertir las caídas en las acciones que cotizan en Shanghai, que perdieron en promedio un 4,5%.

El complejo escenario que vive China se replica en otros de los denominados BRICs. Sin ir más lejos, Brasil enfrenta una complicada situación interna - producto de presiones inflacionarias y un fuerte aumento en el gasto público - que se suma a   las preocupaciones por la salida de capitales del sistema carioca que podría disparar un proceso de "vuelo a la calidad" de los inversores internacionales ante una suba general en las tasas. La bolsa paulista termina, al igual que sus pares externos, un mes en rojo al caer un 11,5%. El acumulado anual marca un retroceso del 22,3% para el índice Bovespa.

Pasando al plano local, los activos cotizantes debieron asimilar las caídas que se dieron tras la reunión de la Fed de la semana pasada, mientras el mercado descansaba por la fiesta patria. Esto llevó a que el índice de referencia de la bolsa porteña se comportara a contramano de las bolsas internacionales y anotara una caída del 3,1% respecto del cierre del miércoles de la semana anterior.

Con un panel en el que predominaron las bajas, solamente tres papeles lograron cerrar la semana en positivo. Entre estos, se destacaron Sociedad Comercial del Plata, que trepó un 3,2% y Pampa Energía, un 3,1%.

Del lado de las bajas, las variaciones más importantes entre los papeles más operados se dieron en las acciones de Petrobras Brasil (-11,1%), Petrobras Argentina (-7,7%), Banco Francés (-6,8%), Edenor (-6,4%) y Banco Macro (-6%).

Los últimos días dejaron otras noticias de significativo impacto para el mercado local. Por un lado, se reglamentó la operatoria secundaria de los Cedines y resulta inminente su pronta negociación. Asimismo, se vuelve cada vez más amplia la gama de posibilidades cancelatorias que el instrumento tendrá en la economía real, lo que genera expectativas por el impacto que su circulación tendrá.

Por otra parte, el Indec dio a conocer su estimación de crecimiento de la economía para el mes de abril, que arrojó una variación interanual del 7%. Este dato, que sorprendió a muchos, revivió las esperanzas de que los cupones vinculados al PBI (meses atrás los instrumentos más populares y negociados de la bolsa argentina) generen un pago el año entrante. En sus distintas variantes, estos títulos mostraron fuertes subas en la semana (un 13,8% para los TVPP; 17,6% y 17% para TVPA y TVPY respectivamente y el 8,4% para los TVPE) lo que los puso entre las escasas - y festejadas - excepciones que terminan el mes en positivo.

Al tomar algo de distancia, el Merval finaliza junio anotando una caída del 14,7%, que se traduce en la mayor baja mensual registrada en 14 meses.

Entre los títulos públicos, los bonos en dólares también cayeron producto del contexto internacional, una mayor percepción de riesgo país y los vaivenes de la cotización de la divisa norteamericana en el mercado informal. El Boden 2015, bono que concentra el mayor volumen de operaciones, restó durante junio un 8,5%. En su negociación en dólares (que hace a un lado la variable del tipo de cambio implícito), la variación fue -1,2%.

Rumores relacionados al fallo en la causa de los fondos buitre revitalizaron la plaza y dieron impulso a los títulos públicos sobre el cierre de la semana.